2015-07-22 | 21:23:04

Un tema que ha sido viral tanto en redes sociales como en medios de comunicación, ha sido la mencionada quiebra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), estimada para el año 2017, además de los malos tratos o negligencias de la institución. Se ha especulado la homologación o subrogación de los servicios de salud, de una semiprivatización o universalización. Son muchos los aspectos que ahora están generando una alteración importante, tanto en los pacientes, ciudadanos y en los propios trabajadores del sector.

El gran paquete de este radical cambio se lo dejaron al veracruzano José Antonio González Anaya, director general del IMSS. Un egresado con honores académicos del prestigiado Instituto de Massachusetts, (MIT), quien antes trabajó en la Secretaría de Hacienda con el gobierno de Felipe Calderón. Sobre todo al beneficiar con mayores recursos al Estado de México que gobernaba Peña Nieto.

Para algunos sectores políticos donde figuran los delegados federales Jon Rementería y Antonio Benítez no lo descartan como un prospecto para el gobierno de Veracruz. Otros reconocen la importancia de su relación política familiar con el expresidente Carlos Salinas de Gortari de gran influencia en el gobierno federal.

El texto que ha circulado principalmente en redes sociales y servicios de mensajería, dice que el Gobierno Federal ha puesto en marcha una nueva reforma estructural para dejar sin protección a millones de mexicanos, detallando que el sector salud únicamente atenderá enfermedades "básicas" y dejará a un lado los tratamientos más especializados y las enfermedades crónicas-degenerativas; además se menciona que ahora las consultas, cirugías y medicamentos tendrán un costo. ¿Las aportaciones obrero-patronales tendrán otro destino?

Es bien sabido, las grandes deficiencias que existen en el sector salud, incluso la situación económica adversa que se experimenta en nuestro país y que tendrá su punto más álgido el próximo año con el recorte del presupuesto federal, a esto se le suma la bomba de tiempo de la inversión de la pirámide poblacional, las pensiones y la transición epidemiológica, es decir, el impacto que tendrán las enfermedades crónico-degenerativas en el gasto público.

Esta nueva reestructura al presupuesto del próximo año se debe a que las instituciones de salud han sido por muchos años las cajas chicas de los políticos, es aquí donde obtienen recursos para las campañas políticas.

Mientras el IMSS prevé su quiebra para el 2017, el ISSSTE ha salido a decir que ellos en materia financiera el Instituto cuenta con una reserva financiera de 65 mil millones de pesos y que está destinada a la prevención y atención de enfermedades crónico-degenerativas.

El gremio médico se encuentra molesto ante la idea de una privatización o semiprivatización de los servicios de salud, por lo cual en varias entidades se han anunciado paro de labores de los hospitales públicos.

En Chihuahua, el gobernador César Duarte, advirtió que este será el primer estado donde se implementará el Servicio Universal de Salud, aseguró que con el IMSS signó un convenio para llevar a la práctica estas acciones.