2015-08-18 | 18:49:24

Flavino Ríos Alvarado al fin convirtió en lo que debe ser un auténtico secretario de Gobierno, él sale a dar la cara y hace declaraciones importantes y oportunas, ante el absurdo mutismo de sus antecesores, aquellos nunca se les escuchó hablar sobre las actividades gubernamentales.

Gerardo Buganza Salmerón y mucho menos a Erick Lagos, desconocían el idioma o padecieron durante el tiempo que estuvieron como secretarios una seria lesión del hemisferio izquierdo donde se registra la comunicación a través del lenguaje.

Los años que han transcurrido donde el gobernador Javier Duarte de Ochoa ha estado sometido a una intensa campaña mediática en su contra, estos secretarios se mantenían ajenos y nunca dieron una respuesta.

Al gobernador lo dejaron solo.
Su boleto era otro en el gobierno.

Parecía que pertenecían a un grupo político diferente. Su identificación y los favores recibidos se los debían al exgobernador Fidel Herrera Beltrán, olvidando que el relevante puesto de ser secretario de Gobierno se la debían a Duarte.

Una especie de robots mudos sin la menor iniciativa, el tipo de funcionarios que solo se mueven si se les ordena. El pasar desapercibidos y no hacer la menor sombra al gobernador en turno es lo prioritario. Tenían terror a los medios y no se recuerda alguna conferencia de prensa organizada por ellos.

El minatitleco de Ríos Alvarado conoce a fondo dicha actividad de ser el número dos; de allí, que haya sido designado durante las administraciones de Miguel Alemán Velazco y Javier Duarte de Ochoa.

Con el gobernador Dante Delgado Rannauro trabajó en el área de Educación y fue subsecretario de Gobierno.

Fidel Herrera Beltrán, no lo pasaba, ya que le había hecho la vida de cuadritos meses antes de su destape y no se disciplinó tampoco en las vísperas de las elecciones estatales.

Se recuerda a Ríos Alvarado y al capitán Alejandro Montano como los funcionarios del gabinete que presionaban al gobernante Alemán Velazco hasta el último momento para un virtual cambio en la candidatura para la gubernatura.

Iniciativas engañosas

El presidente Peña Nieto envió una iniciativa de Ley disciplinaria financiera para las entidades federativas y los municipios. Con ello tratará de frenar el endeudamiento y transparentar el uso de esos recursos.

En numerosas ocasiones se llega a la incongruencia demagógica cuando la realidad es bien diferente. La deuda que confronta Pemex y la Comisión de Electricidad es impagable, con los actuales precios del petróleo que ayer rebasaron hacia abajo la barrera de los 40 dólares.

Obligar a los gobernadores a pagar la deuda contraída antes de dejar sus cargos, es un absurdo, cuando en el caso del estado de Veracruz se reestructuró ese débito a 30 años.

Se supone que el autor de esa iniciativa fue algún economista especialista en los números y en la factibilidad de la misma, no en una utopía demagógica.

¿A quién tratan de engañar?