2015-05-08 | 21:19:50

El gobernador Javier Duarte, seguramente decidirá en tiempo y forma al sucesor del profesor y licenciado Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, primer rector de la Universidad Popular de Veracruz y un modelo de institución a seguir en diversas entidades del país.

Aunque entre algunos de los vestigios del chirinismo, un osado que también se alimentó en aquel entonces de ese mandato, y que además hicieron raras fortunas a la sombra del poder en aquellos tiempos, como consecuencia de la misteriosa muerte del entonces secretario de finanzas y planeación, el “Güero” Guillermo Rivera, ahora constituidos en “periodistas” y sin estudios que avalen o certifiquen su profesión, aunque con la facultad de estar pegados siempre a la actitud sumisa, y falaz como en una gran ubre han pretendido descalificar al maestro José Pablo Robles Martínez, ex director del Colegio de Periodistas, como el más fuerte aspirante a ser rector de la UPAV, entre varios distinguidos académicos.

En la lucha por la silla que dejó el profe Zuñiga, ahora se lanzan en feroz crítica injustificada ante los pronunciamientos normales de que el maestro José Pablo Robles Martínez, ex director del Colegio de Periodistas, se le considere el más fuerte y viable entre los aspirantes a ocupar la rectoría de la Universidad Popular de Veracruz, por su destacada trayectoria académica y de profesional del periodismo.

En el periodismo quien tiene la facultad de escribir una columna política, por hacerlo se respeta en aras de la libertad de expresión, pero lamentablemente equivocado en el contenido y manejo que con odio y rencor pretende afectar a la trayectoria del maestro Robles.

En forma personal, jamás nunca se le faltaría al respeto a un colega o a una persona, porque para quienes ejercen una actividad humanista como el escribir, no pueden convertirse en mercenarios de la pluma, que se escudan en un medio de información para ofender y denostar.

Queda claro entonces, en lo que respecta al maestro José Pablo Robles Martínez, que fue víctima y perseguido en los tiempos del chirinismo entre muchos colegas, hasta con amenaza de muerte, desde la persecución del entonces secretario de gobierno Miguel Angel Yunes Linares, y quien por cierto, acostumbrado a amenazar y lanzar diatribas, ahora extiende su odio también al licenciado Enrique Ampudia Mello, secretario particular del gobernador, de quien no se ha cansado de decir a sus cercanos y aduladores, de que se les va a pagar, en lo que se constituye en un amenaza para la integridad del funcionario estatal.

Entre los afectados por Miguel Angel Yunes Linares, son muchos y arrepentido de sus abusos de poder y excesos, ahora no se mide cuando culpa de todo lo que sucedió en aquel sexenio al entonces gobernador Patricio Chirinos.

Ignacio Morales Lechuga y su esposa Jacqueline Broc, también fueron víctimas de los excesos de aquel mandato fatídico, y que además que se caracterizó dé depredador de las finanzas públicas.

Los que tuvieron importantes cargos en el área de la Sefiplan en ese entonces, ahora olvidan ya prescritos sus delitos, piensan que la flaca memoria colectiva no tendrá presente todo lo que sucedió en aquella época en que se perdieron alcaldías y diputaciones, como nunca había pasado en la fue la peor historia del PRI como consecuencia del mal gobierno.

Por eso ahora, los que juzgan y olvidan que comieron de ese pesebre y sin dar cuenta que son parte de lo mismo, no pueden convertirse en juez y parte, pero lo más grave es atacar a la trayectoria y el prestigio del maestro José Pablo Robles Martínez, un gran referente de la antigua Facultad de Periodismo ahora Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana, de la que es egresado, fue catedrático y secretario académico en funciones tuvo el deber de validar los títulos de las primeras generaciones de egresados, por haber sido el segundo en titularse de esta casa de estudios, gloria del periodismo nacional.

Después, Robles Martínez, en sus inicios se proyectó en un modesto periódico de la Cuenca del Papaloapan y en unos de los viajes de prácticas en los que acompañaba a los alumnos, le ofrecieron empleo en la capital del país, para de ahí iniciar una larga carrera de medios como jefe de redacción del Heraldo de México, Director del Sol de México y fundador del primer periódico latino en EU, El periódico Imagen en los Angeles, California. Y después iniciar una intensa labor de impulsor de los egresados de la FACICO en sus propios medios de comunicación fundados en esta entidad a base de esfuerzo y trabajo.

Ofender al maestro Robles, ofende a toda una gran comunidad de egresados de la Facultad de Comunicación de la UV, reconocerlo, es reconocer a toda la historia de una institución forjadora de periodistas y comunicadores.

La historia de los excesos del sexenio chirinistas, están documentadas y nada puede borrar a los beneficiarios de los recursos públicos, principalmente desde las áreas de Sefiplan, que se regodeaban de los beneficios de poner a “sudar” el presupuesto y no haber realizado una sola obra pública de importancia y se enriquecieron a a manos llenas.

Los que se sienten dueños de la verdad absoluta, ahora son más papistas que el Papa y sólo pretenden ocultar su negro pasado que los delata y no pueden ocultar, y por eso ahora lo tratan de cubrir con la hiel de una lucha en contra de Yunes Linares, cuando son parte de ese clan.

El origen de sus fortunas hechas a base de corrupción que ahora tiene afectada a la entidad, es el punto de partida de su osadía de poner cortinas de humo, como algo infructuoso, cuando todos les conocen por sus antecedentes. No se vale.

En los actuales tiempos electorales, todo puede suceder y no hay que politizar el nombramiento de rector de la Universidad Popular de Veracruz y menos hacerle un tema mediático. Todo por su peso cae. Así las cosas.