martes, 07 de mayo del 2024
 
Por Aurelio Contreras Moreno
Columna: Rúbrica
La apuesta del ‘Fidelato'
2015-05-14 | 10:05:28
En su ofensiva para reposicionarse
políticamente en Veracruz, el clan de
los Herrera Borunda prácticamente
se devoró al Partido Verde Ecologista,
convirtiéndolo en un mero patiño al
servicio de sus intereses particulares.
No hay día que la dirigencia estatal
del PVEM no boletine alguna “sesuda”
declaración de Javier Herrera Borunda,
el hijo predilecto del exgobernador
Fidel Herrera Beltrán. Pareciera ser
el único candidato de este partido
participando en la actual campaña.
Sólo que con la salvedad de que él
no necesita hacer proselitismo, pues
está en el segundo lugar de la lista de
abanderados plurinominales de la
Tercera Circunscripción del Verde,
con lo que tiene asegurada una curul
en San Lázaro a partir de septiembre.
Pero tal exposición mediática, que
incluye visitas a medios de comunicación
para entrevistas a modo, obedece
a un interés superior, que va más allá
de una simple diputación federal. Fidel
Herrera está preparando a su “cachorro”
para que ingrese con fuerza en
la política veracruzana, pues es él en
quien tiene puesta la “esperanza” de
continuidad para su proyecto.
Para decirlo en términos concretos,
en algún momento Javier Herrera
Borunda buscará ser gobernador de
Veracruz. Quién sabe si el año que
entra, para la gubernatura de dos
años (o de cinco, si llegan a recular
sus perpetradores), pero el guion de
la trama que están fraguando los
Herrera es muy claro. Es un camino
que han recorrido antes. Y si no
fuera ahora, Javier Herrera es aún lo
suficientemente joven para explorar
otras posibilidades políticas antes de
lanzarse por “la grande”.
Por ello desde ahora le meten toda la
carne al asador a una candidatura que
no tendría por qué ser tan intensa de
no haber un objetivo más grande. Y en
ese mismo sentido se han dado a la tarea
de buscar reivindicar la imagen del
jefe del clan, Fidel Herrera, quien está
en Oaxaca como delegado del CEN
del PRI sólo el tiempo absolutamente
necesario. Su interés es Veracruz.
Y su estrategia está delineada. De
nueva cuenta se deja ver en los cafés
políticos, se deja apapachar por la gente
que aún lo ve con agradecimiento
o admiración (sí la hay, el populismo
funciona), y se vuelve a subir a los taxis
para aparentar esa falsa humildad
con la que le encanta teatralizarse a
sí mismo.
Por su parte, Javier Herrera se dedica
a hablar maravillas del sexenio de su
padre, a quien califica como el mejor
gobernador de la historia, (lo cual no
debe haber caído nada bien en el ánimo
del actual habitante de Casa Veracruz)
y lo defiende de las críticas aduciendo
que se trata de meras “envidias”.
Pero los Herrera y sus aliados no
pueden desligarse del desastre por
el que atraviesa la entidad en estos
momentos. Fue en el sexenio de Fidel
cuando se comenzó a endeudar
sin escrúpulos a Veracruz e inició el
desorden financiero. Durante su administración
se asentaron en el estado
las hordas del crimen organizado que
siembran el terror entre la población
a la que ahora secuestran y asesinan.
Fue Fidel Herrera, nadie más, quien
decidió imponer a Javier Duarte de
Ochoa como sucesor, contra viento y
marea y a pesar de su inexperiencia
política, para asegurarse impunidad y
mantener el control político en el estado
de Veracruz, que como ha quedado
demostrado, sigue ejerciendo.
La idea del extender su hegemonía
política por al menos dos gobiernos
más está firme en la mente de Herrera
Beltrán, quien prepara a su hijo para
ser el heredero de lo que, más que un
Maximato, podría calificarse como
un “Fidelato”, por aquello del gusto
del exmandatario por el culto a su
personalidad.
Son un clan canalla.
Pausa
Para que su autor pueda atender unos
asuntos de índole personal, esta columna
se tomará una pequeña pausa
y no se publicará del 15 al 19 de mayo,
retornando a la regularidad el día 20.
A los lectores, muchas gracias.
Email: aureliocontreras@
gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Sebilia, mujer lardosa, abundante en
carnes, casó con Alfeñico, joven enteco
y escuchimizado. Cuando llegaron a la
habitación donde pasarían la noche de
bodas el amoroso galán le preguntó a su
robusta dulcinea: “¿Qué lado de la cama
quieres, cielo mío?”. Respondió ella sin
vacilar: “Los dos”. “¿Cómo los dos? -se
desconcertó el novio-. No creo que necesites
los dos lados de la cama”. “¿Que no?
-replicó ella-. ¡Espera a que me quite la
faja!”. (En efecto, la mujer se despojó de
la citada prenda prenda, y al hacerlo se
difundió por todo el lecho. ¡Y la cama era
King Size Super Grand Double Magna
Mega Big!).
El Valle de Saltillo es muy hermoso. Lo
circundan montañas azulinas comidas
ahora a dentelladas por los mercaderes de
las pedreras en torpe atentado contra la
belleza del paisaje. Una santísima trinidad
habita en ese valle.
Está Saltillo, desde luego, a donde va a
dar la gente que en el Cielo se porta bien.
Al oriente vive Arteaga, Pueblo Mágico,
tierra de aristocráticos terratenientes en
cuyas huertas se dan manzanas comparadas
con las cuales la del Paraíso es deleznable
poma incolora, inodora e insípida.
Y hacia el norte se encuentra Ciudad
Ramos Arizpe, que apenas ayer hacía
tamales, chorizo y pan de huevo y hoy
fabrica automóviles que van por todos
los rumbos del planeta.
Gente de mucho ingenio vive en esa
noble población. Dicen que cuando en
Ramos nace un niño su padre lo toma en
brazos y lo lanza con todas sus fuerzas
hacia arriba. Si el recién nacido se agarra
de uno de los morillos o vigas de la
techumbre, eso es muestra de que posee
la habilidad y fuerza que se necesitan para
salir adelante en este mundo. Su orgulloso
papá pone entonces una escalera y lo
baja amorosamente para presentarlo a
la familia.
Por el contrario, si el crío no se procura
por sí mismo la salvación su genitor, indiferente,
lo ve caer y hacerse papilla en
las baldosas sin que nadie llore la pérdida
de aquel que no dio trazas de ser capaz de
enfrentar las duras pruebas de la vida.
De Ramos Arizpe era José Dávila,
apodado El Mudo, porque lo era. Una vez
alguien le preguntó cuántos años tenía.
Pasó él la mano por la pared encalada; se
señaló en seguida la parte posterior de su
cuerpo e hizo luego con los dedos un 2 y
un 5. Eso quería decir: “Cal-culo que 25”.
Igualmente nació en Ramos don Fidencio
Flores, poeta de gran mérito, autor de un
espléndido poema en loor de la tortilla.
Miren qué título le puso: “Hostia santa”.
En Ramos Arizpe sucedió a mediados
del pasado siglo el comentado caso de
aquel muchacho que embarazó a una chica.
De los abracijos, ya se sabe, nacen hijos.
El seductor, hijo del carnicero del lugar,
puso pies en polvorosa. El tablajero ofreció
al padre de la ofendida una indemnización
en especie: cotidianamente le daría un kilo
de carne a su elección -bisté, molida, cuete,
hígado, chuleta o chambarete- hasta la
mayoría de edad de la criatura. Aceptó el
trato el hombre, y cada mañana acudía a
recoger aquel tributo. Cuando salía con él
los muchachillos de la calle se escondían
tras de las esquinas y le gritaban: “¡Carne
por carne!... ¡Carne por carne!...”.
Como se ve, ya desde entonces había
redes sociales. Don Óscar Flores Tapia,
quien fue gobernador de Coahuila, tuvo
la venturosa idea de convertir en ciudad
a esa antañona villa.
Era alcalde de Ramos Arizpe otro magnífico
señor: don Eufrasio Sandoval. Ayer
se cumplieron 35 años del suceso. Ricardo
Aguirre, el actual alcalde, encabezó los
festejos de aniversario junto con el gobernador
Rubén Moreira.
Yo no pude asistir -tenía cosas menos
importantes qué hacer-, pero desde aquí
saludo a ese lugar querido y a sus laboriosos
habitantes. Ramos Arizpe es orgullo
de Coahuila y ejemplo de trabajo para los
coahuilenses. Seguirá progresando, y al
mismo tiempo conservará su genio y su
figura. Enhorabuena.
Dos tenorios de pueblo salieron una
noche con sendas artistas del circo que
había llegado al villorrio. Al día siguiente
uno de ellos se veía feliz; el otro mohíno.
Contó el de la sonrisa: “Me tocó
la contorsionista. ¡Hubieras visto qué
meneos, qué maromas!”. Dijo el otro:
“En cambio yo ando todo lastimado de
allá abajo. ¡Me tocó la tragaespadas!”.
Con la esperanza de aglutinar a una bola de
asesinos, caciques y militares de muy dudosa
estepa, en 1929 Plutarco Elías Calles, “parió”
un engendro de partido llamado el Partido
Nacional Revolucionario, (PNR), que años
más tarde se convertiría en un aborto, al que
todos conocemos como PRI. Tanto aquellos
individuos, como los presentes, hasta la fecha
reclaman su parte del botín. Y vaya si lo han,
y siguen consiguiendo.
Llevamos 86 años bajo este yugo ancestral,
y no podemos nombrar a ningún presidente
que haya cuidado del pueblo.
Tan solo llegan a saquearlo, ofreciéndoles
“espejitos” a cambio de miserables viviendas,
(llamadas de interés social), o bien de
una educación caduca desde la época de
Vasconcelos, (ahora a cargo de un mal, ex
gobernador, mal ex diputado, mal ex Secretario
de Gobernación, y mal ex todo lo que
quiera y mande, como lo es Emilio Chuayffet,
quien parece ser el dueño del Teatro de los
Arlequines, -o Arlequinas-, de Atlacomulco).
O un IMSS del terror como lo demuestran
los casos de muerte de esos bebés en la
Comunidad de La Pimienta, en Simojovel,
(Chiapas), en manos de un José Antonio
González Anaya, que si es Doctor, pero en
Economía por la Universidad de Harvard, y
“gran” licenciado en Economía por el Instituto
Tecnológico de Massachusetts.
¿Quién carajos nos puede explicar que
chingada madre hace este individuo al frente
de la salud del país? Quién sabe, y a lo mejor
en sus ramas, (quizás las de Darwin) es muy
bueno, pero en “éstas”, usted SM, Henry I,
tiene la obligación de explicarle a sus pinches
gobernados que aberración llevó a este ente
a tan delicado puesto.
Está bien que usted por sus pistolas siga
manteniendo a su compadre (de grado)
Benito Neme Sastre, al frente de CAPUFE,
pero… ¿al tal González Anaya en el IMSS?
(Esto hiede, a zorrillo).
Y así le seguiríamos con el otro “grupo”
emanado desde el estado de Hidalgo, que
en una farra descomunal han tomado por
asalto el salón del banquete llamado México,
encerrándose en él a cal y canto, para
disfrutar del festín, mientras esperan los
“abundantes” votos del 7 de junio, que serán
premonitorios del estrangulamiento (por
cansancio) que les espera en el 2018, cuando
la sociedad cansada de tanta inmundicia, les
pase la factura.
Pero, hablemos del gnomo de Harvard, a
veces conocido como el señor de “las manos
limpias”, y sus grandes artes de aparicionista
y escapista, en su fraudulenta toma del poder,
apareciendo subrepticiamente (tras la bandera
que lo debió repudiar) en una Cámara
de Diputados más que comprada, (al PRI y
al chaquetero PRD), que de piernas abiertas
estaba dispuesta al entreguismo de la Nación,
a las manos de un ser paranoico, que a los
pocos días le declaró una guerra demencial
al imperio del hampa, con la solo consigna
de agandallarse de un poder en las urnas,
(que nadie le creyó) de un raquítico 0.56 %
de votos, que después de denigrar (portando)
el uniforme militar junto a sus escuincles
(algo que está tipificado como delito por la
Constitución), confesar que fue: “Haiga sido,
como Haiga sido”.
Ese, “haiga sido, como haiga sido”, le costó
al país una incierta cifra (el tiempo nos dará
la razón) de entre 100 a 120 mil asesinados,
un número indeterminado de desaparecidos
que oscila entre los 60 a 70 mil, y unos 700
mil desplazados, dejó al descubierto este
esqueleto harapiento, hambriento y ensangrentado
en que convirtió a nuestro México,
donde se le permitió gastar miles de millones
de dólares en armamento y pertrechos, para
un ejército y una marina, que fueron obligados
a cumplir unas funciones impropias
de sus códigos castrenses, ante la ineficacia,
tolerancia, corrupción e impunidad de unos
gobernadores, que en la mayoría de los casos
eran (y siguen siendo) parte del crimen
organizado.
Este gnomo de Harvard, es quien presume
de sus “manos limpias”, y quien vociferaba
que AMLO, era un peligro para México.
Costumbre ya asentada en este ser, (que la
historia juzgará como un sociópata), de nuevo
vuelve a sus demenciales andanzas pensando
que aun estamos bajo su yugo de terror y
muerte, comparando a Jaime Rodríguez Calderón,
(El Bronco, candidato independiente
a la gubernatura de Nuevo León), con Hugo
Chávez, y en entrevista televisiva mostrándolo
como el nuevo peligro para México.
Pobres enanos mentales, que saben tener
sus cerebros podridos por las asquerosas
miasmas del síndrome de la inferioridad,
teniendo que robar ref lectores, sabiéndose
los acreedores del descrédito de la historia,
que los ubicará en un nicho cercano a Nerón,
Calígula, Atila, o un Pinochet cualquiera,
junto a un Francisco Franco, y otros muchos,
que han dejado como huella en la humanidad,
una impresionante estela de sangre de gente
inocente.
El peligro real para México, fue y sigue
siendo este “señor”, al que le siguen permitiendo
pisar nuestro suelo, que él empapó de
sangre, y que junto a un Genaro García Luna,
y otros muchos como Palomino y compañía,
siguen intocables, al no haber nadie en la
presente administración que se atreva a enjuiciarlos
por delitos de lesa humanidad, que
es como internacionalmente se conoce este
tipo de masacre contra un pueblo indefenso.
Pero hablemos con Don Quijote y Sancho:
-Sancho: Oye mi señor: Esto ya es una
burla por parte de la fiscalía. No contentos
con todos los atropellos a las leyes y la convivencia
ciudadana, nadie tiene testículos de
hablar del asesinato de Regina Martínez. ¿De
veras piensan que esto quedará así?
-Don Quijote: No faltan testículos. ¡No
tienen estos!. Y por supuesto que en lo que
queda de sexenio seguirán encubriendo a los
asesinos. “Perro, no come carne de perro”.
-Sancho: ¡Ah!, chingao, chingao, chingao.
Pueblo mágico ‘Manos limpias’,
sembradoras de muerte
La apuesta del ‘Fidelato’
MIRADOR
››armando
fuentes aguirre
Le preguntaban a aquel hombre:
-¿Cómo te ha ido?
Respondía siempre:
-¡A las mil maravillas!
En cierta ocasión le sucedió algo,
y ya no le fue a las mil maravillas:
le fue a las 999 maravillas.
Aun así le iba muy bien. ¿Qué es
una maravilla menos, entre mil?
Pero el hombre se sintió infeliz
porque ya no le iba a las mil maravillas.
Su carácter se agrió; andaba
siempre nervioso e irritado.
Enf lacó sensiblemente. Su
rostro se demacró; se opacó su
mirada. Cuando alguien le preguntaba:
“¿Cómo te ha ido?” ya no
contestaba como antes: “¡A las mil
maravillas!”. Tampoco respondía:
“A las 999 maravillas”. Replicaba
con apagada voz: “Muy mal”. Un
día desapareció y nunca más se le
volvió a ver.
En mi vida hay 30 maravillas:
mi esposa, mis hijos, mis nietos,
mis hermanos, mis amigos, mis
cuatro lectores y mi perro.
Vivo a las 30 maravillas.
Y eso, créanme ustedes, es vivir
a las mil maravillas.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››por afa
“...Multan de nuevo al Partido
Verde...”.
No es un partido: es negocio
que se anuncia hasta en el cine.
Ante esa mafia es el INE
la carabina de Ambrosio.
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