jueves, 02 de mayo del 2024
 
Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Los hijos ‘sandías'
2015-05-15 | 08:42:15
¿Por qué Federico Madrazo Rojas
y Javier Herrera Borunda, hijos de
dos connotados “dinosaurios” priístas
como Roberto Madrazo Pintado
y Fidel Herrera Beltrán –ambos
ex dirigentes juveniles nacionales
del PRI; exgobernadores de Tabasco
y Veracruz, y exdirectivos
del CEN del partido tricolor–, han
decidido militar y hacer campaña
en este proceso electoral federal
como candidatos del Partido Verde
Ecologista de México (PVEM) y no
por el Revolucionario Institucional
que encumbró en el poder a sus
padres y abuelos?
Quizá su decisión pudiera comprenderse
mejor con la lectura del
artículo titulado “El fin del PRI”
que Rubén Aguilar Valenzuela publicó
hace cuatro días en el diario El
Economista, en el que el exvocero
del ex presidente Vicente Fox argumenta
que el priísmo no crece en
el número de sus simpatizantes y
que todo el trabajo de la dirigencia
se reduce a mantener y alimentar
su voto duro, que ronda en 30 por
ciento.
“En un primer nivel de análisis,
esos números le garantizan ganar
la próxima elección federal, por
debilidad de la oposición, pero esconden
la realidad del partido en el
poder”, resume Aguilar Valenzuela.
“En el 2012, el regreso del PRI
a la Presidencia no le ha implicado
el crecimiento de sus seguidores.
Cuando un partido, para el caso el
PRI, asume que ya no tiene capacidad
de convencer a más electores
que su voto duro, acepta que ahora
sólo le toca usufructuar, es su única
posibilidad, lo que construyó en el
pasado y vivir de sus rentas hasta
que éstas se agoten.
“En los dos y medio años que
van del sexenio, el Presidente y su
partido han tenido una baja valoración,
en torno a 40% para el caso
del Presidente, hay encuestas que
lo sitúan todavía más abajo, y en
la sociedad se ha consolidado la
imagen, misma que tiende a crecer,
de que este gobierno y los priistas
en general son corruptos, frívolos
y dispendiosos.
“La estrategia electoral del PRI
ante este escenario ha sido la de
concentrar todos sus esfuerzos en
mantener amarrado a su voto duro
a través de distintos tipos de dádivas,
pero sin hacer ningún esfuerzo,
lo consideran inútil, para ampliar
el número de sus simpatizantes.
Confía en que su estructura, de su
yo más fuerte que la de los otros
partidos, sea capaz de sacar a sufragar
a sus ‘bases’ el día de la elección.
“Si el PRI ya no puede crecer,
todos los datos indican eso, hace
evidente que en el futuro próximo
ya no tendrá posibilidades de hacerse
del poder. Ahora lo previsible
es que el voto duro se va a seguir
reduciendo, tal como ha ocurrido
en los últimos 25 años. Los porcentajes
acumulados históricamente le
han permitido mantenerse y ganar,
pero un día, que está próximo, los
porcentajes del voto de sus simpatizantes
ya no se lo van a permitir.
“Hoy si la oposición se une, cosa
que no se ve fácil, pero tampoco
imposible, el PRI perdería las elecciones
federales del 2018 y buena
parte de los estados que ahora
gobierna. Si el PRI no cambia su
manera de hacer política, de gestionar
el poder y su forma de acercarse
a la sociedad, no podrá crecer y de
esta manera sólo obtendrá el poder
mientras le den los números de su
voto duro.
“Si el PRI no se transforma, ahora
no se ve cómo, está en camino a
su fin como instancia hegemónica.
El volver a la Presidencia, que implica
el regreso de viejas prácticas,
marca el inicio de esta etapa y no
la de su expansión. La posibilidad
de triunfar en las elecciones ya no
depende del PRI, sino de la debilidad
de la oposición. Ella tiene
la palabra”, concluye en su texto
Aguilar Valenzuela.
El 23 de febrero, la politóloga
Denise Dresser escribió en Reforma
el artículo “PVEM: partido
muleta”, en el que criticaba que el
Verde es una prótesis del PRI, cuya
sola existencia está encaminada a
permitir que los priistas mantengan
el poder.
“Un partido Potemkin sin el cual
Enrique Peña Nieto no hubiera ganado
la elección presidencial y sin
el cual el priismo no triunfará en la
elección intermedia. Sin el PVEM
el PRI no obtiene más del 30 por
ciento del voto y lo sabe. De allí la
importancia de inflar al Verde (…).
“Vía estrategias extra-legales
que el gobierno induce porque sabe
que con ellas llegará cojeando a la
elección, pero con el voto suficiente
para ganarla”, afirma la académica,
quien también reprocha la
complicidad de la mayoría de los
consejeros del Instituto Nacional
Electoral, por actuar “como correa
de transmisión de la voluntad del
PRI y el Partido Verde”.
“En vez de impedir la creación
de la muleta, ayudan a que el priismo
se apoye en ella”, dice Dresser,
quien apunta que encuestas recientes
registran que el PVEM creció
del 5% al 11%, “lo suficiente para
asegurar la mayoría en la Cámara
de Diputados en alianza con el
PRI”.
¿Ahora se entiende por qué los
hijos de Roberto Madrazo y Fidel
Herrera han decidido emigrar al
PVEM? Es un partido que será
relevante en el futuro reparto del
poder, que obviamente negociará a
partir de 2018 algunas de las próximas
senadurías y gubernaturas.
Pero, por el momento, habrá que
ver cómo dirimen sus conflictos de
intereses en estados como Oaxaca
y Tabasco, donde ambos partidos
–a diferencia de Veracruz – no van
en alianza sino que contienden con
candidatos propios.
Y es que en Oaxaca, –estado que
forma parte de la tercera circunscripción
plurinominal por la que
ha sido enlistado Javier Herrera
como candidato a diputado de
representación proporcional por
el Partido Verde–, su padre acaba
de tomar posesión como delegado
del CEN del PRI.
¿Será por eso que el hijo del
exgobernador sólo hace campaña
en Veracruz y no en la entidad
vecina?


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