domingo, 05 de mayo del 2024
 
Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Ya nadie les cree
2015-08-24 | 09:47:28
Simpliciano conoció a una linda chica, y al
punto se prendó de ella. Después de cortejarla
brevemente le propuso matrimonio.
Ella aceptó la solicitación, y ya comprometidos
hicieron el amor. Al terminar el
trance el cándido joven le preguntó a su
dulcinea: “¿Cuántos hombres, Pirulina,
has tenido antes que yo?”. Respondió ella:
“Cuatro”. “Son pocos” -se tranquilizó el
enceguecido enamorado. “Sí -confirmó
ella-. La semana ha estado tranquilona”.
(¡Caón, y apenas era miércoles! Si la semana
empieza el domingo eso significa
que llevaba uno cada día. ¡Y se le hacían
pocos a la descocada fémina!)...
El padre Arsilio, bondadoso sacerdote,
le dijo a Empédocles Etílez, el borrachín
del pueblo: “Hijo: el alcohol te está matando
lentamente”. “No se preocupe,
padrecito -respondió el temulento-. No
tengo ninguna prisa”...
Increíble: un político se fue con un
circo. Pero a los pocos días lo obligaron
a devolverlo...
Babalucas fue acusado de haberse
robado una gallina, y se le sometió a un
juicio oral. El juez les pidió a los presentes
que se identificaran. Dijo uno: “Yo soy
el fiscal acusador”. Dijo otro: “Yo soy el
defensor del acusado”. Y dijo Babalucas:
“Yo soy el que se robó la gallina”...
Cebilia realmente era muy gorda. Tuvo
un ménage à trois con dos sujetos, y
ninguno de los dos vio nunca al otro. El
doctor Ken Hosanna, director del hospital,
le preguntó a la guapa enfermera
Florencilia: “¿Por qué dice usted que el
joven paciente Pitorraudo ha tenido una
considerable mejoría que se observa principalmente
por las noches? Nada de eso
está en el reporte médico”. “No, doctor
-admitió ella-. Pero está en mi diario”...
Dos amigos se encontraron después de
mucho tiempo de no verse. Le dijo uno al
otro: “¡Qué mal te ves! Deberías casarte”.
Replicó el otro: “Estoy casado”. Replicó el
amigo: “Entonces deberías divorciarte”...
La bella excursionista iba en su bicicleta
de montaña, y en una vereda del bosque
se topó con Bucolino, gallardo y fortachón
ranchero, si bien algo escaso de mollera.
Entabló conversación con él; una cosa
condujo a otra, y a poco la muchacha y
el mancebo estaban trenzados en besos
ígneos y caricias urticantes. Le dijo ella
acezando fuertemente: “¡Pídeme lo que
quieras!”. Respondió con timidez el silvestre
galán: “¿Me regalas la bicicleta?”...
Extraño país es éste que en cuestión de
días pasa de la tragedia a la farsa. Sin que
haya sido aclarado cabalmente el sombrío
drama de Ayotzinapa se nos asesta ahora
la patética astracanada de la exoneración
que el obsecuente señor Virgilio Andrade,
encargado de investigar a quien lo designó
y le paga, hizo del Presidente Peña y de
Videgaray sobre el oscuro caso de sus casas.
Naturalmente nadie comulgó con esa
rueda de molino. ¿Quién puede creer las
aseveraciones de un investigador sujeto al
arbitrio del investigado? Ni el resultado
de la supuesta indagación ni las vacuas
disculpas pedidas por los indiciados fueron
bien recibidas por la ciudadanía. Crece
entre los mexicanos el escepticismo, y la
imagen presidencial sufre otro golpe. Entre
tumbas y tumbos nos vamos acercando
al 2018.
Doña Macalota amaneció con un hipo
tremendo. Puso en práctica todos los
remedios caseros que hay para quitar el
hipo: bebió un vaso de agua con la cabeza
echada hacia atrás; se puso una moneda
en la frente. Inútiles fueron sus empeños:
el hipo le aumentó.
Fue luego con un farmacopola y le pidió
que le preparara alguna poción, mixtura
o específico que la librara de aquella incómoda
molestia. Tampoco los potingues
que le administró el droguero tuvieron
buen efecto. Regresó pues a su casa doña
Macalota hipando cada vez más fuerte.
Al entrar en la alcoba conyugal ¿qué vio?
¡A su esposo, don Chinguetas, haciendo el
amor desaforadamente con Camelina, la
bella y joven criadita de la casa!
Al contemplar aquel ilícito connubio
la esposa prorrumpió en maldiciones y
reniegos: “¡Desvergonzados calentorros!
¡Canalla infame! ¡Impúdicos abarrajados!
¡Escoria de humanidad sin restos de moral
y honor!”.
Todo eso lo dijo en un solo golpe de
voz y sin tomar respiro. Oyó aquello don
Chinguetas y le dijo jubiloso a la criadita:
“¿Lo ves, Camelina? ¡Te dije que con esto
se le iba a quitar el hipo!”. FIN.

MIRADOR
››armando
fuentes aguirre
Me gustaría conocer de cuerpo
presente -presentísimo- a Sophia
Loren.
Ella no es una mujer. Es La Mujer.
Quizá como en ninguna vive en
ella el hondo misterio femenino,
que los ineptos hombres jamás
podremos descifrar.
A su magnífica belleza añade
esta señora un gran ingenio. Se
cuenta que el actor de cine Michael
Dunn, hombre de estatura pequeñísima,
flacucho y escuchimizado,
pidió que le presentaran a Sophia.
Cuando estuvo ante ella recorrió
de arriba abajo con lasciva mirada
aquel espléndido monumento de
mujer, y luego le dijo a la Loren con
descaro:
-Me gustaría hacerte el amor.
Respondió ella:
-Si me lo haces, y llego a enterarme
de que me lo hiciste.
Me gustaría conocer a Sophia
Loren.
Es superior a cualquier hombre.
(Igual que todas las mujeres).
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››por afa
“Dice Videgaray que el empleo
crece en México”.
Sus datos son acertados
y no admiten discusión.
Ya tomaron posesión
los 500 diputados.


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