2016-01-29 | 21:33:59

En el asunto de los tiempos que se viven en el orbe y ante los cambios de paradigmas, nadie entiende el agravamiento de la pobreza, los desastres financieros mundiales ante la especulación de los precios de petróleo y la situación es que el presente y futuro es lastimero para todos.

Mientras los políticos siguen en la creencia de que la gente vive en la ignorancia y en el lenguaje confuso y hasta cifrado, dicen mucho para tratar de ocultar la verdad de que la economía en el planeta está a punto del colapso con las consabidas consecuencias para los países en donde abunda, pobreza, desempleo y ausencia de respeto a los derechos humanos.

Las imágenes de la pobreza en el mundo son altamente inhumanas, como lo que circula en la red, de niños en el Africa que se quedan a morir en el suelo a causa de la desnutrición y sin caminar y sólo la mirada perdida, son atendidos por la hermana que ha logrado permanecer erguida a pesar de su corta edad y de que atiende a sus hermanitos en todo lo consecuente, aunque tenga que caminar kilómetros para disponer del agua para bañarlos y de que no se pueden mover por si.

La pobreza agobia al mundo, los países del bum petrolero en América, ahora tendrán de nueva cuenta a tener que endeudarse para poder subsidiar el fantasma del desempleo como en México, que tendrá que pedir préstamos millonarios en dólares para poder conservar la fuente de empleo y evitar que miles se queden sin trabajo.

El presidente Enrique Peña Nieto, en el discurso dice que México aprendió a vivir sin los beneficios del petróleo y de su comercialización de crudo, pero ahora hay que acudir al endeudamiento para sostener a la plantilla laboral. Se trata de darle subsidio a la empresa que ya no se sostiene por la venta de petróleo y sus demás servicios.

El lenguaje debería ser claro, en México y el mundo, son muchas las naciones que están a punto de entrar en la peor recesión económica y a esto no escapan tampoco las grandes potencias ante el panorama de depresión como el que se vivió en EU en las primeras décadas del siglo pasado.

Los problemas económicos no se explican con el lenguaje directo por parte de los políticos y siempre se les pretende dar a las malas noticias un sesgo de bienestar que en la realidad de la gente que vive los problemas, les resulta increíble que se diga que se está mejor, cuando la propia gente sabe que está peor y de que ya no puede salir a la calle y ser víctima de la inseguridad natural ante la falta de trabajo y hay quienes siempre se van por la ruta más corta para resolver problemas: delinquir.

Ante el panorama natural del desquiciamiento de la economía, la gobernabilidad debe permanecer junto al orden y la legalidad. Esto hay que entenderlo es el factor del poder.

Aunque en el momento de la tragedia, la zozobra y el drama de millones hay quien desde algunos espacios mediáticos prefieren hacer ruido y ponerle más leña al fuego y por lo mismo alebrestar más aun los ánimos de la gente que siempre culpa al gobierno hasta del mal tiempo.

En ese contexto hay los otros, los que salen a la calle a ganarse el pan de cada día y no dependen para nada de la ubre gubernamental.

También existe el espectáculo mediático en donde desde los propios comunicadores y dueños de los medios informativos se entra a la disputa por las pocos presupuestos destinados a la comunicación social. Así es que en ese circo se distrae a la conciencia colectiva cuando lo más importante sería informar de las realidades que afectan a los más.

La ideología imperante de los colegas que entre unos y otros se acusan y todos son dueños de su propia verdad, además de los consabidos atributos de quienes son todo y uno no es nada contra el “curriculum” de los grandes méritos que pretenden devengar espacios y hasta manipulación de la información, cuando no hay que olvidar que en este país el maridaje de dueños de medios de todo género sobreviven gracias a la publicidad oficial y de los convenios que ante la crisis económica en este país ya avizoran hasta cierre de los canales de las grandes empresas del duopolio televisivo, radio y prensa.

Aquella frase que hizo famosa el ex presidente español Felipe González, de que el futuro ya no es lo que era. Ahora más vigente llama a rezar y trabajar más.

Hay que aprovechar del momento de la adversidad para sacar mayor energía y de los golpes hacer lo que el acero a mayor temple mayor dureza y por ende fortaleza para resistir.

La solidaridad y la comprensión del gremio de la comunicación en estos lares ésta lejos de alcanzar la unidad. Hoy más que nunca la división es lo que impera y los reportes de los organismos que revisan sus condiciones en el ejerció son cada vez más difíciles de entender el riesgo crece y las condiciones empeoran.

Muchos colegas apuestan ahora a ganar espacios laborales y presupuestivoros hasta que se gane una elección de tal color o partido, cuando en la realidad los medios no votan y no deciden el rumbo, aunque se pretenda manipular a la colectividad que ya no cree en guerras sucias en los tiempos electorales y menos en promesas de campaña. El hartazgo electoral y mediático forma parte de lo que la gente ya ésta cansada esa es una realidad. Así las cosas.