2015-09-22 | 21:30:58

El síndrome del perro chihuahua, caló fuerte entre los mediáticos opositores y de la prensa azul, que no esconden sus colores. Por lo tanto, los filibusteros de la pluma aducen en contra del gobernador Javier Duarte, cualquier tipo de improperios y de descalificativos porque no les gusto la analogía “ad hoc” para el caso de Odebrecht.

Siempre se ha dicho, que en el gobierno estatal, la ausencia real de un auténtico coordinador de Comunicación Social, crea un vacío y por lo mismo desde cualquier foro mediático de los que abundan pueden osar escribir de lo que les venga en gana y nadie responde a lo acontecido y por lo mismo, queda claro que Duarte, ejerce a su modo su propio modelo de comunicación, para evitar ponerle más leña al fuego.

Pero ya quedó claro, que a los que les duele que el gobernador Javier Duarte, se defienda y de respuesta a los abusos informativos por parte del ahora diputado azul, sólo dan cuenta de una falta de objetividad y de realizar una labor periodística sesgada.

En pocas palabras como el dicho de las viejitas de antaño, “ningún bitoque les acomoda”.

La guerra por la sucesión estatal en Veracruz es anticipada y desde el clan azul en estos lares, se da hoy en día una repetición de los hechos de lostiempos de Patricio Chirinos, a quién ahora se culpa de todos los excesos en lugar de reconocerlos.

Duarte se mantiene cauto y a los miembros de una prensa opositora real, les ha dado la oportunidad de decir lo que quieran en aras de su libertad de expresión, aun así la ferocidad mediática es extrema y al parecer aumentaran de nivel las críticas desde el ex priista y ahora neo panista, junto a sus correligionarios mediáticos, que confían en que su mecenas algún día llegue al palacio, aunque sea el palacio de hierro.

También en la realidad hay que decirlo y puntualizarlo, para que dejen de soñar los que como piratas pretenden asaltar al gobierno estatal el próximo año, la supuesta alianza del PAN con el PRD, no les da para ganarle al PRI y sus aliados, porque los panistas y perredistas que operan en estos partidos se han convertido en protectores de delincuentes y por lo mismo la verdadera militancia o ha emigrado o se mantiene alerta para operar en contra de sus decisiones.

La memoria colectiva de Veracruz, esta viva y ya es tiempo de que el gobernador Javier Duarte, ponga a alguien de experiencia en el área de comunicación social, porque se trata de toda una jauría la que lo acosa.

En la desesperación y en la histeria de los detractores gratuitos de Javier Duarte, abonan a asuntos personales, algo que nunca se había visto en materia periodística en estos lares. Pero ese es el verdadero tamaño de su malicia, misma que se respeta pero no sé entiende Así las cosas.