Por Rafael Arias
Columna: Sucesión: ser, decir, hacer y evaluar
Sucesión: ser, decir, hacer y evaluar
2015-06-22 |
10:10:48
Faltan 528 días. Casi 17 meses.
Antes, durante y después de todo, lo que da
razón de ser a una Democracia, es la atención
permanente, oportuna y eficiente de prioridades
y necesidades de los seres humanos.
Frente a los problemas solución, no simulación
ni minimización, distorsión o desatención.
Mucho menos aprovechamiento
del cargo público, para beneficio personal,
familiar, y de grupo.
Elección y Legitimidad en hechos, no
en dichos, a partir de un diagnóstico serio
y objetivo, actualizado y confiable. De un
COMPROMISO BÁSICO.
Elección y revocación, no sumisión ni
capitulación ciudadana.
Se les confía, por fortuna sólo por un tiempo,
la representación pública, para cumplir
y hacer cumplir la ley, asumir responsabilidades
y deberes, y alcanzar objetivos y metas
sociales.
Elección y evaluación, no resignación ni
abyección popular.
Se les elige democráticamente, para ser
servidores públicos, no concesionarios ni
usufructuarios del gobierno. Para que hagan
lo que tienen que hacer: garantizar libertades
y derechos, justicia y seguridad a la vida y
convivencia de las personas.
Elección, no coronación ni unción del
gobernante.
Mediante el sufragio, resultan electos no
por decisión divina, asociación empresarial,
concesión mafiosa o herencia aristocrática.
Tampoco para hacer lo que quieran, ni para
usar y abusar, y beneficiarse del cargo para
el que fueron electos.
El gobernador es lo que hace
En todo caso, lo importante para la sociedad
que les entrega cargo y encargo, institución y
recursos, credibilidad y confianza públicas,
no es lo que son o dicen ser, sino lo que
hacen, los resultados que obtienen y las
cuentas que, en tiempo y forma, rinden a
la sociedad.
Y esto es lo más importante de la acción
de la elección en una Democracia, la legitimidad
respecto a prioridades humanas y
necesidades sociales: hechos y resultados.
¿Qué deben hacer los electos? Evidentemente
no lo que se les ocurra o les dé la gana.
No lo que decidan conforme a sus intereses
y gustos. Están para servir, no para servirse.
Por tanto deben ubicarse en el ahora y
aquí, para atender y prever lo previsible.
Hacer tierra en la real realidad, informarse
lo necesario para organizarse y actuar. Analizar
la problemática social y gubernamental
por difícil y complicada que sea y hacer un
diagnóstico objetivo y confiable, a partir de
una amplia, seria y representativa consulta
ciudadana y social.
Análisis e integración de propuestas
claras, viables y programables, con fechas,
responsables y apoyos; con objetivos y metas
evaluables. El diagnóstico es, uno de
los aspectos centrales del COMPROMISO
BÁSICO que debe proponer todo aspirante
y al que agregarán, en su momento, cuando
tome posesión del cargo, otras ideas y propuestas
que finalmente constituyan Plan y
Programas de gobierno.
De ahí la importancia de la transparencia
y acceso a la información, de la rendición
de cuentas y la evaluación, de la solución
y la previsión. Por eso es imprescindible
saber si los elegidos cumplen con dedicación
y trabajo, con resultados comprobables y
evaluables.
Para reconocer y consolidar logros y
avances; para corregir errores y evitar pérdidas,
limitaciones y sacrificios. Evaluar en
verdad. No simular y engañar.
Atender lo importante y urgente
Si no se cambia y participa, informándose
sobre los aspirantes, para constatar que no
sean probados y reciclados ineficientes o
delincuentes. Si no se evalúa, para reconocer
o castigar el desempeño en el gobierno. Si
no se tiene conciencia de las limitaciones y
sacrificios crecientes, a los que se somete
y condena a buena parte de la población,
entonces hay que prepararse a pagar las
consecuencias.
Por lo pronto. Aspirantes y suspirantes,
de todos sabores y colores, de todos establos
y franquicias, se anotan como candidatos a
elección popular, para la grande y para la
chica, para todo lo que se mueve y conviene.
En todas las pistas se hacen presentes,
promocionándose con recursos propios, de
los grupos que los apoyan o con cargo al
presupuesto oficial.
Unos y otros, y hasta algunos decentes,
hacen su esfuerzo por obtener la aprobación
popular. Aunque muchos saben de sus
adicciones, defectos y limitados alcances.
Proclives y ejemplo de simulación e ineficiencia,
impunidad y hampa electoral.
Verdadero reto identificar a los menos
malos. Y al mejor y más capaz.
Académico.IIESES-UV
@RafaelAriasH
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