sábado, 11 de mayo del 2024
 
Por Alfredo Tress Jiménez
Columna: ¿Usted qué opina?
La Evaluación de Mancera
2015-07-12 | 21:30:27
Para todos es conocido el sainete que se armó cuando el jefe del Gobierno Capitalino, Miguel Ángel Mancera, en una decisión incendiaria, pidió la renuncia de todo su gabinete para ser evaluados.

Definitivamente, si lo que quería era llamar la atención…lo logró, y a partir de esto, las opiniones se dispersaron. Algunos lo vieron como un acto justo y firme, otros lo vemos más hacia lo justiciero y mediático, lo cierto es que no fue gratuito y mucho menos producto de algo planeado, aunque lo reiteren a cada rato sus voceros, ya que este desplante dista mucho de ser el preámbulo de una evaluación técnica y ponderada del desempeño de los funcionarios.

Quisiera pensar, que si estas son las maneras de evaluar, entonces el señor Mancera le quita las 4 llantas a su carro para evaluar si están bien calibradas, o si fuera presidente de algún club de futbol, despediría a todos los jugadores y se quedaría con el director técnico.

Recordemos que el gabinete legal del Gobierno del Distrito Federal (GDF) está integrado por los titulares de 22 secretarías y dependencias, así que el desorden que se avecina podría ser mayúsculo, por otra parte, si como él dice, la acción perteneciera a un proceso de revisión permanente de su gabinete, entonces no harían falta medidas tan radicales.

Parece que Miguel Ángel Mancera sigue así los pasos de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien el pasado mayo exigió la renuncia de todo su gabinete, en medio de una de sus crisis más importantes, en donde enfrenta bajos niveles de popularidad y es ahí donde el arte de ser juez y parte presenta serias inconsistencias a la hora de cualquier evaluación.

El punto de inflexión en esta columna que Usted, amable y críticamente lee, ha sido el desempeño de los servidores públicos, lo único que pedimos es eso, que sirvan, pero no nos vayamos con la finta ahora que se enarbola un proceso de purga con el concepto de evaluación.

Definitivamente, en lo personal, lo político y lo institucional, la evaluación de un funcionario, además de los filtros concernientes a la fiscalización, los indicadores de confianza, los estados de cuenta mensuales y las cuentas públicas, le competen a aquellos que son gobernados y administrados por el servidor en cuestión, léase a los ciudadanos.

De otra manera, si aquel que “evalúa” es el propio jefe, o el propio patrón, los resultados que presente a los ciudadanos serán sumamente sesgados, como lo sería si los funcionarios o gobernantes se autoevaluaran, es así que para un servidor, la decisión de Mancera pasa más por una medida desesperada, un manotazo sobre la mesa, y está muy lejos de ser una dinámica esclarecedora y técnica del desempeño de su gobierno, ¿o a él quién lo va a evaluar?

Lo que sí hay que destacar, es que este tipo de sucesos, aunque sea involuntarios, de lo que podría ser una cultura de la revocación, sumada a esta la evaluación de una ciudadanía organizada y legitimada por las instancias federales e incluyendo en la misma, todos los mandos jerárquicos de pies a cabeza.

Es un hecho que la evaluación por parte de la ciudadanía rebasa en sus bondades a aquella fiscalización institucional o a la guillotina ejercida autocráticamente, ya que no solo actúa como medida de contención o incluso punitiva, sino que puede arrojar un análisis para la mejora continua de los procesos y hasta para la medición de la popularidad, capacidad y nivel de gobernabilidad de una estructura, municipio y estado, hasta podría dar algunas luces a los partidos respecto a la viabilidad o no de ciertos servidores como futuros candidatos.

Me queda muy claro que la “evaluación” que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, realiza para definir ratificaciones y destituciones en su gabinete llegan después de una serie de polémicas que los secretarios capitalinos han protagonizado durante tres años de gestión, pero también me queda clarísimo que, si estas irregularidades ocurrieron sin que él se diera cuenta, esto habla muy mal de su nivel de atención y su estructura, y si tales disfunciones se dieron bajo su conocimiento pues peor.

Les dejo de tarea un par de twitters que el jefe de Gobierno, “con el ánimo de ser claro” publicó recientemente y creo que lo logró, pues queda nítido, “la evaluación individualizada” que llevará acabo, y digo lo de individualizada, porque él es el único individuo que la ejercerá y la dictaminará.

"El día de hoy he pedido la renuncia a todos los integrantes del gabinete a fin de proceder una etapa de evaluación", dijo este jueves en conferencia de prensa.
"Las evaluaciones, próximas al informe de gobierno, estarán concluidas (...) Haré yo, personalmente, todo este análisis"

Pues así las cosas, Miguel ya les pidió sus cabezas, vamos a ver a quién se la regresará. Mientras tanto, ojalá no nos dejemos encandilar más, por arranques fulminantes y sigamos abonando a la posibilidad y yo diría, la necesidad irremplazable de que la opinión ciudadana tenga eco y sea capaz de evaluar el desempeño de sus gobernantes. ¿Usted qué Opina?
alfredotress@hotmail.com


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