2015-11-12 | 21:25:04

Comentarios triunfalistas del diputado federal Alberto Silva en el sentido que durante la última visita del presidente Peña Nieto este le dio la oportunidad al gobernador Duarte de Ochoa, para que él decida quién de su equipo sería el abanderado priista para la minigubernatura, dejando la total responsabilidad al gobernante local de que no se pierda para el PRI esta entidad veracruzana, que reviste una vital importancia para los comicios del 2018.

Al parecer, el legislador federal por Tuxpan superó la caída misógina que lo habían puesto en la lona y cuenta de nuevo con el visto bueno de Javier Duarte para sucederlo. El problema del ex alcalde es que no resiste la tentación de quedarse callado hasta que se haga oficial su designación.

El argumento que se le manejó al presidente Peña Nieto es que es el gobernante veracruzano no ha perdido ningún proceso electoral y que es la persona que más votos ha tenido en la historia política de la entidad.

Resulta más que obvio que el importante papel de las encuestas no será tomado en cuenta, ya que los senadores priistas Yunes Landa y Yunes Zorrilla le llevan al ex alcalde de Tuxpan una ventaja insuperable.

Con esta decisión le dan veracidad al lema oficial del Palacio de Gobierno que no será ningún Yunes el próximo gobernador de Veracruz.

La rectora al filo de la navaja

Para la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, el ir ante el Senado de la República a denunciar al gobierno estatal de la falta de pagos para cubrir las necesidades de nuestra máxima casa de estudios no fue agradable porque estaba consciente de las consecuencias de todo tipo que le podría acarrear esta visita.

Está seriamente preocupada, ya que se encuentra entre la espada y la pared. Por un lado la situación económica insostenible ante el cuerpo académico y el estudiantado. Por el otro lado el enojo que causaría ante las autoridades del gobierno estatal.

Morena rebasó al PRD

Para el nuevo líder nacional del PRD, Agustín Basave, se llevó la gran sorpresa al conocer que el partido político Morena tiene una intención de voto a nivel nacional del 20 por ciento arriba del Sol Azteca.

Negociar con los institutos de la llamada izquierda cuando se ha dejado de ser el más importante es una tarea difícil para reposicionarse como partido de oposición. No basta con asegurar el fin de los pactos que tenían los Chuchos con los diversos gobiernos estatales y federal.

El problema del rumbo perdido del PRD no es a favor de las alianzas con el PAN, una estrategia electoral que no le ha reportado beneficios en el pasado.