2015-08-17 | 10:10:15

En medio de la crisis política y económica que se vive no solo en el estado sino en todo el país, el alcalde de San Andrés Tuxtla, priista para acabarla de amolar, se congratula y autofesteja su cumpleaños con senda fiesta popular para más de 8 mil invitados, al estilo el presidente municipal de San Blas en Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva el alcalde “robapoquito”.
Sí, el mismo que fue exhibido por levantarle el vestido a una de sus invitadas en el enorme comelitón donde repartieron más de 50 mil cervezas y contrató la Banda El Recodo para festejar su onomástico número 44. En Veracruz ya tenemos uno igualito se llama Manuel Rosendo Pelayo.
Como si el horno no estuviera para bollos, como si el PRI no pasara por una crisis de credibilidad e identidad entre los ciudadanos, que al flamante edil veracruzano se le ocurre armar tremendo pachangón para festejarse y que lo festejaran, en lo que articulistas locales le han llamado el “Chendofest”. Una enorme carpa en el estadio de beisbol Aurelio Ballados fue instalada, como parte del sello distintivo de los eventos masivos que organiza Manuel Rosendo, y este viernes surtieron gran cantidad de refrescos y todo tipo de bebidas más, describe el analista Edgar Pucheta.
La movilización inició el jueves 13 de agosto, día en que el munícipe cumpleaños, pero la celebración tuvo lugar este sábado, que incluyó el besamanos del Presidente Municipal, como en los tiempos de los Virreyes. Junto con sus familias o mínimo 20 acompañantes cada Agente o Sub Agente debía acudir a hacer amena la fiesta del patrón político.
Al “robapoquito” veracruzano le gusta todo en grande. Y al igual que la mega marcha que presumió en los primeros meses de su gobierno se quiso ver arropado por el pueblo en la megafiesta de este fin de semana cueste lo que cueste, total seguro –según las versiones- todo salió del mismo erario.
No es la primera vez que al alcalde le gusta realizar la fiesta como cuando los grandes caciques, el último del que se sabía era Cirilo Vázquez Lagunes en el sur de Veracruz, echaban la casa por la ventana, pero si el dinero no es suyo claro que no importa. Hay que recordar cuando saliendo diputado local fue exhibido por recibir de alguna manera, obligar a los alcaldes de la zona, a aportar para su fiesta particular.
Entonces, el alcalde de Catemaco Jorge González Azamar, por ejemplo, le extendió un chequecito emitido el 12 de agosto, justo un día antes de su cumpleaños, por la nada despreciable cantidad de 100 mil pesos. Algunos afirman que fue efectivamente para su celebración, otros que se trató de un agradecimiento por su gestión como legislador al lograr que el Congreso Local le autorizara un préstamo ante Banobras por 8 millones de pesos.
El documento con esa fecha fue expedido bajo el número 159959838. Pero lo más grave del asunto es que los 100 mil pesos fueron tomados del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) el Ramo 033.
En fin, y de esta forma, mientras desde las zonas altas durante varias noches se observó encendido el alumbrado del Estadio Aurelio Ballados Lara, decenas de colonias reclaman no estar en penumbras. Y mientras se acondicionaba el enorme inmueble, el contraste se observa con pequeñas muy pequeñas obras municipales.
Tan solo la carpa que fue desplegada en el centro deportivo donde se realizó la fiesta del alcaldito despilfarrador y dilapidador de los recursos tiene un costo de 700 mil pesos por un día con empresas distribuidoras de Xalapa y el Distrito Federal.
Según la crónica anticipada de Pucheta más de 30 vacas fueron sacrificadas para la comida del presidente, y los agentes municipales debieron hacer su aportación. También fueron habilitadas como meseras mujeres policías, de las más guapas, y el resto los policías varones, y según las versiones, se le descontó 700 pesos a cada uno de ellos para la fiesta.
En la tarde del mismo sábado en las redes sociales el alcalde presumía que más de diez mil amigos lo habían ido a cobijar en su cumpleaños número 47, algo así como el “robapoquito” de San Blas en Nayarit, pero más tardó en iniciar la promoción cibernética cuando en las mismas redes sociales fue tundido por tan ostentosa celebración.
Una vez que el alcalde ha demostrado su músculo político, seguramente seguirá recibiendo cartas de la secretaría de Gobernación de felicitación ahora no solo por su cumpleaños, sino por la convocatoria.