jueves, 16 de mayo del 2024
 
Por Ciro Di Costanzo
Columna: La gran Ciudad de México
La gran Ciudad de México
2015-12-20 | 10:39:04

Mi ciudad es una majestuosa Ciudad de los Palacios, donde nos reflejamos todos los mexicanos.

Precisamente es lo que le da el carácter de Capitalidad, pues esta megaciudad la hemos hecho todos. Refleja nuestro carácter, está llena de vida. Es vibrante y cosmopolita, siendo además, una de las cinco más grandes de todo el planeta.

El diciembre de Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno, ha estado movidito. Incluso estoy seguro que no le ha dado tiempo para romper una piñata, o degustar un buen ponche caliente con piquete con los amigos.

Y es que, al tiempo que entraba en vigor el nuevo Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, se aprobaba en el Senado la Reforma Política del DF y presentaba la iniciativa de la legalización de la mariguana para uso medicinal.


Bienvenida Ciudad De México

Recién se aprobó en ambas cámaras del Congreso la tan regateada Reforma Política del DF, promovida por el jefe de Gobierno.

Después de varios “ya meritos,” en los que se anunciaba que ahora sí vendría la reforma de la capital, varias veces se quedó en el tintero. No obstante, en esta ocasión sí transitó.

Tras su aprobación, ahora peregrina por los congresos estatales para que, después de 17 aprobaciones, se consolide la Reforma Política del DF. No sólo cambiará el nombre a Ciudad de México, sino también las delegaciones serán alcaldías, con cabildos que las vigilen.

El jefe de Gobierno podrá apuntar a su gabinete de seguridad, procurador y secretario de Seguridad Pública, que antes designaba el Presidente.

Hoy la Asamblea Legislativa del DF no puede aprobar ni rechazar reformas constitucionales, como sí lo hace el resto de las entidades. Tras la reforma sí podrá, pues se convertirá en un Congreso local, como el resto. Muchos preguntan: ¿Y en qué beneficia al ciudadano?

En primer lugar, el nombre, Distrito Federal, que sonaba muy formal, muy a barandilla de MP, se irá, para quedarse más representativo Ciudad de México.

El siguiente beneficio será en términos presupuestales, pues recibirá partidas como las entidades federativas, sin perder los recursos federales como capital del país, incluido el Fondo de Capitalidad.

También pienso que el tener un cabildo que fiscalice a los alcaldes nos beneficiará, para que los recursos se apliquen al bienestar de los ciudadanos y no a las aspiraciones personales o políticas de los jefes delegacionales, como pasa ahora, con escandalosa regularidad.

Desde luego, nos dotará de mayor autonomía y decisión propia de lo que queremos. Algunos piensan: ¿Y eso qué, o qué? ¿Con qué se come la “autonomía”?

Bueno, justo en eso consiste el punto principal. La aprobación de la reforma es sólo el primer paso para que, con la autonomía que nos establece, ahora sí, dotarnos nosotros mismos de una constitución local, con la que podremos reflejar nuestras aspiraciones, y los beneficios de los ciudadanos, directos e indirectos.

Es, digamos, el paso previo para tener un mayor margen de autodeterminación, a efecto de poder hacer lo que estimemos conveniente para nosotros mismos.





Así de sencillo, pero así de relevante.


La asamblea constituyente

Desde luego, tan relevante es que uno de los temas clave pasa a ser, evidentemente, quién redactará nuestra Ley Local Fundamental.

Lo que el Congreso de la Unión aprobó es una Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, órgano que se compondrá de 100 legisladores, para integrar la Constitución de nuestra capital.

Aquellos que participen quedarán en la historia de la ciudad, pues serán los constituyentes del cuerpo jurídico, los que nos regulen, y dejará de ser un estatuto de gobierno.

De los 100 diputados que conformen la Constituyente, 60 se elegirán, según el principio de representación proporcional, y de los 40 restantes 14 serán elegidos en la Cámara de Diputados, 14 en el Senado, seis por el Ejecutivo federal y seis por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

Es entendible que, siendo la sede de los Poderes de la Unión, éstos también participen en la confección de su constitución, ya que como capital siempre tendrá una marcada vocación nacional.

No obstante, si Pitágoras no miente, la participación del Congreso de mayoría priísta en ambas cámaras, así como la del Ejecutivo federal, también de ese partido, aumentará la presencia tricolor en la Asamblea Constituyente, y no correspondería con la correlación de fuerzas en la ciudad, donde mayoritariamente ha ganado la izquierda, repartida entre PRD y Morena, lo cual sería un riesgo de sobrerrepresentación de un partido que no tiene esa fuerza en la Ciudad.

Es necesario que quienes redacten la ley tengan una probada vocación ciudadana y evitar que la Máxima Ley en la Ciudad de México caiga presa de intereses partidistas. Inaceptable. ¿No creen?


Reglamento

Nadie duda de la necesidad de un reglamento vial que organice (o al menos lo intente) el despelote vial que es nuestra ciudad, así como nos dote de mayor seguridad.

Lo malo no es la ley, sino quienes la aplican. Ojalá no se convierta en un pretexto para morder, y sigamos igual, nomás que mordidos por el cuerpo policial.

¡Ah!, un café en la Gran Ciudad de México, hoy llena de foquitos multicolores navideños.


@CiroDi


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