2016-01-16 | 09:32:05

Quienes inventaron la división tripartita
de poderes en los sistemas democráticos, lo
hicieron pensando en la necesidad de mantener
equilibrios a través de la creación de
contrapesos que eviten abusos, para que un
poder no termine rebasando a los demás; lo
que acabaría perjudicando a la propia democracia
y por consiguiente a la ciudadanía.
Si bien esto funciona razonablemente en
los países avanzados, donde el poder legislativo
sí representa a los ciudadanos; en los
países tercermundistas, el ejecutivo avasalla
al legislativo y este último se vuelve su comparsa,
porque le aprueba todo lo que se le
ocurre, aunque acabe perjudicando al país.
Y es que con un congreso a modo se pueden
cambiar las leyes al antojo del ejecutivo. Por
eso Chávez en Venezuela pudo cambiar la
constitución y reelegirse varias veces. Lo
mismo sucedió en Bolivia con Evo Morales.
En el caso de México existen variantes
significativas. A nivel federal, aunque imperfecta,
hay una mayor independencia entre
los poderes.
Si el ejecutivo desea que se le apruebe
alguna iniciativa, debe cabildearla y negociarla
para lograr consensos con las diferentes
fracciones que integran las dos cámaras, lo
cual no es nada sencillo.
En cambio, a nivel de los estados, los gobernadores
casi siempre terminan haciendo
lo que quieren. Tienen a su disposición en el
congreso local a una mayoría sumisa, que les
autoriza cualquier cosa, aunque sea una barbaridad.
Si algún diputado pretende salirse
del redil, rápidamente se le hace entrar en
razón con prebendas, dinero o con la promesa
de un futuro cargo público.
Los que venciendo la tentación, terminan
oponiéndose, son minoría y otros diputados
que podían votar en contra, vergonzosamente
se abstienen en temas que requieren definiciones
claras, valientes y comprometidas.
Otros incluso, el día de la votación, prefieren
cobardemente escabullirse y salir de viaje o
decir que están enfermos, para no tener que
ir a votar.
Por todo lo anterior, resulta preocupante
que el estado de Veracruz se siga endeudando
con la aprobación irresponsable del congreso
local. Los préstamos anteriores y los nuevos
que está ahora recibiendo, deberán pagarlos
las 5 administraciones siguientes, con todo
e intereses. Por esta causa, los próximos 5
gobernadores no tendrán dinero suficiente
para cubrir los gastos elementales de sus
respectivas administraciones y menos para
hacer obra pública. Esto los atará de manos y
los obligará a subirnos aún más los impuestos.
Es conocida por todos la enorme deuda que
arrastra Veracruz, que además aumenta día
a día con los préstamos que siguen pidiendo
y que con todo e intereses tarde o temprano
deberemos pagar los ciudadanos.
También es preocupante la falta de pago
oportuno a la Universidad, a los proveedores,
contratistas y jubilados, así como el retraso
en el pago a los ayuntamientos de las participaciones
federales.
Por todo esto resulta mucho muy grave que
el congreso local haya aprobado aplicarle al
impuesto predial un nuevo impuesto del 15%,
para dizque fomento a la educación, cuando
la SEV es un pozo sin fondo que ni siquiera
ha podido o no ha querido aclarar el tema
de los aviadores, a los que indebidamente les
han pagado cientos o miles de millones de
pesos sin trabajar, ni de los 6,000 millones
que también andan perdidos.
Más grave resulta que el gobierno del estado
pretenda ahora manejar el predial de los
ayuntamientos, porque de hacerlo, acabará
jineteándoles sus escasos recursos y la verdad
es que, quién sabe si se los llegue a entregar
completos, porque esta administración ya va
de salida y le debe a medio mundo.
Ojalá y los alcaldes no permiten esta ocurrencia
que atenta contra el municipio libre,
porque los harán ver su suerte y no podrán
cumplir con sus obligaciones por falta de
dinero, poniendo en severo riesgo de insolvencia
a sus ayuntamientos.
Esta señal de alerta la emitimos a tiempo.
Muchas gracias y buen fin de semana.