2015-11-15 | 10:41:57

“Los grandes proyectos de las empresas transnacionales basados en el saqueo de recursos naturales y la destrucción del medioambiente a una escala nunca vista hasta ahora, se han convertido en la fuente principal de conflictos ambientales en América Latina. La proliferación de estas operaciones económicas es favorecida por planes que fomentan las exportaciones, fundamentalmente de materias primas, con miras "al crecimiento y el desarrollo" de una región con vastas riquezas minerales, con la mayor reserva de biodiversidad, con un tercio del agua dulce y cerca de un tercio de los bosques del planeta. La situación se identifica en los últimos treinta años con una globalización financiera y corporativa, que ha asumido una posición central en todos los negocios internacionales”. (Ricardo Cifuentes. Revista Globalización. 2015).

La industria minera mexicana es privada y desde hace 500 años se dedica al saqueo de los minerales propiedad de la nación. Del total actual, el 44.4% pertenece a las transnacionales mineras, principalmente canadienses. En este sector, las condiciones de trabajo son de esclavitud pero las consecuencias son peores al destruir la vida y la naturaleza a cambio de la ganancia capitalista. En México la extracción sin límites es de oro, plata, zinc, cobre, plomo, hierro, magnesio, fluorita, mercurio, cadmio.

Seis firmas canadienses controlan el 70 por ciento de la explotación de oro, poseen en territorio nacional reservas del metal por más de 82 mil 924 millones de dólares. Según la Secretaría de Economía, de 41 empresas dedicadas a este ramo, 25 son filiales de corporativos canadienses, las cuales, mantienen “un régimen fiscal de privilegios” y leyes laxas que provocan la inseguridad de trabajadores.

México es el cuarto destino más atractivo en el mundo y el primero en América Latina para las inversiones en explotación minera, según la Cámara Minera de México. No obstante, el derecho de explotación minera se cobra por hectárea concesionada, lo que es un beneficio económico para las empresas mineras, pues este régimen contribuye a elevar las ganancias, más allá de las generadas por la explotación y venta del recurso.

“Más de 31 mil concesiones mineras se encuentran en manos de trasnacionales. De éstas, 5 mil fueron otorgadas en los últimos 2 años de la administración de Felipe Calderón, revelan padrones oficiales.Existen más de 31 mil concesiones mineras para empresas trasnacionales registradas al final del sexenio calderonista. En los 2 últimos años, la cifra se incrementó en 5 mil 7 autorizaciones para explorar y explotar los recursos minerales del país, como el oro y la plata, cotizados a nivel mundial como los más preciosos. Actualmente hay 39 millones 743 mil 690 hectáreas en poder de 301 compañías. Esto implica que las empresas de la industria extractiva tienen en su poder casi un cuarto del territorio nacional, que ser explotado hasta por más de 50 años”.
(OCMAL.Observatorio de conflictos mineros en América Latina)

El sector minero ha dejado comunidades saqueadas y contaminadas. Por la otra, ha contribuído a la riqueza de trasnacionales y de empresarios mexicanos.
La minería es sinónimo de dependencia y esclavitud. De acuerdo a la legislación minera, cualquier empresa privada, nacional o extranjera, tiene el “derecho” a apropiarse de la riqueza natural. EL mecanismo consiste en obtener una concesión del gobierno federal. Una vez otorgada la concesión, los pueblos no tienen derecho a nada y, si se oponen, pueden ser expropiados “por causa de utilidad pública”, según el gobierno. Si hay resistencia, el Estado echa mano de la policía o los soldados. Esta política la han seguido después de Lázaro Cárdenas, todos los gobiernos que ha habido en México y la situación es cada vez peor. Gobiernos neoliberales priistas y panistas son propiciadores del despojo y el saqueo.

Enormes ganancias, enorme pobreza
La revista Contralinea, dirigida por Miguel Badillo, identifica a los tres hombres más ricos de México: Carlos Slim, Alberto Baillères y German Larrea han conformado parte de su riqueza de la extracción de minerales preciosos como el oro y la plata. Una industria que tiene más de 31 mil concesiones y que deja a su paso conflictividad social y despojo
“Entre los casos más destacados se encuentra el de Carlos Slim Helú, el hombre más rico del mundo por cuarto año consecutivo. Su fortuna amasada a través de las telecomunicaciones y demás negocios alcanza los 73 mil millones de dólares, según Forbes.“Gran parte de su riqueza se centra en la minería, los bienes raíces y la infraestructura”, a través de la Minera Friscoentra en Zacatecas y San Luis Potosí.

Alberto Baillères González es el segundo hombre más rico de México y el 32 a nivel mundial. A sus más de 80 años de edad, la fuente de riqueza de este empresario es la minería, indica Forbes. Con una fortuna de 18.2 mil millones de dólares, Baillères “es dueño de un imperio diversificado controlado por su empresa matriz, Grupo Bal. Preside la segunda empresa minera más grande de México, Industrias Peñoles, SAB de CV, también de las más grandes del mundo en la extracción de plata. “Alberto Bailleres González, propietario del Grupo Peñoles y del corporativo Palacio de Hierro, ha recibido en concesión 2 millones 261 mil 196 hectáreas para la explotación de oro y plata en diversas regiones del país. Información obtenida del Sistema de Administración Minera de la Secretaría de Economía, revela que el futuro galardonado con la medalla Belisario Domínguez fue beneficiado principalmente por los presidentes panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón, quienes le autorizaron el usufructo de 911 mil 366 y un millón 239 mil hectáreas, respectivamente”. (Enrique Méndez y Roberto Garduño. La Jornada)

El tercer hombre con más fortuna en México es Germán Larrea Mota-Velasco, que “controla el 51 por ciento del Grupo México, la corporación minera más grande del país y uno de los principales productores mundiales de cobre. La compañía cuenta con 13 minas en operación, así como 10 en exploración. También es dueño de más de 5 mil kilómetros de vías férreas. Es conocido como el Rey del Cobre”. (Contralinea)

Según el Registro Público de Minería, pasaron de 1,119 en el año 2000 a 2,611 en el 2012, es decir, un aumento del 133% en el número de sociedades inscritas. De las mineras registradas al cierre del año anterior, 1,525 eran nacionales y 1,065 extranjeras. El número de empresas mineras en México es elevado, son los grandes corporativos con sedes fuera del país las que concentran los mayores volúmenes de producción, particularmente en lo que se refiere a la producción de oro y plata. (El Economista).

En los últimos doce años el otorgamiento de concesiones mineras creció sostenidamente, entre el 2006 y 2012, esta superficie se incrementó el 98%. Paralelamente al crecimiento récord en la producción de metales preciosos en México, aumentó la extensión territorial concesionada a las empresas mineras, que para el 2012 alcanzó 32 mil 500 hectáreas, unos 325,730 kilómetros cuadrados. (Secretaría de Economía).

Continuando con la tradición entreguista del Senado de la República, en sesión solemne a la que asistió Peña, impuso la medalla Belisario Domínguez a Alberto Bailleres, quién recibe el galardón como un homenaje a los empresarios que “generan la riqueza que transforma al país y recibe con orgullo esa presea porque entiende que en esta ocasión el Senado reconoce a los mexicanos que generan riqueza y buscan fortalecer a nuestra patria”.

¿Qué hizo don Belisario Domínguez para merecer semejante mentada de madre? (Rayuela. La Jornada).
Para colmo Veracruz está en la mira de las empresas mineras canadienses, con diferentes proyectos de exploración y posterior extracción de minerales, para extraer metales con métodos de explotación a cielo abierto y lixiviación por cianuro, como el que hoy genera creciente rechazo. ¿Se abrirán puertas a Frisco, Peñoles y grupo México?
Entre Enrique Peña Nieto y Javier Duarte de Ochoa existe coincidencia, afinidad o complicidad. Enero 2016 despejará dudas.
Segunda parte: Veracruz, artífice neoliberal del salinismo de Peña Nieto.