domingo, 05 de mayo del 2024
 
Por Leo Zuckermann
Columna: Juegos de Poder
O les vale o son corruptos
2015-06-22 | 21:27:26
Un símbolo de nuestro subdesarrollo son las largas colas para pagar los peajes (por cierto, bastante caros) en las carreteras. En los países desarrollados ya no existen filas porque, desde hace muchos años, se paga casi exclusivamente por medio de aparatos o calcomanías que leen un chip y cargan el cobro de manera automática a una cuenta de débito o crédito del conductor. En México existe esta forma de pago, conocida como tag, pero funciona muy mal. ¿Por qué demonios no podemos tener un sistema que funcione bien como en otros países?
Pongo dos ejemplos que me ha tocado ver. El mejor de todos es el de Israel. Hay carreteras de cuota pero no casetas. ¿Cómo cobran el peaje? Muy sencillo: todos los coches tienen un chip escondido que poderosas antenas leen cuando uno entra a la carretera. No se puede pagar de otra forma. Cuando uno renta un automóvil, la agencia alerta a los clientes que, si usan una carretera de peaje, se hará el cargo automático a la tarjeta de crédito con la que se rentó el coche.
Ya sé lo que usted pensando: que en México esto sería imposible porque no faltaría el corrupto que encontraría la manera de desconectar su chip para ya no pagar los peajes. La triste conclusión de esta cultura de hacer trampas, más la impunidad con la que está asociada, nos condena, entonces, a no poder adoptar una tecnología de punta que nos ahorraría mucho tiempo.
Paso, entonces, al segundo ejemplo. En Nueva York, la mayoría de los coches pagan el peaje de los múltiples puentes con tags, pero no se paran cuando pasan por la caseta. Van hasta 90 kilómetros por hora sin preocuparse que las plumas de acceso no se abran. Supongo que las antenas que leen los chips de sus tags son mucho más potentes que las que hay en México. ¿Por qué no tenemos nosotros esta tecnología? ¿Por qué aquí las antenas difícilmente funcionan?
Este fin de semana me tocó vivirlo. Tuve que salir fuera de la ciudad con mi respectivo tag que coloqué en mi automóvil de acuerdo a las instrucciones recibidas. Cuando bien me iba, tenía que pasar a paso de tortuga para que la pluma se levantara. Cuando me iba mal, hacía un baile de adelante para atrás y viceversa para cachar la señal. Lo peor ocurrió en una caseta que nunca leyó mi tag. El encargado me informó que esa antena tenía problemas. O me cambiaba de línea o pagaba en efectivo. Lo primero era prácticamente imposible. Hice lo segundo pensando que, de seguir así, algún día me pedirían pagar con granos de cacao.
Pero yo fui muy suertudo. Salí temprano del DF y llegué a mi destino de acuerdo a lo planeado. Los que salieron más tarde vivieron un infierno. Un trayecto que dura unas dos horas y media lo hicieron en ocho. ¿Por qué? Pues resulta que en algún momento se cayó el sistema completo de los tags. Ninguno leía. Los camioneros, furiosos porque al parecer esto ocurre con frecuencia, y tomando en cuenta que ya no traen dinero por cuestiones de seguridad, se rehusaron a pagar en efectivo. En señal de protesta, bloquearon todas las casetas. Caminos y Puentes Federales (Capufe) se rehusó a dejarlos transitar gratuitamente. Al parecer esto sólo se lo permiten a los maestros de Guerrero y Oaxaca cuando toman las casetas en protesta. Aquí no. Aquí se montaron en su macho y no dejaron pasar. Después de negociar, los camioneros accedieron a abrir una sola caseta para que lentamente circularan los vehículos dispuestos a pagar en efectivo.
Mis amigos llegaron furiosos y con toda razón. Nos acordamos que el año pasado, el director de Capufe, un político mexiquense, amigo del presidente Peña, de nombre Benito Neme, licitó los sistemas automatizados de cobro que ganó la empresa Telepeaje Dinámicos en condiciones muy extrañas y opacas. Los primeros días de operación fueron un caos ya que el sistema no leía los distintos tags.
Muchos meses después, el servicio sigue siendo un desastre. Hay pocos carriles exclusivos para el cobro automático, la señalización es pésima y muchas de las antenas no funcionan bien. ¿Y dónde están las autoridades que deberían regular este servicio pensando en el bienestar de los consumidores? Dormidas o metidas en la cama con el pseudo-empresario que provee el servicio del cobro automatizado. No puede haber otra explicación. O a Capufe le vale un pepino lo que sucede en las carreteras federales o se hace de la vista gorda frente a un pillo que cobra mucho pero invierte poco poniendo las peores tecnologías disponibles en el mercado.


Twitter: @leozuckermann
Entradas Anteriores












NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México