2015-04-21 | 09:44:09

Flavino Ríos Alvarado,
secretario de
Educación es de los
pocos funcionarios
estatales, --se puede
decir que el único--,
que reconoce que sí
existen graves anomalías
en su dependencia
y que tanto
líderes sindicales
como miembros de
la alta burocracia
colocaban como
comisionados en
calidad de maestros
a sus amigos y
recomendados, personas que nunca estuvieron al
frente del aula.
Está consciente que en esta limpia surgirán enconados
enemigos y que está afectando grandes intereses
de los intocables sexenales. También existen maestros
prestigiados que tenían un elevado número de horas
como profesores de tiempo completo, pero esto no
es factible, ya que contaban con plazas en diferentes
ciudades y les resultaba imposible que se pudieran
trasladar de manera instantánea para cumplir con
su compromiso laboral.
Se han descubierto y plenamente identificados
que existen dentro de las nóminas de la SEV, un buen
número de aviadores. Que obviamente pelearán y
hasta organizarán manifestaciones y paros laborales
para que no les quiten estas prebendas otorgadas por
razones políticas y en un buen número por motivos
electorales.
Se necesita tener carácter y la seguridad de que le
asiste la razón y que no se puede otorgar dinero público
a personas que no lo desquitan con su trabajo en la
dependencia que les paga. Lo que ha ocurrido con sus
antecesores acusados de serias violaciones y fuertes
desvíos no le inquieta, él solo se hace responsable
desde el momento que tomó posesión.
Como doctor en Derecho reconoce que se violaron
las leyes y que posiblemente tendrán que pagar sus
delitos con prisión y que lamentablemente para Adolfo
Mota y los anteriores titulares no existe el fuero,
aunque resulten electos, ya que tienen que protestar
para adquirirlo.
Buganza, candidato a gobernador
Se trata de una
versión extraoficial
donde se asegura que
un alto funcionario
del gobierno de Javier
Duarte solicitó
una entrevista con
el líder nacional de
Acción Nacional,
Gustavo Madero,
con el propósito de
llegar a una alianza
para seleccionar al
aspirante de común
acuerdo a la gubernatura
de Veracruz
para el 2016.
Sería un candidato
de unidad que no
provocaría ningún problema, lo cual permitiría un
proceso de transición tranquilo que beneficiaría a las
dos fuerzas políticas más importantes de la entidad.
Al dirigente blanquiazul le entró la curiosidad
cuando el intermediario aseguró que la propuesta
incluía a un político identificado con el PAN. Lo que se
le quiso dar a entender es que el próximo gobernante
sería un panista, lo que proponían los altos mandos
del priísmo veracruzano.
Era tal la insistencia de la entrevista que antes de
aceptarla, Madero Muñoz aceptó conocer el nombre
de la persona panista que querían los del partido
Revolucionario Institucional.
Para fortalecer la figura se le anticipó que ya había
sido candidato del PAN a la gubernatura. Al fin surgió
el nombre.
¡Gerardo Buganza Salmerón! Al escucharlo Gustavo
Madero no se midió y el secretario de Gobierno
fue crucificado de adjetivos donde los menos ofensivos
fueron los de traidor, hijo de… busca chambas, sin
principios, etc. etc.