Por Alfredo Tress Jiménez
Columna: ¿Usted qué Opina?
2015-06-29 |
21:31:23
Los Partidos PolÃticos de Nueva Creación: ¿un medio o un fin?
Por: Alfredo Tress Jiménez
Desde el año 2000 a la fecha hemos sido testigos de grandes sucesos que han transformado la realidad de nuestro régimen democrático; la alternancia en el Poder Ejecutivo Federal, rompió la ininterrumpida etapa de 70 años del PRI en la Presidencia de la República; las épocas de elecciones altamente competidas; de un Congreso Federal cada vez más plural; del acceso a gubernaturas y presidencias municipales en un número cada vez mayor de partidos distintos al hegemónico, e incluso en 2015, la llegada de un candidato independiente en Nuevo León.
Sin embargo hay algo que se mantiene, si no igual, sà con pocos cambios, y esto es la estructura partidista que representa, mientras no migremos a un régimen parlamentario o dictatorial, el esqueleto de nuestro sistema polÃtico, y es ahà donde hay que poner mucha atención, ya que en este tema y a mitad de un proceso democratizador intenso, muchas veces nos dan gato por liebre, y a rÃo revuelto…ganancia de operadores.
Hay partidos que nacen enteros y hay partidos que nacen…partidos. Como les menciono, desde mi personal óptica es indiscutible la importancia del partido polÃtico como vehÃculo para abanderar liderazgos genuinos, provenientes estos de la ciudadanÃa, pero ojo…no es lo mismo crear un partido polÃtico como consecuencia de un suceso de liderazgos legÃtimos, de trayectorias combativas o de rompimientos democráticos, que crearlo desde el principio en aras, no solo de conservar un registro, sino de planificar un verdadero cambio, que crearlo a partir de coyunturas inmediatas, ocurrencias, y hasta de caprichos.
Esa es la gran diferencia entre un partido que se crea para realizar polÃticas ciudadanas y públicas y otros que pudieran crearse para construir caudillos de papel o secuestradores del orden público, comparsas incapaces de proponer, estructuras momentáneas que nacen para establecer eternas alianzas, para la negociación dentro del ajedrez polÃtico. Incapaces de ganar terreno, de ganar elecciones y destinadas a ser gramos para completar el kilo.
¿Entonces aventurarse a constituir un nuevo partido es resultado de la apertura del sistema polÃtico mexicano o del proceso de democratización que vive nuestro paÃs? ¿O es consecuencia de los afanes de poder de grupos por acceder al poder o de encontrar la vÃa para el cumplimiento de metas personales?
La verdad puede estar en la respuesta a cada una de las preguntas, en la sumatoria de todas o en ninguna, depende mucho de las causas, el nacimiento y el respeto tanto de la normativa como de la ética con que se funda tal organización, misma que marca entre otras cuestiones, aspectos como los siguientes a manera de estrictos requisitos.
Independientemente de lo anterior, no es lo mismo el difÃcil cumplimiento de requisitos legales para la constitución de un partido polÃtico, ya sea estatal o nacional, que penetrar y arraigarse en la sociedad para participar exitosamente en un proceso electoral: o soportarse es un trabajo de años que permite legitimar a quienes encabecen el proyecto polÃtico; es la vertebración de los lÃderes sociales y los movimientos que enarbolan; es la identificación de personas que a través de su trabajo cuenten con el prestigio sin mácula que les permita ser merecedores del sufragio ciudadano; es el tener un perfil consecuente con lo plasmado en los documentos básicos. Es eso y mucho más.
En lo personal, y dado que no habrÃa forma de que este tema me fuera ajeno, ya que hoy dÃa, gran parte de mi actividad y activismo ciudadano lo realizo precisamente desde un partido estatal, me manifiesto claramente a favor de la apertura polÃtica pero con responsabilidad, con seriedad y solidez.
Es odioso ponerse de ejemplo y en este caso no lo hago directamente, pero sà estoy obligado a citar la historia inmediata de la organización a la que pertenezco, como un caso no solo de éxito, sino fundamentalmente de compromiso.De búsqueda de alternativas más allá de la complacencia o la protesta que hace rehén a la ciudad, eso necesita Veracruz, candidatos de verdad en partidos de verdad. No necesitamos un equipo de futbol que se conforme con no descender, sino que aspire al campeonato.¿Usted qué opina?
alfredotress@hotmail.com