2016-01-26 | 21:19:31

Cuando Héctor Yunes Landa se registra este lunes como el precandidato de unidad del Partido Revolucionario Institucional, se comienza a escribir un nuevo paradigma en la política veracruzana.

Por porque se trata de quien buscará ser gobernador del estado de Veracruz, con el voto amplio y entendible el próximo 5 de junio.

Los que saben de la política en estos lares, dan cuenta que Héctor Yunes, el joven líder de ayer en la CNOP en todo el país y ex dirigente del PRI en su estado, hoy llega a consolidar una primera parte de su sueño como persona, profesionista y como un veracruzano más que pretenderá siendo gobernador, cambiar realidades y dar en tan sólo dos años un mensaje directo de resultados.

Se trata de un corto plazo para trabajar en todo lo que se considere necesario para que la entidad más politizada y productiva del país, alcance los niveles de desarrollo acordes a este tiempo de grandes expectativas y el máximo de su potencialidad.

Héctor Yunes, en esta ocasión, dio fue un mensaje breve, sencillo, pero claro, donde el fondo pesó más que la forma.

El senador José Francisco Yunes Zorrilla, fue quien presentó la precandidatura, como una muestra de la alianza tejida entre ambos personajes, como un botón de los años venideros.

Y en su mensaje, el hoy precandidato fue contundente: hay que cambiar a Veracruz para que tenga brillo y recupere su color, una frase que esperanza a quien habita en estas tierras, que está cansada del negro que enluta a cientos de familias, de un futuro que no se ve claro.
Así, sin palabras rebuscadas pero sí con el sentir de los veracruzanos, hoy el oriundo de Soledad de Doblado ha hecho el mayor de sus compromisos en su carrera política: hay que limpiar a Veracruz.

Que en la metáfora, como en todo cambio de casa, significa empezar con la limpieza en acciones conscientes y prudentes que tengan que ver con lo que ya conoce que se tiene que atender una vez iniciando su mando el próximo 30 de noviembre.

Ha sido claro con su familia y no nada más con su esposa e hijos, a quienes agradeció el invaluable apoyo y comprensión, sino con aquellos que embisten, intentando desgastar, sin respetar el símbolo que tanto reclaman.

Breve pero conciso, y sin señalar nombres, Yunes Landa, sentenció que si bien a él no lo mueve el odio (como a otros), tampoco le habrá de temblar la mano y subrayó que (a diferencia también de otros), no tiene en su pasado hechos que lo avergüencen, ni víctimas que lo señalen, ni riqueza que empañe el nombre que habrá de heredar a sus hijos (como otros). Por eso dice, está limpio y listo.

Y hubo otros mensajes por supuesto, como el hecho de que seguirá siendo crítico y un veracruzano libre, el primer paso, sin duda, en su intención de querer limpiar la casa y de que el estado recupere el brillo que por años, ha estado empañado.

Comenzó la efervescencia política. Con el registro de Héctor Yunes Landa como candidato del PRI a la gubernatura del estado, se cimbraron las estructuras, las propias y las de enfrente.

En su mensaje, tras haber presentado su registro, Yunes Landa lanzó un mensaje esperanzador para muchos veracruzanos, donde compromete un esfuerzo por la renovación de Veracruz, una transformación que inicia por limpiar la casa y donde no hay tiempo que perder.

Y como aspira a ser un gobernador honesto y cercano, dijo no habrá de negar la realidad, sea buena o mala, ni habrá de voltear la mirada al dolor de las personas, porque afirma ser una persona decente y honesta. Y el que entendió, entendió.

Con el registro de Héctor Yunes Landa, como precandidato del PRI a la gubernatura del estado, también se hae gala de la unidad priista, al asistir los ex presidentes del partido, diputados federales y locales, los ex aspirantes, así como lo más granado del priismo veracruzano, entre ellos, el ex gobernador, Miguel Alemán Velazco.

Héctor Yunes inscribió su precandidatura, misma que había presentado previamente su compañero en el senado, Pepe Yunes, como un signo más de la unidad imperante.

Se trató de un discurso breve pero emotivo, donde hubo espacio al reconocimiento, a la crítica, a la esperanza; donde se ponderó la mano firme pero también el anhelo de un mejor Veracruz.

Con los tiempos ya marcados, el PRI tiene ya gallo con los espolones necesarios para sacar al estado de su condición actual y pasar a otra etapa de oportunidades y de esperanza. Por lo que ahora vendrá el tejer las alianzas y esperar el banderazo de arranque a la que será la madre de todas las batallas, electoralmente metafóricamente hablando.

Rompiendo el protocolo y como un gesto de agradecimiento, Yunes Landa salió a la explanada a saludar a sus paisanos quienes le manifestaban múltiples muestras de cariño.

Yunes Landa, dice que no le temblará la mano, pero que tampoco lo moverá el odio; que hará una limpieza de casa para que Veracruz vuelva a brillar; que su administración estatal será honesta, cercana y sensible al dolor de los veracruzanos a quienes “no les volteará la cara”; que no se conformará con la realidad que vive Veracruz, sea buena o mala; será como siempre ha sido, un veracruzano crítico y libre.

No dejó de señalar que en los dos años de gobierno que le tocarán de verse favorecido con el sufragio de los veracruzanos, le serán suficientes para hacer un trabajo que impacte a la mayoría de sus paisanos.

Senadores, diputados locales y federales así como el ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velazco, acudieron a respaldar a su candidato del PRI, el senador con licencia, Héctor Yunes Landa.

En un ambiente de fiesta, con ritmo de batucada, los priistas que se congregaron manifestaron su apoyo al proyecto de gobierno que tienen para Veracruz, Yunes Landa y para lo cual se preparó más de treinta años de intensa práctica política y de experiencia en el servicio público y en cargos de elección popular.

Su esposa, la señora Verónica de la Medina y su pequeño hijo Héctor acompañaron a Yunes Landa en este día tan importante y tan esperado a lo largo de más de 30 años de militancia dentro del PRI. Así las cosas.