2015-07-10 | 09:31:42

Las aportaciones de los pobres que se fueron porque no se les da una oportunidad, en 2014 sumaron 23 mil 645 millones de dólares en México. Para el primer trimestre de 2015 superaron los ingresos petroleros y lograron el segundo lugar de divisas, después del sector manufacturero.

“Con una recuperación sin precedente desde mayo de 2012, durante el pasado marzo las remesas recibidas por las familias mexicanas se convirtieron en la mayor fuente de divisas del país, por encima de los ingresos por las exportaciones de petróleo crudo.

Al primer trimestre del año, sumaron 5 mil 727.27 millones de dólares, que significan un incremento de 4.9 por ciento respecto del mismo periodo del año pasado.

Más aún, los ingresos por remesas en el trimestre fueron 12.45 por ciento superiores a los obtenidos por exportaciones petroleras en igual periodo, los cuales, según cifras oficiales, fueron por 5 mil 93 millones de dólares.”(La Jornada.050515)

En la entidad veracruzana, para 2014, se recibieron 1,047 millones de dólares. Convirtiéndose en la fuente más importante de apoyo a las y los veracruzanos en pobreza.

Superior a la suma de todos los programas gubernamentales. Incluidos los cuantiosos del ámbito federal, cuya cobertura en el estado es de alrededor de las 750 mil familias; y de los minúsculos programas estatales y municipales debilitados, desaparecidos o que no les pagan en fechas y formas programadas.

En Veracruz no existen, son mínimos o superficiales. La transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas, fiscalización y evaluación a este tipo de programas gubernamentales, en particular estatales y municipales, así como a muchos otros.

De la participación ciudadana y social ni hablar. Abundan y se cuestionan innumerables casos, de condicionamiento y clientelismo, con otros fines.

Un rápida lectura de la leyes de desarrollo social federal y estatal, ayuda a la determinación de responsabilidades y compromisos pendientes de cumplir y, también, bastaría para justificar inconformidades y protestas sociales, porque no se hace bien, en forma y a tiempo lo que hay que hacer..


Negocio hacer pobres y administrarlos


Desde siempre se sabe. Hacer pobres es un negocio. Pero también, la realidad comprueba lo que muchos en los gobiernos, se niegan a aceptar. Entre más combaten pobreza y hambre, éstas más crecen y, muchos de quienes administran los apoyos oficiales, más se benefician económica, política y electoralmente. Esos sí, salen de pobres.

Además, lo que resulta inocultable, es que ante el fracaso e insuficiencia de las políticas gubernamentales, los pobres no solo tienen que padecer más limitaciones y sacrificios, sino que muchos de ellos, obligados a marcharse del país; a, dejar atrás a sus familias, para buscar oportunidades de sobrevivencia, en condiciones difíciles y desconocidas, siguen apoyando a los pobres que se quedan, con apreciadas y esperadas remesas que representan importante auxilio o complemento para la economía popular.

El caso es que se debe insistir y reconocer, que parte de los pobres causados e incrementados, son resultado de ineficiencias y fracasos de quienes en los gobiernos, en vez de ayudarlos, en buena parte, se dedican a administrar recursos y apoyos, aprovechándose o beneficiándose de ellos.

Esos pobres que al emigrar y sostener a los que aquí se quedan, han creado el más importante programa, de pobres que ayudan a pobres, en donde no intervienen, por fortuna, los gobiernos. ¿Negocio exportar pobres?

México y Veracruz reciben miles de millones de dólares, mientras por otro lado, se repite y padece, que las políticas públicas y sus encargados de aplicarlas no funcionan. Ya son costumbre resultados adversos o insuficientes. A pesar de los cuantiosos y crecientes presupuestos oficiales que solo ellos saben en manos de quienes terminan.

Conocida conclusión. Inútil seguir en más de lo mismo: acto, foto, y boletín oficial. Así como anuncios de inversiones que no llegan, empleos que no se crean, subsidios y apoyos que se extravían, y servicios públicos que no se ofrecen ni reciben. No más mensaje de “todo va bien y viene lo mejor”.

En cambio bien se sabe, de lo frecuente del mal uso y abuso. Lo mucho que se desvía y termina en nuevos ricos, sus familias, amigos o cómplices. Mientras tanto crece la pobreza y ahora el hambre. Pronto se agregarán los sedientos, porque increíble pero cierto, no se le da al vital líquido la importancia y atención que requiere. Sin precisión, tandeo y limitación.

La inseguridad y las conductas delictivas tienen un campo de cultivo que les favorece. Sin empleo seguro, salarios dignos y prestaciones mínimas, la potencialidad del crimen aumenta. Su atención y erradicación no es cuestión exclusiva de policías contra maleantes, ignorar el contexto, no tomar en cuenta causas y orígenes solo hace que los problemas sigan ahí y aumenten.

Así, hay que repetir y repetir, qué limitaciones y sacrificios sociales aumentan. Entre más se combate a la pobreza, más crece. Viejo truco engañar que se atiende y disponer o condicionar, orientar y propiciar clientelismo político electoral. La despensa, el subsidio y la beca como forma efectiva de mantenerse en el poder, de asegurar gobierno y cargos públicos.

En México, a más de 30 años de combatir pobreza, ésta ya afecta a casi el 60% de la población. Y ya empezó el combate al hambre que, con estos gobiernos, también sigue aumentando. Así no extraña que la solución para muchos mexicanos es emigrar a buscar oportunidades, que aquí no hay.

Miles de familias divididas, mutiladas y destruidas. Otras pronto tomarán la misma ruta de escape hacia la sobrevivencia.

Mientras, millones de pobres envían las remesas, por fortuna sin intervención ni ayuda del gobierno. Co ello apoyan a sus pobres que siguen aquí, en su tierra y con gobiernos que no los atienden bien y a tiempo.

Puntual llega la ayuda, las remesas que ahora ya son mayores a los ingresos petroleros del país. De hecho, se convirtieron en la segunda fuente de divisas para México, solo superada por las exportaciones manufactureras, que de las cuales una tercera parte provino del sector automotriz.