2015-06-27 | 20:57:46

PLANA MAYOR
• Contraloría General: la Celestina
Gaudencio García Rivera
Qué sabio o sabios recomendaron al titular de la Contraloría General del Estado (CGE), el converso Ricardo García Guzmán, se mantuviera en reserva los nombres de los 23 servidores públicos que están en la lupa de la Auditoría General de la Federación (AGF), por las 187 observaciones e irregularidades que se observaron inicialmente en una docena de cuentas públicas que abarcan la parte final del cuestionado gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Por qué si el Poder Ejecutivo local ha dado muestras de transparentar los dineros públicos que se manejan por conducto de la Sefiplan y rendir cuentas puntualmente, para que no haya sospechosísimos de corrupción, de unas semanas para acá la Contraloría General acabó bateando la bandera de la transparencia y de la honestidad del gobierno duartista.
¿Por qué de pronto se ha convertido en el Celestino del gobierno de la prosperidad? ¿Qué ocurrió en los drenajes del intríngulis político? El orondo contralor Ricardo García, como es del dominio público, es un trapecista de la política, que trabaja para Dios y para el diablo, había anunciado con bombo y platillo que los servidores públicos que hubiesen cometido daño patrimonial, serían consignados a la Fiscalía General.
Pero por obra de algún genio de los altos círculos del poder público, García Guzmán que dejó de ser un político confiable a partir del gobierno de Fidel Herrera Beltrán (2004/2010), se mutó al panismo de Miguel Ángel Yunes Linares y de ahí en el gobierno duartista fue habilitado con un poder omnímodo en la Contraloría General, para poner orden al desorden iniciado en el 2010. Las normas y leyes se las pasan por el arco del triunfo.
Como epílogo, tanto la Contraloría General como el Órgano de Fiscalización superior del Estado se han convertido en los Celestinos para tapar los boquetes financieros del erario público estatal que dejaron los depredadores identificados plenamente por la Auditoría General de la Federación y los senadores priistas de Veracruz, Héctor Yunes Landa y José F. Yunes Zorrilla. ¿Cuál será el epitafio?
AL CALCE… Al banquillo los corruptos. En los predestapes del juego sucesorio del hándicap gubernamental que desde el mes de enero de 2015 viene realizando el senador priista por Veracruz, Héctor Yunes Landa, uno de los lemas que viene manejando si es favorecido por el PRI en 2016 es que no habrá cabida a los políticos corruptos y saqueadores del erario estatal que desfondaron el patrimonio del Gobierno del Estado. En su recurrentes predestapes el 8 de junio en un conocido hotel de Xalapa, para festejar a los periodistas con motivo del Día de la Libertad de Expresión que se debía festejar el 7 de junio pero se postergó porque ese día se celebraron las elecciones federales, se hizo acompañar nada menos que del polémico “Señor de los diezmos”, Rafael Cruz Tronco, también conocido en el argot político como “El negro Tronco”, quien durante el sexenio de Fidel Herrera Beltrán, su amigo de la infancia y asesor, pasaba la charola a los empresarios para que se cayeran con el diezmo si querían entrar en licitaciones de obras de infraestructura. Lo curioso es que “El Señor de los diezmos” se vio muy cerca su activismo con el senador Héctor Yunes. ¿Qué acuerdos o pactos habrán hecho en una reunión que era a exprofeso para periodistas? ¿Doble discurso? ¡Preocupa que los depredadores estén a su lado! Comentarios a gau41@hotmail.com o gaugar55@gmail.com
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