domingo, 05 de mayo del 2024
 
Por Carlos de Jesús Rodríguez
Columna: Por si acaso...
¿Alcaldes asesinos?
2015-11-11 | 10:17:58
DOS MESES antes de ser desaforado, el entonces alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes acudió a una cena en un afamado restaurante de la avenida Araucarias en Xalapa. Acompañado del diputado local, José Ramón Gutiérrez de Velazco; de una bella jovencita –que presentó como su “asistente personal”- y de una veintena de “guardaespaldas”, Cruz Reyes -quien es acusado de ser presunto autor intelectual de la desaparición y homicidio del periodista Moisés Sánchez Cerezo-, era la viva imagen de un cacique trasnochado que transpiraba poder infinito... AFUERA del comedero con terraza, sobre la calle, dos camionetas de la Marina Armada de México repletas de personal de la dependencia aguardaban al munícipe, cuidaban su seguridad protegidos con chalecos antibalas y pertrechados con artefactos sólo permitidos a las fuerzas armadas. Cruz Reyes daba la impresión de ser, no el alcalde de Medellín de Bravo, un municipio empobrecido a pesar de la conurbación con el puerto de Veracruz y Boca del Río, sino de Medellín, Colombia. DUEÑO DEL mundo, de vidas, de haciendas y caballos pura sangres, Omar cobraba así la traición perpetrada contra el PAN a instancias de los “prósperos”, y contra los Yunes de Boca del Río que fueron quienes lo encumbraron. Estaba por adherirse al PRI de la mano de otro expanista, el exalcalde de Veracruz, José Ramón Gutiérrez, quien lo dejó a la buena de Dios cuando se enteró, tras el crimen del periodista Moisés Sánchez Cerezo, que uno de los detenidos por ese abominable acontecimiento confesó haber sido artífice del secuestro o “levantón” de dos excomandantes de la Policía Municipal de Medellín de Bravo: Luis Rosas Vinzoneo y Martín Sánchez Rodríguez, mejor conocido como “el Tritón”, un personaje muy cercano al Presidente de la Comisión de Seguridad en la Cámara Local de Diputados... NINGUNO DE los detenidos por el crimen del periodista Moisés Sánchez Cerecedo ha confesado si el “levantón” de Rosas Vinzoneo y Sánchez Rodríguez “el Tritón” fue por instrucciones del alcalde de Medellín, aunque al interior de la Fiscalía Estatal ha trascendido que, de paso, buscan cargárselo, que al fin de cuentas si lo atrapan, da lo mismo uno, dos y hasta tres muertitos... CLEMENTE NOÉ Rodríguez Martínez, exmiembro de la extinta Policía Intermunicipal, confesó haber ejecutado a Sánchez Cerezo, y que lo hizo por encargo de Martín López Meneses, subdirector de la Policía Municipal de Medellín y chofer del alcalde desaforado –quien, por cierto, ya obtuvo su libertad mediante un amparo-,aunque en ningún momento reconoce que Omar Cruz diera instrucciones para cegarle la vida. LO QUE sí reconoce es que formaba parte de un grupo delincuencial dedicado al tráfico y venta de droga, y que Moisés Sánchez, con lo que escribía, les estaba calentando la plaza. Otros copartícipes señalados en la denuncia
son: Noé Rodríguez Martínez conocido como “el Harry”, y otros de quienes sólo se conoce sus apodos: “Chelo”, “Piolín”, “Moi” y“el Olmos”, esto debido a que en el negocio de las drogas, quienes participan sólo aportan sobrenombres para no ser identificados. EL CASO sigue pendiente. Nadie sabe dónde se oculta Omar Cruz Reyes, aunque fuentes dignas de crédito aseguran que sigue en Veracruz, en casa de un familiar, ya que la instrucción es no detenerlo, sino dejar que pase el tiempo, aportarle al olvido, ya que al fin de cuentas, para el Gobernador Javier Duarte de Ochoa el periodista Moisés Sánchez Cerezo “no era periodista” sino “sólo un chofer de taxi”. COMO FUERA, en Veracruz no existe el mínimo respeto a los comunicadores críticos. Esa es la instrucción oficial, la de Duarte de Ochoa a los integrantes de su Gobierno e, incluso, a alcaldes priístas: cero publicidad, cero relación, cero reunión con reporteros, columnistas o empresarios periodísticos que critiquen al Gobernador, y la misma amenaza ha proferido Alberto Silva –transfigurado en “guacamayo azul”, la avechucha más cara del mundo-, a quienes buscan ser candidatos a Gobernador o diputados el próximo año: “no serán tomados en cuenta quienes hablen mal del señor Gobernador”... PERO NO sólo Omar Cruz Reyes permanece en Veracruz a pesar del desafuero. Otro alcalde, también, denunciado por asesinato, Roberto Pérez Moreno “Juanelo” deambula por la zona de Polanco, en el Distrito Federal, y en su residencia de Coatepec, el municipio que gobernó brevemente hasta que los indicios lo señalaron como el autor intelectual del asesinato de su tesorero, Guillermo Pozos Rivera.Al municipio cafetalero llega por las noches, y permanece allí sin exhibirse. PÉREZ MORENO “Juanelo” perdió el fuero constitucional desde el 22 de junio del año en curso, y tras el dictamen huyó a Nueva York, pero ya está de regreso en su tierra, confiado en el apoyo del Gobernador Javier Duarte, aun cuando sabe que el Fiscal del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras no lo traga pero, tampoco, desobedecerá la instrucción recibida por el mandatario, ya que aquello de la autonomía de la fiscalía no deja de ser un “chiste”, como aquel que cuenta que en un juicio, el fiscal interroga al acusado: -Díganos, ¿mató usted a la víctima? -No. -Le recuerdo que está usted bajo juramento. ¿Sabe cuál es la pena por perjurio? -Pues no, pero seguro que es menor que por asesinato. EN FIN, tiene sus ventajas ser amigo del Gobernador, y sentir su protección en serio, como este par de alcaldes que contagiados por la soberbia del “jefe”, llegaron al crimen –uno de un periodista y probablemente, de dos excomandantes policiacos; el otro de su tesorero municipal-, pero ambos saben que cuentan con el amparo de quien dice gobernar, y por tanto, nada debe preocuparles. OPINA: carjesus30@hotmail.com


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