viernes, 03 de mayo del 2024
 
Por Aurelio Contreras Moreno
Columna: Rúbrica
Las dos caras de Héctor Yunes
2015-07-21 | 09:25:57
A confesión de parte, relevo de pruebas.
O a explicación no pedida, acusación
manifiesta.
Estos axiomas resumen de manera
puntual la manera como el senador
Héctor Yunes Landa buscó justificar
lo que es clarísimo: su pacto de complicidad
con el gobernador Javier Duarte
de Ochoa para que éste no bloquee e
incluso apoye sus intenciones de ser
candidato del PRI a gobernador el año
que entra. A cambio, seguramente, de
impunidad.
Durante su “informe de labores”
de este domingo 19 de julio –que fue
más bien un faraónico arranque de
campaña, pagado quién sabe con qué
dinero–, Yunes Landa afirmó que “no
tengo ataduras que me impidan actuar
por el bienestar de mi estado, mucho
menos tengo ataduras ni pactos de los
cuales avergonzarme”.
Mientras decía esto, un muy contento
Javier Duarte le aplaudía a rabiar al
senador que apenas a principios de este
mismo año lo acusaba a él y su administración
entera de haber llevado a la
quiebra financiera a Veracruz. Que lo
responsabilizaba de que el estado “siga
hundido y saqueado”, como vociferaba
a inicios de 2015, furioso por la aprobación
de la gubernatura de dos años
con la que el duartismo “madrugó” a
todos los Yunes, rojos y azules.
Lejos quedaron los días en los que
Héctor Yunes decía a voz en cuello que
“en Veracruz ya estamos hasta la madre
de seguir hundidos en la pobreza.
Los veracruzanos queremos un cambio
verdadero”.
En el olvido quedaron los encendidos
discursos de enero de este mismo
año en los que señalaba con dedo
f lamígero que la gubernatura de dos
años “huele a encubrimiento, huele
a pacto de silencio, huele a acuerdo
de impunidad, me huele a reparto de
botín. Esta propuesta parece provenir
de la sinrazón, originada en el capricho
y fundada en la sospecha”.
Pero tras una intervención quirúrgica
en la que pareciera que más bien
le hubiesen practicado una lobotomía,
y una visita del gobernador Duarte
durante su convalecencia, nada quedó
de aquellas arengas.
En su informe, Héctor Yunes habló
de “castigar al corrupto con todo el
peso de la ley”, pero precisando que “se
trata de hacer justicia y no de cobrar
venganza”, mientras desde la zona
VIP del World Trade Center de Boca
del Río lo escuchaban –esbozando
una sonrisa– varios funcionarios y
exfuncionarios de la presente y pasada
administración estatal, sobre quienes
pesan señalamientos por desvíos de recursos
y enriquecimiento inexplicable.
Para que no quedara ninguna duda
de con quién tiene Héctor Yunes ahora
una alianza que “carece de caducidad”,
llegó a su informe acompañado del
mismo Javier Duarte de Ochoa, junto
con sus respectivas esposas. Como
si se tratara de posicionar la idea de
un relevo anticipado, de una entrega
de estafeta, o lo que es peor, de una
sucesión dinástica.
La verdad, a nadie debería extrañar
esta actitud de Héctor Yunes. En 2010,
llamó a una rebelión al interior del PRI
para que se rechazara la imposición
de Javier Duarte como candidato a
gobernador.
Una reunión con el delfín de Fidel
Herrera bastó para que abortara su
intentona golpista, aunque en el camino
dejó “colgados de la brocha” a
todos los seguidores que le creyeron
el discurso de la democracia interna
y el no a las imposiciones.
Ahora sólo está repitiendo la dosis.
Y como él mismo dijo, ni vergüenza
le da.
Email: aureliocontreras
@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
Entradas Anteriores












NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México


NOSOTROS

Periódico digital en tiempo real con información preferentemente del Estado de Veracruz México