2016-02-25 | 08:54:46

Francisco: El jesuita del fracaso


Las mentiras del poder

jant segovia


Siempre pensamos que la “iglesia del perdón” (desde su fundación) ha estado del lado de los que tienen el dinero y las armas. Ahora lo aseguramos.

Francisco I, en su venida a México ha demostrado lo que es: El jesuita del fracaso.

Lástima de orden echada a perder, desde el momento que lo invistieron Sumo Patriarca de los más de mil millones de católicos, que siguen pensando que es la representación del Maestro en la tierra. Algo que es tan delirante, como su muy bien armada función al estilo de nuestras antiguas carpas.

Pensamos no volver a tocar el denigrante tema de esta taimadora visita, pero al leer las declaraciones del sacerdote Solalinde, de veras que se nos revolvieron las de digerir.

¡Pobre País! ¿No saben en manos de quienes estamos? Pues entonces, ¡qué asco!

Lo tienen sumergido en el apendejamiento total, y castrado en un periodo mucho peor que en la conquista, donde con el acero como resguardo de la cruz, destruyeron nuestra cultura e ídolos, para imponer los suyos.

¿La “Morenita del Tepeyac”? Esta, como todas las demás advocaciones, son “importadas”. Por eso cuando vieron a Bergoglio tan ufanado y serio rezando en el camerino, hubo mucha gente que pensó si le estaba pidiendo que le aprobaran un crédito para alguna casa de Infonavit.

O que hacía con los padres de los 43 muchachos de Ayotzinapa, los cinco de Tierra Blanca, o los múltiples niños y jovencitos violados por esos malditos asesinos pederastas, que tan recientemente encabezó el facineroso de Marcial Maciel, cuya Orden lo arropó y súper atendido (gracias a los millones de dólares que esta Orden le ingresa al “Instituto para las Obras de Religión”, vulgarmente conocido como el Banco Vaticano).

En esta escabrosa visita, donde si atendió hasta el cansancio a “Mamá Gaviota” y a su consorte, al igual que se desvivió en atenciones con la “prole” (excelsa definición de Paulina Peña Pretelini, hija de SM. Henry I) de Televisa y TV Azteca, escondiendo en su sonrisa soflamera el saberse protegido en la difusión de su imagen. De veras: ¡Qué asco!





¿Sabe que, señor Jorge Mario? Usted es un fraude. Se nos representa una compota del fascista Pio XII, (Eugenio Pacelli), de la mano de Ángelo Roncalli, (Juan XXIII, el llamado Papa bueno. -¿Cuál sería el malo?-), Pablo VI, (Giovanni Battista), omitiendo a Juan Pablo I, (Albino Luciani) asesinado por la mafia vaticana, que llevó al poder al polaco Wojtyla, misma, que después del paso del nazi Ratzinger, lo escogió a usted para taparle el ojo al dinosaurio carnavalesco de un Vaticano corrupto y lleno de la impunidad, que diariamente recorre los pasillos de la llamada casa de Pedro.

Usted (como buen argentino) es de risa rápida y dicharachero, pero falto de tacto, por muy político que se crea. Si no fuese así, habría rehuido el ser acompañado (en su “Papa-móvil) por el encubridor de peredastras, Norberto Rivera, quien es acusado de doce cargos por encubrimiento, en la Corte de California, en el Distrito Central del Condado de Los Ángeles, entre ellos por el ocultamiento (con cambio de parroquias) del cura Nicolás Aguilar, acusado de violar a 86 niños.

Aunque claro, a lo mejor recordó los cinco papas (conocidos) abiertamente homosexuales que tan celosamente guarda la iglesia que usted dirige, y mejor no quiso menear el estiércol. Y para que nadie crea que esto es un invento, aquí tienen los datos:

Juan XII (955-964) Murió en la cama de un ataque al corazón, junto a su joven amante.

Benedicto IX (1032-1044) Abiertamente gay, quiso abdicar a favor de su padrino, que era judío, para vivir con sus mancebos.

Pablo II (1464-1471) Se hizo llamar el “Formosus”. Murió estrangulado por su concubino.

Sixto IV (1471-1484) Quien de idéntica tendencia que sus antecesores, “inventó” la Santa Inquisición para poder asesinar a Lorenzo de Medici, dentro de las leyes de la Iglesia. Y por último, Julio III (1550-1555), quien a su amante Inocencio, apodado el “Prevostino”, (prostituto) nombró Cardenal a los 17 años de edad. Y esto es sin mencionar a Juana la Papisa, nacida en 822 en Ingelheim am Rhein (Maguncia), quien hija de un monje fue electa Papa (855-857) bajo el nombre de Benedicto III, o Juan VIII, dando a luz delante de la iglesia de San Clemente, cuando encaminaba sus pasos hacia la de San Juan de Letrán.

Y una observación: Tanto los gays como las llamadas lesbianas nos merecen total respeto, y nunca entenderemos a esa iglesia caduca cuando los atacan y criminalizan, con el afán de borrar su interior putrefacto.

Lo cierto es que usted fue manejado (se dejó manipular) por el Sacro Imperio del “Misión cumplida”, ignorando a los abusados por sus ensotanados, al igual que al ofrecerle “tres asientos” a los padres de los normalistas “desaparecidos” para que lo fueran a aplaudir, en el acto de Ciudad Juárez, en palabras de Alejandro Solalinde: “Fue una bofetada a Jesús” (Nuestro respeto a este gran hombre de apellido Solalinde, al enfrentarse con lo peor del clero, y la inmundicia que lo rodea).

Y si, Jesús el Cristo, nunca fundó ningún estado; por lo que nunca entenderemos el del Vaticano.

Y también es cierto lo señalado por el multicitado Solalinde: Usted vino a ver a gente bonita en sus zonas VIP, en un lugar donde abiertamente se practica la “mafiocracia” y “cínicocracia”.

Usted sabía que venía a un País laico, y permitió que la laicidad de este fuera estopa mojada, hasta el punto que tan solo faltó (en el hangar presidencial) el grito de los cristeros, y que lo hubiera recibido el extinto obispo de Puebla, Pelagio Antonio de Bastida, para que el espectáculo fuese completo, pidiendo la llegada de otro Maximiliano de Habsburgo, a quien su Iglesia adoraba. Pero veamos que nos dicen Don Quijote y Sancho:

-Sancho: Oye mi señor, después de leer esto tengo ganas de vomitar.

-Don Quijote: Vomita, mi buen Sancho. Pero sobre la administración que oculta los asesinatos de nuestros hermanos periodistas, comenzando por Regina Martínez Pérez.

-Sancho: ¡Ah!, chingao, chingao, chingao.