jueves, 13 de junio del 2024
 
Por Jant Segovia
Columna: Las mentiras del poder
Las mentiras del poder
2015-10-15 | 09:35:05
Entendemos que usted, SM Henry I, tan solo
está cumpliendo con sus promesas de precampaña,
cuando a los extranjeros (y algún que otro
nacional) les dio por sentada la entrega de lo
poquito que le queda al País por vender. Y eso,
se diga lo que se diga, sí que es tener palabra.
Fue por acá, y por acullá, prometiendo el
entreguismo total de las reservas de petróleo
y gas; energía eléctrica, concesiones del agua,
y sistemas de salud, (como ya queda al descubierto
en el “proceso” en curso para romperle
la madre al IMSS).
Y la verdad: El pueblo le esta mas que agradecido
por sus once Reformas. ¡Qué bruto!
(Político)¡Qué sapiencia! Pero aparte de que
siempre hay un “negrito” en el arroz, como es
saber ¿por qué mandó a su cuatacho Medina
Mora a la Suprema Corta de Injusticia?; o bien:
¿Por qué diablos nombró Procuradora a la
señora Gómez?
O para que nos entendamos: ¿En que se
basó usted para escogerla? ¿No cree que sus
“gobernados” tienen derecho a saberlo? ¿O
sencillamente se cree infalible? ¿Tan infalible
como resultó el nombramiento de Murillo
Karam? Tan solo es pregunta.
Y hablando de “preguntas”: ¿No cree que
sería un digno gesto (por su parte) confesarle
al pueblo que la Profeco, aparte de no ser autónoma,
es un organismo inútil, que no defiende
ninguno de los intereses del pueblo, por estar
castrada por la anárquica, rocambolesca y
rellena Cámara de Diputados sátrapas, (por
no decir sinvergüenzas y delincuentes, como
ya quedó demostrado en la pasada andanada
de ladrones que la habitaron) que en esta Legislación
cuenta con un 43 % de gente inepta,
-como Carmen Salinas- que nunca ha tenido
un cargo público?
Sería algo limpio de su parte, que quizás
lo amputaría del macabro lugar que habita
en su actual baja popularidad. Se lo vamos a
explicar en resumen, con peras y manzanas,
para que no se complique, como en la FIL de
Guadalajara.
Durante más de un año, el usuario 849 130
204 681 (por obvias razones nos reservamos el
nombre), interpuso queja tras queja (por cobro
abusivo) contra esa monopólica paraestatal
(que lo sigue siendo, aunque a usted le digan
lo contrario, y se lo quiera creer, igual que el 7
% de disminución en el recibo doméstico, que
tan solo ampara el de alto consumo; lo que
significa otra falacia de su gobierno, avalada
por usted).
Total, que el pasado día 7 del corriente, la
Profeco por fin falla a favor este usuario, pero:
¡Maravilla, de las maravillas!. El “caso” (algo
así de complicado como la fuga del Chapo
Guzmán) debía pasar a instancia de un Juez
Federal de la Defensoría Publica.
Y hasta aquí todo bien, pero: Arrellánese en
cualquier sillón de la Casa Blanca, y lea como
es la justicia que usted tanto pregona, de la
mano de su inocente y amado partido el PRI.
En fechas recientes, habíamos denunciado
la corrupción existente en esa Paraestatal,
dejando al descubierto como se hacen cobros
fraudulentos (de convenios de pago) en pagarés
extendidos en papel blanco, en la Sucursal de
Díaz Mirón, de este Puerto (con total ausencia
de cualquier logo, marca, o señal de la referida
“Empresa de clase mundial”).
Al verse descubiertos estos seres mefistofélicos,
el que funge como Superintendente de esta
Zona, Jorge Segura Celis, en su afán de coartar
la libertad de expresión y amedrentación total,
saltándose todas las leyes habidas y por haber,
mandó suspender la tarde del referido día la
energía de ese hogar, con las consabidas palabras
de, (según nuestras fuentes): “Para que
sepa ese puto a quien se enfrenta”. “Aquí la ley
soy yo, y chingue a su madre”.
Por supuesto que cualquier pequeño resfriado
que pueda sufrir esa familia, comenzando
por el demandante, (en este estado donde la
vida no vale nada, y no como decía José Alfredo
con el de Guanajuato), será señalado
como único responsable el ya mencionado
Superintendente Jorge Segura Celis, que es
uno de los miles de patibularios seres que se
sienten protegidos por el poder Federal, desde
el punto y hora en que la Cámara de Diputados
abandona al ciudadano, privándolo de los
derechos que nos corresponden, y violando
en flagrancia la Constitución, que les ordena
protegernos, y no ser tan miserables como lo
vemos, al seguir apoyando hasta el límite a esta
macabra Paraestatal, a la que sencillamente no
se le puede ganar ninguno de sus descarados
robos contra la población, porque el gobierno
es intocable, y así lo mandata usted (SM), y su
achichincle Videgaray, que debería estar más
preocupado por explicarnos como obtuvo el
dinero para su casita de Malinalco, o de que
firmas son los dos cuadros con los que la pagó.
Este caso que le relatamos de la CFE, y ese
ente llamado Segura Celis, va mas allá de una
denuncia. Toca el derecho de la Libertad de Expresión,
ante gente de mentalidad nazi, como
este individuo, que al sentirse “copado” por la
denuncia que descubre los obscuros manejos
que llevan en lo obscurito, revira como en la
época del genocida Díaz Ordaz, con el “garrote”
en la mano. Nada más que el 68 quedó atrás;
aunque al parecer de manos de estos fervientes
fascistas, sexenio tras sexenio, se reproducen.
Y por favor, algo especial y documental para
el pueblo:
Explíqueles que la Profeco es una mentira
monumental, y que la Cámara de los llamados
Diputados que debería defender al pueblo,
son una sarta de mal vivientes, (salvo alguna
excepción) en los que no podemos confiar,
desde el punto y hora que dejan a los ciudadanos
en el desamparo total. Como se nota
que estos personajes nacieron por otro “lado”.
Pero veamos que nos tienen preparado Don
Quijote y Sancho:
-Sancho: Oye mi señor: ¡Qué asco! Aquí
por cada lado que pisas, tropiezas con mierda.
-Don Quijote: Si te refieres a los bandoleros
de la CFE, la consigna para entrar en esa cueva
de ladrones, es probar que eres empático con
ellos, para que todos roben juntos. Es algo así
como el asesinato de nuestra querida Regina
Martínez Pérez: Si desde el preciso, hasta el
último mono no estuvieran todos dispuestos
a encubrir este crimen, ya se hubiera resuelto.
Son todos lobos de la misma loma, amamantados
por la misma zorra.
-Sancho: ¡Ah!, chingao, chingao, chingao.


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