Por El Hijo de Sor Juana
Columna: Décima sin musa
¡Gracias, mamá!
2015-05-10 |
10:00:14
La gratitud hacia esa mujer que ha dado todo por nosotros, debe ser permanente. Porque, gracias a ella, tuvimos la posibilidad de conocer el mundo, y porque el mundo, tiene sentido gracias a ella.
El proceso de dar vida,
siempre debe a la mujer
su ternura y su querer,
de manera tan sentida
que nunca se nos olvida
su dulce y grata presencia,
la más genuina evidencia
y el más sentido cariño
que se le prodiga al niño
con la luz de su paciencia.