Por Rafael Arias
Columna: Sucesión, lo primero
Sucesión, lo primero
2015-08-10 |
09:29:22
Faltan 476 días. Casi 15 meses. El murmullo se convierte en grito, que ya es coro y eco que se repite en todas partes. Tiene razón K. Popper. Para toda Democracia, la impostergable pregunta es: “¿hay formas de gobierno que nos permitan liberarnos de un mal, o hasta de un gobierno incompetente y dañino?” Ciudadanía y Sociedad tienen las respuestas. Acción y reacción La ancestral enseñanza lo consigna. Cuando se olvida lo importante y se desatiende lo principal, cuando no se hace bien y a tiempo, lo que se debe y tiene que hacer; y en su lugar se simula, distorsiona o minimiza. Cuando esto sucede. Entonces no hay que extrañarse, que las cosas vayan de mal en peor. Se comete el error, lo demás son consecuencias. Persistir en ideas y acciones equivocadas o insuficientes es más que un error, es obstinación de la irresponsabilidad. A menos que… Lo que se permite, apoye y aliente, sea para que suceda, para que se beneficie y fortalezca a quien o quienes, como supuestos servidores públicos, no atienden ni resuelven las cuestiones de gobierno, con claro y preciso
interés público y bienestar social. Y sí, en cambio, junto a testaferros, cómplices y socios, se dedican a prevaricar, aprovechar y obtener utilidades, beneficios y ganancias del gobierno, de su representación social y poder público, causando retrocesos y pérdidas a la sociedad, a la que deberían servir y no servirse. Así, es de observarse y constatarse deterioro y quiebra de instituciones y dependencias gubernamentales, su injustificado endeudamiento y privatización parcial o total, e incluso el imparable remate, malbaratamiento y apropiación del patrimonio público, frente a crecientes e inocultables, necesidades, rezagos e inconformidad social. Este, lamentablemente, es parte del contexto en el que se encuentran Veracruz y el país. Lo primero En una verdadera Democracia, en todos sus ámbitos y formas de gobierno, lo primero es lo primero: los seres humanos, antes, durante y después de programas y políticas públicas, de actos, formas y acciones de gobierno. Por lo pronto, contra costumbre y tradición, se avizoran y buscan, otras formas de abordar el proceso de la SUCESIÓN EN VERACRUZ. Comprobado, que las conocidas y padecidas de siempre, sobresalen por ser de
entretenimiento, distracción y enajenación. Poco o nada importan responsabilidad y eficiencia. No son exigibles buenos resultados y conductas decorosas. Tampoco, sostener y aumentar responsabilidad social y capacidad institucional. Se vive en un continuo ahí se va, el futuro es nuestro y no pasa nada. Pocas formas políticas y propuestas partidistas, se enfocan o proponen tratar el problema desde otra perspectiva más realista y efectiva. Urge nueva propuesta participativa, más amplia, que no se quede solo en los aspirantes y suspirantes. A fin de cuentas, la democracia no son los candidatos. Propuesta que incluya a expirantes que deben ser evaluados, así como a los afectados y problemática que se padece. En el proceso de SUCESIÓN, hay que distinguir, cuando menos, cinco importantes temas, para atender primero, lo primero: a las y los veracruzanos. 1. Impulso y apoyo a la participación ciudadana y social, a la transparencia, acceso a la información oficial, rendición de cuentas efectiva y puntual, fiscalización y evaluación, como factores básicos en el fortalecimiento real y permanente del Estado de Derecho. 2. Evaluación objetiva, abierta y confiable, de los que concluyen para distinguir buenos de malos y peores en su cargo y
trabajo. Reconocer y consolidar logros; así como procesar y sancionar irresponsables y culpables. No sostener irresponsabilidad, ni reciclar complicidad. Fin a la continuidad de la impunidad. 3. Actualización y difusión de diagnósticos sobre la problemática a enfrentar y resolver. Básico y elemental conocer lo que se debe y tiene que atender y resolver, bien y a tiempo. 4. Integración y legitimación de propuestas viables, sustentables, pertinentes y apropiadas. Definición de qué, cómo, cuándo y para quienes. 5. Identificación y valoración de aspirantes y suspirantes, para distinguir a quienes quieren y pueden. El orden de los factores si altera el producto. Urge otra perspectiva, de eficiente y oportuna atención a prioridades, necesidades y demandas sociales. Y claro que es posible. Definición para la reflexión Candidato: “Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres, con la promesa de proteger a unos de los otros” (@temok07, citado por Enrique Galván Ochoa, LaJornada.070815) Académico.IIESES-UV.RafaelAriasH Facebook:VeracruzHoy deRafaelAriasHdez