2016-03-02 | 21:40:35

Hasta el día de hoy nadie ha podido emular el gran legado político y de eficiencia en la operación política en Veracruz como la del abogado Don Manuel Carbonell de la Hoz, dueño de una prosapia y una verticalidad en el servicio público que aplicó con rectitud y sabiduría durante el mandato de don Rafael Murillo Vidal.

A Manuel Carbonell de la Hoz, se le reconoció ante todo la lealtad a su jefe el gobernador Rafael Murillo Vidal, así como a las instituciones, pero además se convirtió en un autentico operador del PRI como pocos hasta la fecha.

Conocedor de los intríngulis de la política, negociador a ultranza, así como un tolerante y poderoso subsecretario de gobierno, como nunca nadie más lo ha podido lograr después de él en esa oficina que se convirtió si en la oficina del poder político.

En aquellos años. Don Manuel Carbonell, empezaba temprano sus jornadas laborales y disfrutaba de hacer sus acuerdos por la noche ya en la madrugada.

Consumía café y cigarros como sólo los grandes políticos de su tiempo, durante sus largas jornadas en donde la audiencia en su oficina era maratónica y se extendía hasta la madrugada, cuando el cansancio agobiaba a los actores políticos menos al inteligente y caballeroso subsecretario de gobierno que comenzó a escribir la historia política de la época moderna.

El licenciado Carbonell, como le llamaban en aquella época, operó con una plena cercanía y comunicación directa con los jóvenes, que le adoraban como a un Dios, pero sobre todo le veían como al líder y amigo, que siempre los escuchó y atendió con diligencia, por lo que alzó la voz para decir en una ocasión muy molesto “que nadie se atreva a quitarle la voz a los jóvenes, porque además a los jóvenes hay que escucharlos y darles todo el apoyo”.

Con el paso de los años, ninguna intriga pudo quitarlo del afecto y del reconocimiento del gobernador Rafael Murillo Vidal, a quién nunca le dio un problema y por el contrario se expresaba de él como el único funcionario que sólo presentaba soluciones.

En alguna ocasión el propio presidente del país, se dice que comentó de don Manuel Carbonell a don Rafael Murillo Vidal, como en alguna razón pidiendo su cabeza y este le respondió: “que extraño porque es el único que trabaja hasta en las madrugadas y le tengo mucha confianza”.

Siguieron los años y ya en el momento de la sucesión estatal, don Manuel Carbonell, aglutinó a todas las fueras del PRI para ocupar la candidatura al gobierno estatal, con el impulso del gobernador Rafael Murillo Vidal y principalmente de la juventud.

Las intrigas palaciegas le impidieron que se cumpliera con su destino y se le atravesó en el camino la viuda del fallecido líder agrario Alfredo V. Bonfil, muerto en un accidente aéreo, del que injustamente se culpó de su muerte al poderoso subsecretario de gobierno, quien cargo con ese peso de forma involuntaria.

Los celos en la sucesión estatal veracruzana en aquel tiempo, llegaron a tal grado que dicen la esposa del presidente Luis Echeverría, intercedió en contra de don Manuel Carbonell para que no fuera el candidato.

Los jóvenes y los dirigentes de los diversos sectores se abalanzaron a destapar como su candidato al gobierno estatal por el PRI a don Manuel Carbonell. Empezaron lols desplegados de apoyo en todos los periódicos, las adhesiones fueron naturales y el apoyo total para su candidatura, hasta que apareció don Jesús Reyes Heroles, presidente del CEN del PRI con su lapidaria frase: “como veracruzano yo no he votado por él”.

Con esa consigna de las cúpulas del poder central en el PRI se dio marcha atrás a la decisión que ya había tomada por el presidente en acuerdo con el gobernador, y se vino abajo por las intrigas de siempre que nunca faltan en la política.

Don Manuel Carbonell de la Hoz, cumplió hasta el final del mandato de don Rafael Murillo Vidal. Después siguió laborando en el servicio público como un modesto funcionario del Banrural hasta que el 3 de marzo de 1985, la muerte le sorprendió con un infarto fulminante.

Sus enemigos no pudieron con manchar su nombre y hay hasta quienes se especializan a dar conferencias y escribir libros sobre el famoso: “Carbonelazo” que quedó para la historia política de Veracruz como un hecho sin precedente que le dio más fama al hombre que no fue gobernador de Veracruz, de derecho, pero de facto lo fue y con mucho decoro y respeto para la gente, para su jefe y para todos los veracruzanos.

En la dinastía hoy son varios sus nietos los que emergen en el campo del derecho, todos egresados de Escuela Libre de Derecho y su hijo mayor el abogado de la UV y maestro en derecho por la Universidad de Texas.EU, Luis Carbonell Landa, heredero del talento de su señor padre, a quién acompañó y escuchó siempre como un niño y un joven que nunca olvida las enseñanzas de uno de los más grandes políticos veracruzanos, entre los más recordados y los más queridos a 31 años de su fallecimiento. Descanse en paz su recuerdo permanece vivo entre muchos de sus correligionarios, colaboradores, compañeros y amigos.

En otro asunto para dar un fuerte espaldarazo al candidato del PRI al gobierno estatal, Héctor Yunes Landa, el dirigente nacional priista Manlio Fabio Beltrones, estuvo en tierras veracruzanas, vino a ratificar su apoyo y despejar dudas de que: Héctor Yunes será gobernador.

Con esto el candidato de MORENA al gobierno estatal, Cuitlahuac García, su única función es la de quitarle votos a la oposición que se enfrente al PRI de Yunes Landa, de Peña Nieto y de Beltrones. Por lo otro a Duarte que no le cuelguen pecados ajenos. Así las cosas.