2015-04-19 | 20:54:11

• El milagro del mesías: Gómez Pelegrín
Gaudencio García Rivera
En los entresijos del poder público, Antonio Gómez Pelegrín, secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan), personero de un amplio caminar por el poder público desde los gobiernos de Rafael Hernández Ochoa hasta el actual duartista, es conocido como “el mesías milagroso”.
Gómez Pelegrín, un hombre intachable, de mano férrea, pero también de mano suave como todo un buen caminante del intríngulis político, se le asignó la tarea titánica y no muy grata de rehacer la reingeniería del último trecho del gobierno duartista. Nadie duda de su capacidad, talento y visión, pero tendrá que echar mano de toda su genialidad para recomponer el aparato administrativo.
Tal vez estemos ante un alquimista. Un genio que sabe la fórmula para convertir los metales en oro. Un discípulo del maestro italiano excepcional Leonardo da Vinci. Pelegrín tiene el tiempo encima porque el próximo año subirá el termómetro político a su máxima expresión, donde el lodo y el cochinero saldrá a relucir por el juego sucesorio.
¿Podrá encontrar los resquicios de las matemáticas que no pudieron descifrar sus antecesores? Quién sabe, pero de que es un profesional tozudo para resolver los enigmas financieros, lo es como lo confirma su paso por la administración local, donde ha dejado satisfechos a propios y extraños. No es un personaje que se deje intimidar ante los grandes desafíos.
No sería nada raro de que en breve, Gómez Pelegrín (a) “el mesías milagroso” este dando a conocer avances y resultados de la nueva reingeniería administrativa del gobierno de Veracruz. Hay que darle el beneficio de la duda.
Miasmas de Pacho Viejo: ¿tolerancia?

Urge que la Secretaría de Seguridad Pública y el propio Poder Ejecutivo refuercen y reorienten los programas del Sistema Penitenciario de Reinserción Social en la entidad. Tiene rato que el esquema carcelario de los 16 penales (Ceresos) del estado están haciendo agua, pero parece que hay displicencia y complacencia en los entamados del poder público.
El talón de Aquiles del gobierno estatal, es y ha sido la inseguridad pública, el sistema penitenciario y el lastre de la deuda pública. Por omisión o comisión los penales de la entidad, se han convertido en los nichos de poder de los presidiarios, principalmente de quienes provienen de los cárteles de la droga.
Pero el secretario de la SSP, Arturo Bermúdez Zurita, está en todo menos en misa. Hay testimonios públicos y documentos de que en el penal regional de Pacho Viejo reina la corrupción, tráfico de drogas, extorsión, cooptación, uso de celulares y venta de espacios carcelarios, con la complacencia de las autoridades penitenciarias que preside el exjefe de escoltas de Agustín Acosta Lagunes, Óscar Sánchez.
Del penal de Pacho Viejo se elucubran todo tipo de ilícitos, desde secuestros, ejecuciones y cobros de derecho de piso en la región de Xalapa. Que esperan los operativos de la SSP. ¿Qué se tiñe más sangre en la capital y en la geografía veracruzana? ¿Hasta cuándo habrá tolerancia? ¿Quién no dice que desde las mazmorras se tejen crímenes a petición del mejor postor y, por supuesto, de la clase política gobernante? ¿El crimen organizado estaría al servicio de algunos vivales del poder público para apaciguar a los críticos del gobierno duartista?
Quién sabe, pero lo importante de este brete es que el secretario de la SSP y el propio Poder Ejecutivo, actúen con la rapidez que requiere el caso para limpiar a fondo los 16 penales de la entidad porque son una bomba que en cualquier momento pueden explotar. Los miasmas de los Ceresos escurren de la caja de Pandora. Hay tiempo todavía para desterrar esta lacra de corrupción que asola al sistema penitenciario de Veracruz. Comentarios a gaugar55@gmail.com
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