2016-01-28 | 21:29:12

Entreveramiento generacional (Rodrigo Montoya y los jóvenes)


@magzamu

El maestro Jesús Reyes Heroles lo llamaba “entreveramiento generacional” y ahí, decía, radicaba el éxito en la política, “la continuidad y la innovación, conjugando los ímpetus juveniles con la serenidad y prudencia que da la experiencia” y es que él, como pocos, reconocía que las nuevas generaciones desempeñaban un papel muy importante, pero ello se ha olvidado y hoy en muchos de los casos, los jóvenes son catalogados de torpes e incapaces.

¡Claro hay de jóvenes a jóvenes! El ex presidente nacional del PRI, político, jurista, historiador y académico originario de Tuxpan, decía que “se es joven cuando se tiene impaciencia por los problemas del hombre y no por los problemas personales. Se es joven cuando se está animado de constante inquietud, de propósitos de reformar. Se es viejo cuando se aspira a la quietud, cuando se detiene la mirada hacia atrás” y así dejaba en claro que se podía ser viejo pero de espíritu joven o viceversa.

De ahí que siempre pugnó por evitar un conflicto de generaciones y por el contrario reclamó siempre el respeto y respaldo a los jóvenes; hoy cuando se observa a un joven con impulso, con talento y con ganas de servir, se le etiqueta de “mocoso inexperto” y la guerra sucia muchas veces viene desde adentro, de esos políticos viejos que no conciben ese entreveramiento generacional, porque consideran a los jóvenes una autentica amenaza.

En Xalapa, en su momento,AmericoZuñiga fue tachado de inexperto para ocupar ciertos cargos y al día de hoy, ha tapado la boca a muchos, ha dado muestras de madurez, de empuje y de resultados ¡claro con sus consabidos errores en la labor de la administración pública, pues ahí la perfección es imposible!; hoy es un joven alcalde de la capital del estado que ha decidido empujar y apoyar a jóvenes dedicados, como es el caso de Rodrigo Montoya Rivera quien funge como su Secretario Privado.

Pero el joven en menciona ha recibido una serie de embates. No sé cuáles son los requisitos que tendría que reunir un joven que aspira a ocupar un cargo de elección popular, al menos desconozco que exista un manual, porque sí así fuera, entonces el de los adultos que también apetecen escalar tendría que ser todo un compilado doctrinal; cuantos y tantos políticos viejos que a pesar de la edad y los muchos cargos continúan siendo incompetentes, corruptos e insolentes.

No se trata de halagar así nada más, sino de reconocer el trabajo; conozco a Rodrigo desde hace 6 años, lo conocí caminando en campañas con demás jóvenes, desde entonces ya era líder y junto con sus aliados voceaban la llegada previa al candidato, pegaban publicidad, tocaban puertas, lanzaban porras, pero además el joven xalapeño proponía y solía ser escuchado y a esa edad ello es complicado, pero a muy corta edad se supo ganar un espacio.

Hoy Montoya Rivera, aspira a ser diputado local por el distrito de Xalapa Urbano y su aspiración es legítima, como lo es la de tantos y tantos que buscan una posición y que a veces, ni la edad los salva, pues suelen ser personajes grises y sin trayectoria alguna, así es que el joven xalapeño de 24 años, no le hace daño a nadie y por el contrario ésta en su legítimo derecho de querer, además tiene ímpetu, ganas, hambre de crecer y de hacer.

Rodrigo dice amar a su ciudad, quiere ser un actor de cambio que contribuya al bienestar los xalapeños, porque asegura que hay una gran diferencia entre el querer y el hacer y él va más allá de simplemente desearlo, pues ésta caminando, de hecho ha caminado desde hace años.

No se desgarra las vestiduras por la diputación local y es que sí en esta ocasión no llega el momento, vendrá después, pero el sigue en lo suyo, cerca de los ciudadanos y con la confianza que le otorga su jefe y amigo alcalde. Rodrigo es de esos jóvenes maduros, de esos que prefieren una taza de té y un buen libro, que una botella de alcohol y el antro.

Pero mientras llega el momento, sabe que a diferencia de los tiempos de Reyes Heroles, hoy aquí, hay que ganarse con trabajo un espacio, pues son muchos y poderosos esos que se niegan a un “entreveramiento generacional” y que se ocupan en cerrarle la puerta a los jóvenes, pero él no se detiene y sigue su paso, lento pero seguro.