domingo, 28 de abril del 2024
 
Por Rafael Arias
Columna: Mutatis Mutandis
Financiar costoso carnaval electoral
2015-08-07 | 10:02:22
No hay que ser experto, o profesional en el tema. Ni reconocido descubridor del hilo negro, o perito en el agua tibia. Veracruz como México no saldrá de sus crecientes problemas con inaceptables justificaciones y obsoletos pretextos; tampoco lo hará solo con declaraciones y discursos, con faraónicos actos, y costosas autopromociones. En Veracruz, el problema económico y, concretamente, el financiero no se resuelven con más de lo mismo. Costosas e inútiles simulación, complicidad, ocurrencias e improvisación. Sobre todo, ante la presencia e influencia de efectos y consecuencias de inestabilidad y crisis nacionales y mundiales; así como, de un inocultable debilitamiento del Estado de Derecho. Probado y comprobado que devaluación e inflación fomentan hambre y pobreza. No hay que ser “especialista fiscal”, ni “impuesto en finanzas públicas” para descubrir la verdadera intención y apreciar el encubridor enredo y pretexto, en el que ha caído la reiterada intención oficial de fortalecer, sea como sea, las finanzas gubernamentales. Mucho más, cuando es evidente que no hay la necesaria, permanente y suficiente acción de seguimiento y control, de fiscalización y evaluación, de combate a ineficiencia y corrupción, verdaderos y efectivos. Y mucho menos se ha propiciado o fomentado, la mínima participación y contribución ciudadana y social para estructurar y apoyar buenos gobiernos. Aumentar el presupuesto de gobiernos en México. Viejo y conocido truco para exprimir y sacrificar más a los de siempre; y, desde luego, favorecer crecidamente a los pocos privilegiados. Reiteradas tragicomedias de la tan traída, llevada, anunciada y frustrada Reforma Fiscal a todos sus niveles. Reforma que en buena medida, privilegia la preocupación de aumentar los ingresos a cualquier costo; de favorecer y orientar buena parte del gasto, para favorecer socios, o cumplir compromisos personales o de grupo. Una vez más hay que insistir y decirlo. Se ignora o minimiza lo elemental: sin control ni optimización de la administración pública, tanto de ingreso como de gasto, no hay presupuesto que alcance. Imposible encontrarle llenadera a las políticas del “barril sin fondo” y, mucho menos, con tantos ineficientes y delincuentes a cargo. Así, por esta vez, no es necesario usar lenguaje financiero o hacendario de base tributaria, tasas, porcentajes, regresión, progresión y distribución. El Presupuesto Base Cero, todo tema fiscal cede su lugar a lo común y corriente: al simple registro, identificación o determinación de la conducta gubernamental y sus resultados, en congruentes o incongruentes, responsables o irresponsables, correctos o incorrectos. Bien se sabe que una de las mayores preocupaciones, de muchos de los que están en el poder, es sostenerse en el poder, sobrevivir y garantizar la vital impunidad. Determinante, disponer de atribuciones institucionales y del personal a su mando, de instalaciones y equipo. Contar con recursos públicos suficientes, asegurar “cash” o flujo en efectivo es imprescindible para sostener la estructura electoral que asegure la continuidad de la impunidad, incluyendo el conocido y cada vez más costoso carnaval electoral que ya empezó y que, en Veracruz, tiene asegurados cuatro años de duración, claro que con cargo al presupuesto. Ahí están desfiles, exhibiciones y presentaciones de
aspirantes, suspirantes y expirantes. Comparsas, reyes y reinas del espectáculo y el entretenimiento, Carros y puestos alegóricos de todo tipo.
De mal en peor La incesante propaganda oficial, difunde y reitera promesas y buenos deseos. Intenta por todos los medios convencer, ilusionar o, al menos, confundir. Promotores, aliados, cómplices y alquilados repiten día y noche que las reformas estructurales garantizan, a largo plazo, el ansiado fortalecimiento, que beneficiará a todos. Nótese el laaargo…plazo Oficialmente se asegura que mayores presupuestos gubernamentales sirven para reducir hambre y pobreza, aunque la realidad después de 30 años prueba y comprueba lo contrario. Fracasos de todo tipo y por todas partes. Además, también se asegura que un mayor gasto público mejora la distribución del ingreso y más inversión oficial fortalece la economía. Pero desigualdad y pobreza aumentan. Eso sí, siguen reiterándose esperanzas e ilusiones al por mayor. Por tanto, simplistas y convenencieros concluyen e insisten, que hay que aumentar el presupuesto, a como dé lugar. En fin, la historia y lo experimentado en los últimos 12 años, por millones y millones de veracruzanos, confirma otra cosa: una vez más, se trata de sacrificar con más impuestos, derechos y multas (como las del célebre y nunca bien recordado reglamento de tránsito), a los ahogados en limitaciones y sacrificios, a los por generaciones atados a pobreza, miseria y marginación. Si no tienen ni para comer, mucho menos para pagar tributos oficiales. Y eso sin mencionar consecuencias de devaluación, caída de precios del petróleo, crisis de las finanzas públicas, inseguridad y debilitamiento del Estado de Derecho. Pero además, hay que señalar que en caso de no ser posible incrementar ingresos gubernamentales a base de impuestos, algunos “expertos” han desarrollado, entre otras, dos vías, supuestamente efectivas para fortalecer las finanzas públicas; pero más que todo para beneficiarse en lo personal, familiar o de grupo de asociados. Estas conocidas y controvertidas vías son: el endeudamiento público y la privatización parcial o total de servicios o instituciones gubernamentales. Aprobarlas no ha sido difícil. Total, cuentan con el control, apoyo y aprobación del poder legislativo que, salvo excepciones, transita de poder independiente a subordinado abyecto o cómplice activo, ya que fácilmente pasa a ser “un contra pesos o en efectivo.” Así que, se tiene la sospecha fundada que cuando se habla de fortalecer al presupuesto gubernamental, de lo que se trata es solo de salvar la situación de liquidez para enfrentar las cuantiosas deudas, los obligados gastos de operación electoral lícita o ilícita, y de sobrevivencia en el poder y en la impunidad. Se puede apreciar y hasta concluir que de lo que no hay duda es de la creatividad y persistencia para crucificar o exprimir, aún más, a los millones de pobres y miserables que en 2016 serán en Veracruz, más de 5 millones de seres humanos. Eso sí con costoso y sin duda entretenido, carnaval electoral que ya empezó.
*Académico.IIESES-UV@RafaelAriasHF acebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
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