2015-07-14 | 11:00:49

Aunque no encuadra como tal, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong parece que ha tomado el caso de la fuga del narcotraficante, Joaquín El Chapo Guzmán, como un asunto de seguridad nacional. Al menos así parece frente a reflectores.
Y no es para menos. Además de la polémica y el impacto mediático, político, incluso en el escenario internacional, el presidente Enrique Peña Nieto queda en el entredicho.
Por ello, tiene explicación, que como ha sucedido en otros temas de seria repercusión en la vida del país, el funcionario responsable de la política interior haya salido a atajar la “bola de nieve” y a enfrentar el caso con una actitud enérgica. Comúnmente se dice: “tomar el toro por los cuernos”
Si bien la seguridad ha quedado como tema central en la vorágine de la opinión pública y ha sido la comidilla de los detractores naturales del sistema, el hidalguense dijo algo sensato y correcto a todas luces: “Los momentos de crisis no son para renunciar, son para enfrentarlos, ha sucedido un evento muy delicado que debemos evitar, consignar y lograr la recaptura de este delincuente”.
Y es cierto, cuando los funcionarios se sienten aludidos o responsables por las razones que sean prefieren huir y poner la renuncia al cargo en el escritorio, es la mejor forma. Y la más cómoda. Es decir, que lejos de ello, la política a seguir, según Chong, es que los momentos de crisis son para enfrentarlos.
No tuvo otra alternativa. O quizá si se toma en cuenta lo arriba mencionado, si la había, pero debió salir con firmeza y seguridad, señalar que, aun cuando se reconocen las fallas, el manejo de un penal va en base a los protocolos q marca la Ley.
Osorio Chong tiene razón pero esa firmeza y al imponer seguridad en sus palabras lo comprometen aún más. Y bien tendrá que acallar voces, tendrá que frenar esa avalancha en contra en un momento nada envidiable dentro del gobierno mexicano.
Sin duda que es el momento de demostrar las agallas. Anoche se informó que el mismo equipo que trabajó por su captura es el que ya andaba tras la pista del jefe del Cartel, mientras, no puede explicarse el comportamiento social, que de ser cierto, se manifiesta con un festejo en algunas calles de la capital de Sinaloa, Mazatlán, con comida y bebida, según nota de CNN.
La misma agencia daba a conocer anoche como primicia el anuncio que hiciera el mismo Osorio en torno a la renuncia de los funcionarios federales del sistema penitenciario. Seguro que tiene mucho trabajo el segundo hombre más importante del país en materia política. Y para certidumbre de la población tendrá que mantenerla informada de la situación que acontece en torno a este hecho, que fue retomado incluso por la Casa Blanca al ofrecer todo el apoyo de EU. Que de primera mano, suena a intervencionismo.

MUY EN CORTO

INDOLENTE ALCALDE. El presidente municipal de Manlio Fabio Altamirano, MartÍn Lagunes es el claro ejemplo de los políticos que solo buscan a la gente cuando quieren su voto, pero cuando requieren ayuda o necesitan de la autoridad le dan la espalda sin ningún remordimiento a sus acciones de conciencia.
Es así que por ejemplo, ciudadanos de la comunidad San Senobio de ese municipio, recurrieron al munícipe para que se les ayudara en el difícil trance que viven con el joven Román Aguilar Castro, quien desde el mes de 27 de mayo tiene una serie de requerimientos para su salud, luego que el 10 de mayo fue sometido a estudios y diagnósticos en el Hospital General de Veracruz donde ha sido atendido pero sin poder dotarle de lo necesario para salir de su grave padecimiento ortopédico.
Mientras tanto, su madre, la señora Domitila Castro ha vivido un viacrucis para lograr que su hijo sea atendido y dotado de lo que requiere, al menos 8 tornillos y barras pre moldeadas de Titanio, obviamente por la falta de recursos para reunir ese material se ha estancado el caso. Pero el edil Lagunes no ha acusado recibo pues para el solo los intereses económicos que lo mueven en su cargo es lo que le importa. Más si es por segunda vez alcalde, y sabe que no debe desaprovechar el tiempo. Si así se le puede llamar.
La señora Domitila no es ciudadana digna de atención, menos sin ella saberlo, si no es del partido con el que el presidente municipal gobierna. La indolencia pura de un alcalde sin escrúpulos. A todas luces.
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