domingo, 05 de mayo del 2024
 
Por Rafael Arias
Columna: Mutatis mutandis
Mutatis mutandis
2016-03-09 | 10:07:03
La comunidad de la Universidad Veracruzana,
asume su responsabilidad de origen, compromiso
y vinculación social activa y permanente. Defender
lo que es de todos es principio y prioridad, para
fortalecer y hacer realidad la esperanza en un
presente y futuro mejores.
Megamarcha de protesta, simultánea en todas
partes y encabezada por sus autoridades.
Miles de jóvenes estudiantes, académicos,
trabajadores y simpatizantes toman las calles.
Inconformidad y protesta presentes.
Todas las voces reiteran que son inaceptables
crímenes sin castigo. ¿Dónde están miles de
millones de pesos autorizados, presupuestados
y no entregados?
No más continuidad de impunidad de ineficientes
y delincuentes en el gobierno.
Como institución, a pesar de obstáculos, limitaciones
y agresiones padecidas, cumple con
su importante función en la actividad educativa
responsable y trascendente, artística y científica,
civilizatoria y humanista.
En esta, como en otras ocasiones va más allá
de sus bibliotecas, laboratorios y aulas, de sus
métodos y sistemas de conocimiento e investigación,
de enseñanza y aprendizaje, de creación
y recreación artística y cultural.
Puntual, practica y reclama ejercicio responsable
de derechos y libertades; y cumplimiento
de deberes y obligaciones.
Reforzada en y por las ciencias y las artes, en
y por la imaginación y la creatividad incansables
e interminables, ahora simple y sencillamente es
congruente con su obligación de apoyar y defender
a la sociedad a la que se debe, para asegurar su
existencia y mejoramiento institucional propio,
que en muchas formas lo es de todos.
Convoca y acompaña a los veracruzanos en la
lucha contra arbitrariedad e ilegalidad, contra
prepotencia y delincuencia en el uso y abuso, retención
y disposición indebidas de sus recursos
y la injustificada limitación de su función social.
No se pide ni más ni menos que se respeten
ley y derechos, y que hechos y acciones gubernamentales,
permitan contar con una institución de
educación superior, al alcance y beneficio de las
y los veracruzanos de hoy y mañana.
La lucha se extiende. El grito de protesta, se
vuelve coro y clamor generalizado. Organización
y movilización se hacen presentes. Comunidad
universitaria y pueblo en general apoyan y defienden,
funcionamiento y existencia de la UV,
así como la de otras instituciones que garantizan
derechos humanos y sociales, y brindan servicios
públicos indispensables a la población.
No hay duda, ni temor. La Justicia se defiende.
#TodossomosUV
De lo escrito, permítaseme rescatar y reproducir
un texto propio de la llama de la esperanza.
Jóvenes toman las calles
“No somos anti-sistema, el sistema es antinosotros”.
Lo que los jóvenes vienen a recordarnos es
simple y sencillo: están en todo su derecho no sólo
a manifestar sus ideas; sino a protestar, a indignarse,
a inconformarse frente a una realidad que
reduce oportunidades, limita libertades y cancela,
escamotea o esconde derechos. No tienen por qué
aceptar un hoy negado y un mañana cancelado.
Saben o intuyen que su presente y futuro están en
juego, por lo que no aceptan y rechazan la política
de más de lo mismo, últimamente acompañada,
con de mal en peor.
Límites y alcances del costo del silencio, de
la pasividad, de la complicidad. Mientras más
tiempo permanezcamos callados, más difícil será
hacer escuchar las causas de nuestro malestar y
sacrificio.
Su refrescante presencia en las calles, sus esperanzadores
gritos de protesta, están dirigidos
a los malos, peores y catastróficos gobernantes,
que han hecho de la ineficiencia, la ineptitud y la
negligencia, supuestas virtudes, sólo superadas
por la omisión, la complicidad, la delincuencia y
la impunidad. Catalogo abierto: del negligente al
delincuente, del ineficiente al prepotente.
Mientras el desinterés y la resignación rutinaria
caractericen nuestras vidas, hasta mediocres e
ineptos se creerán sus propias mentiras; y seguirán
repitiendo y repitiéndose, que todo va bien y que
son buenos servidores públicos. ¿Manos limpias?
Aquí están los jóvenes presentes y activos. Ni
castrados ni silenciados. Reclamando información
objetiva y confiable, para decidir su destino
e iniciar su participación responsable. ¿Es mucho
pedir?
La chispa y el incendio
Hoy la nueva generación, los jóvenes conocen,
lo que en cada época de elecciones se repite: el
ritual, el lenguaje y el mensaje. Medio y contenido
tan atractivo como superficial, tan efímero como
intrascendente. Feria de promesas y supuestos
compromisos; inundación de frases recurrentes
sobre intenciones inexistentes; circo de cínicos,
con su repetición de fantasías y sueños irrealizables;
y el regreso a la realidad, a la conocida lista
de necesidades insatisfechas, de las limitaciones
acostumbradas, los sacrificios crecientes y las
soluciones postergadas.
Si uno se detiene a analizar antecedentes y
consecuencias de lo ocurrido, encontrará que
en muchos casos, el remedio resulta peor que la
enfermedad, que muchos de los políticos que se
decían o asumían como la solución, transfigurados
en gobernantes, funcionarios o simples servidores
públicos, con el tiempo se transforman hasta
convertirse en todo o parte del problema. Tragicómica
historia repetida, que al final, lo que más
se desea es salvarse de la capacidad destructiva
de “salvadores” y delincuentes.
Hechos que invitan a la reflexión y, desde luego,
a la acción. Reclamos y protestas que ponen en
evidencia las condiciones de pobreza y miseria ante
la desatención, ineficiencia y corrupción oficial,
que crecen y se fortalecen, que saltan a la vista y
muestran los innumerables delitos que conforman
el otro rostro de las estructuras gubernamentales.
Delincuencia gubernamental que, sin duda es la
peor de todas las delincuencias, pues ni cumple
con la ley ni la hace cumplir. ¿Hasta dónde puede
o debe llegar, la insensibilidad social y la ceguera
gubernamental, que no sienten ni ven, lo que
muchos, demasiados resisten y padecen? ¿Cuál es
el límite de carencias y sacrificios sociales? ¿Hasta
dónde y hasta cuándo costosas e inaceptables
corrupción e impunidad gubernamental?
La respuesta, la enseñanza se repite hasta el
cansancio en la geografía y la historia de propios
y lejanos. Todo esto y más, logra incrementar el
potencial incendiario, hasta convertir protesta
en rebelión y la inconformidad en revolución.
Los muertos convertidos en héroes o mártires
son una simple consecuencia. Aviso y alerta…
Bien por los jóvenes. Derechos y libertades
irrenunciables.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.
Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
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