2015-06-28 | 21:23:30

Algunos analistas políticos que dicen ver el ver futuro y predecir lo que va a suceder con una bola de cristal, aseguran que en el estado de Veracruz no hay lugar para broncos. Esta sentencia arbitraria y miope va en contra de la democracia, porque según la reforma electoral, existen los candidatos ciudadanos, aunque en esta entidad el voto duro del priismo sea parte de una tradición y por ende la larga historia de muchas décadas en el poder que llaman a la reflexión de los ciudadanos.

Después de la exitosa jornada electoral del siete de junio en donde al presidente Enrique Peña Nieto, le da la mayoría del congreso y en donde el gobernador Javier Duarte, se ciñe con una gran victoria en dieciséis de los veintiún distritos en la entidad, y que además provocó la caída del panismo con una derrota estrepitosa en estos lares y en todo el país que tienen a Gustavo Madero en la lona, el priismo debe dar cuenta del favorecimiento de ese voto duro y en algunos casos del voto de castigo para los panistas que siguen padeciendo los doce años de desgobierno de Fox y Calderón.

Después del gran triunfo electoral logrado el siete de junio, se dio una pifia en el congreso local con la implementación de un reglamento de tránsito con disposiciones de un supuesto avance futurista, pero que la población sintió como un regreso al pasado porfirista en tiempos de la dictadura.

Las enmiendas al susodicho reglamento se hicieron, pero las reprimendas a las elevadas multas siguen con sumas por demás irrisorias aplicables a las faltas por un sinnúmero de situaciones que son parte de un acoso a automovilistas y a ciudadanos.

El gobierno priista de Javier Duarte, debe tener cuidado y actuar con cordura, porque aunque va en caballo de hacienda en el tema electoral, el voto ciudadano es cambiante y su reversión indescifrable, aunque los que dicen ver el futuro tampoco dieron cuenta de la dura derrota del PRI-Verde en Veracruz y Boca del Río ante un PAN débil que pretende resurgir a base de denostar al gobierno estatal y a los ayuntamiento priistas.

No se trata de que los beneficios a los ciudadanos se conviertan en dadivas del gobierno hacia la gente, pero tampoco de las dadivas de los ciudadanos hacia algunas áreas que esquilman de muchas formas a la población.

Para que el PRI conserve el poder estatal en las elecciones del 2016, que ya es el próximo año, se deben adoptar medidas serias de razonamiento gubernamental en donde de ninguna forma se puede apretar aun más a la gente en sus deterioradas economías, esa es la clave.

Uno de los casos más comunes es que en el tema de la tenencia vehicular y del emplacado, miles de propietarios de vehículos firmaron convenios para poder cumplir en los pagos atrasados, que ahora son parte de un acoso fiscal con los embargos de las unidades.
Ojala y el gobernador Javier Duarte, emita un decreto de perdón para los adeudos que mediante convenio se hicieron para el pago de las tenencias, y muchos contribuyentes no pudieron pagar a causa de las contingencias naturales de los huracanes y por ende de los problemas económicos subsecuentes. O aunque sea que se amplíe el plazo sin mayores intereses y desde la SEFIPLAN dejen de hostigar y amedrentar con los embargos de los vehículos en un acoso terrible.

Algo que se convierte en una carga mayor junto a las elevadas multas del famoso reglamento de tránsito.

No se trata de las mordidas o el alto costo de las multas que si pueden pagar los funcionarios públicos o los legisladores con sus grandes sueldos, sino que se trata de la desproporción natural de los ingresos normales de un jefe de familia que bien puede ganar el salario mínimo o ni eso y en donde se le somete a un callejón sin salida.

Cuando los gobernantes pierden la objetividad y la sensibilidad con el pueblo, se presentan situaciones delicadas que apuestan a otras salidas en donde los caminos no son los recomendables y se pierde la energía en concentrarse y desgastarse en como solventar el mantenimiento y sostenimiento de un vehículo familiar para el transporte privado, público o para el trabajo.

Ojala desde las acciones de las áreas recaudatorias de impuestos, derechos, productos y aprovechamientos, el gobierno estatal y los municipios entren en razón de que el horno no está para bollos, que existe una crisis económica y con todo de que EPN diga que ya se aumentó el consumo, pero también se aumentan los gastos con asuntos en donde desde la autoridad de cualquier nivel de gobierno panista o priista o de cualquier partido político, la única razón de ser es captar recursos a como dé lugar para poder gastar en el gasto corriente, que es más corriente que gasto.

No deben confiarse y después de un gran triunfo electoral, los gobiernos de cualquier partido político deben mejorar sus servicios y la atención a la gente, pero no atacarlos en la economía, porque pegarle a la gente en sus desgastados bolsillos es pegarle en el corazón donde más duele.

El razonamiento es sencillo, el presidente Peña Nieto, en su discurso de optimismo dice que el país cada día va mejor, a esto la gente le responde con un voto electoral de apoyo, en donde se logra el equilibrio para no darle más poder a unos y otros.

Se trata de un sabio recurso ancestral de la democracia que la gente sabe aplicar con inteligencia. Este es el verdadero ejemplo en el país cuando el PRI perdió el poder presidencial en el año 2000 y doce años después, el ciudadano castigó a los gobierno panistas que no aprendieron a gobernar y se olvidaron del pueblo.

Peña Nieto va bien, Duarte, igual, ojala y se den cuenta de que se deben a la gente y no pierdan sensibilidad, sobre todo evitar el daño de aquellos funcionarios que enquistados en el gobierno sólo están para pensar como castigar a la gente en sus economías y en sus derechos elementales. No se vale. Así las cosas.