2015-08-24 | 21:25:13

El estado más politizado del país, lo es sin duda Veracruz. Y es aquí en donde precisamente se jugara el próximo año la elección del siglo para la continuidad del priismo en los Pinos en el 2018, pero sin base en chantajes.

Los aspirantes, algunos en su desesperación pierden el oficio político, y dentro del mismo partido pretenden convertirse en oposición en aras de lograr una candidatura.

En el PRI como en tiempos alemanistas, existe una baraja amplia de posibilidades: Héctor Yunes Landa, José Yunes Zorrilla, Tomás Ruiz González, Erick Lagos Hernández, Flavino Ríos Alvarado, Alberto Silva Ramos y por primera vez la misoginia es rebasada por dos mujeres que comienzan a meterse de forma natural en la pelea se trata de Mónica Robles Barajas y Erika Ayala Ríos.

Así la lista crece y hay oportunidades de género en el competido mundo de la política que en este país estaba diseñado exclusivamente para los hombres.

En el caso de las dos mujeres, Erika Ayala Ríos, con mucho trabajo político en el PRI y ahora como dirigente de uno de los sectores de mayor poder al interior priista como lo es la CNOP.

En el caso de Mónica Robles, diputada por Coatzacoalcos con el respaldo del Partido Verde aliado del PRI, en donde desde una zona en donde los dinosaurios están en extinción, se rompen paradigmas con una lucha real y que le da posibilidades desde el gran poder de las mujeres que son mayoría en el padrón y en donde desde la lucha de género lograda en la actual legislatura le dan esa posibilidad.

Las mujeres son vistas desde siempre como la fortaleza, la fuerza y el valor de una sociedad, pero también como la honestidad y el combate en todo tipo de lucha, porque en el paso de la historia siempre han sido las que han salido en defensa de las causas nobles y justas.

El panorama político en Veracruz para el 2016 crece y debe crecer, porque desde el fantasma de la oposición al PRI el enemigo público número uno de los priistas, Miguel Angel Yunes Linares, un político hecho en el PRI, pero que abandonó el barco y parece que la ido mejor al poseer una cuantiosa fortuna hecha en el poder político con los presidentes panistas Fox y calderón que lo han dejado suelto para una lucha desigual, pero que arma a base de saliva y el hostigamiento al gobierno priista estatal.

Los Yunes priistas, Héctor y Pepe, han optado por el camino de la crítica y la división con el gobierno de Javier Duarte, algo ilógico, pero que en sus estrategias fallidas podrán hacer agua porque endurecen el discurso, cuando lo que deben hacer es no pelearse con el mandatario estatal y seguir el ejemplo de Fidel Herrera en los tiempos alemanistas, que se comió a los once aspirantes que tenían la bendición del gobernador Miguel Alemán al construir sus propias expectativas y llegar a quitarles la pelota con una gran habilidad consumada al llegar con el apoyo del líder del PRI en esa época Roberto Madrazo y de la propia sociedad civil.

Hoy en Veracruz, los escenarios están complicados, pero no imposibles para nadie. El gobernador Javier Duarte ha sido un encantador de serpientes al dejar abierta la posibilidad a todos los que aspiren en el PRI, e incluso les da juego con posiciones en el gobierno para algunos recomendados y recomendadas, respetando espacios y dejando un clima de unidad y de alianzas, pero los Yunes priistas no quieren esperar, mientras que en el PAN, a Juan Bueno Torio, Yunes Linares le ha dejado paso libre para una lucha imposible de vencer al PRI el próximo año.

El otro nacido para perder se llama Gerardo Buganza, el bronco veracruzano, que se refugió en el PRI y en la comodidad de sus oficinas por casi cinco años como secretario de gobierno y titular de la SIOP, nunca se dio baños de pueblo y nunca salió a darle la mano al pueblo.

En la decisión del PRI no hay nada escrito, pero extraña mucho quienes atacan al gobernador Duarte, cuando con certidumbre deben entender que la decisión será tomada en la cúpula peñista de la ciudad de México. Ojala y a muchos se les calmen los nervios y no sigan viendo moros con tranchetes. Aun no hay nada escrito y en la decadente democracia todo puede pasar, porque no mejor seguir trabajando las bases, como lo hizo Fidel Herrera, el Messi de la política en estos lares en tiempos alemanistas y que desde atrás vino para ganar y después le dio para impulsar a su sucesor, en aquellos tiempos en que no había presidente del PRI en los Pinos, hoy son otros tiempos.

Pero en la coherencia política los aspirantes priistas al gobierno estatal, no pueden ni deben criticar a Javier Duarte, a Fidel Herrera y a Miguel Alemán Velasco, simplemente cada uno en sus respectivos foros y escenarios tienen voto de calidad y el veto también. Los ataques en su contra pueden ser suicidas, al tiempo. Mejor que prevalezca la calma en la aldea. Así las cosas