2015-04-23 | 08:16:34

Debe ser triste para una persona como don Fidel Herrera Beltrán que aspiraba a ser embajador de México en algún país importante de Europa o de América, ser designado delegado del PRI en Oaxaca. Sobre todo porque se trata de uno de los políticos veracruzanos más importantes que ha tenido la entidad, con una carrera oficial muy destacada en las esferas legislativas y del Poder Ejecutivo de México.

Sin duda un personaje del quehacer gubernamental.

Por dignidad personal y orgullo familiar no hubiera aceptado ese cargo de segunda, muy ajeno a su trayectoria política. Sería el plañidero caso de un destacado director general de una empresa importante que lo nombraran encargado de los elevadores.

Para dimensionar el grado partidista que le acaban de otorgar, si usted le pregunta a un funcionario de buen nivel o ciudadano interesado en el quehacer oficial, ¿quién es el delegado del PRI en Veracruz? Se encontrará que la gran mayoría no lo sabe y mucho menos lo conoce.

A pesar de que el estado de Veracruz llegó a ser considerada la entidad como la más importante reserva electoral del Partido Revolucionario Institucional en el país. Pues bien, el delegado priísta en el estado, es el licenciado Jesús Medellín Muñoz. Una bella persona originario de Aguascalientes que ha vivido al igual que el Tío Fide del presupuesto a lo largo de su vida. Tiene más de diez años de ser el representante del tricolor en la entidad.

No obstante de tanto tiempo, ni siquiera lo invitan a un desayunito o al inicio de las campañas de sus candidatos, está totalmente olvidado y al margen de las actividades electorales.

De delegado de un moderno Veracruz al humilde de Oaxaca tiene sus niveles.

El por qué de Herrera Beltrán en Oaxaca, gobierno manejado por la oposición con un desgastado gobernador como Gabino Cué, un líder exconvergente plenamente identificado con Dante Delgado Rannauro. Tendrá que trabajar el Tío Fide con los exgobernadores oaxaqueños José Murat y Ulises Ruiz, quienes arrastran al igual que el político cuenqueño con la pésima y bien ganada fama de corruptos y que coincidentemente son grandes amigos. La esposa de Murat Casab es acusada de montar un hospital privado con materiales y recursos de salubridad de aquella entidad. Aquí sí se puede usar la frase tan común en la clase política mexicana son más que hermanos del alma, el trío de exgobernadores.

Será interesante conocer el desempeño del Tío Fide contra los líderes del sindicato XXII de la Coordinadora magisterial que manejan a su antojo la entidad oaxaqueña, y que imponen a sus candidatos, cuando son un grupo de insurrectos que podría bloquear la realización del proceso electoral.

La única ideología que poseen estos profesores rebeldes es que son radicalmente violentos y antipriistas.

¿Será premio o castigo el que le dieron al exgobernador Fidel Herrera?

Hasta da pena ajena escribir este epitafio de un gran personaje de la política.