2016-04-10 | 10:46:07

Con la llegada de los falsos profetas e iluminados de la contienda electoral para elegir al nuevo Hueyi Tlatoani –“gran gobernante, gran orador”, según la enciclopedia libre Wikipedia-, el clima político social en Veracruz se ha tornado más violento por los enconos, lucha sórdida y ajustes de cuentas que suscita el crimen organizado. El daño colateral los siguen pagando los inocentes.

¿Hasta cuándo el gobierno duartista, el gobernador Javier Duarte dejará los dobles discursos, simulación y retórica complaciente para atacar de una vez por todas el corazón financiero de los dos principales cárteles de la droga que se disputan la plaza Veracruz? Cuándo veremos una acción insólita y coordinada con las fuerzas castrenses para desmantelar los centros neurológicos que operan desde el Pánuco hasta el Tonalá.

El talón de Aquiles, el coco del régimen estatal próspero, ha sido la administración, la aplicación de la justicia expedita, la inseguridad pública, la falsa reinserción social de la población interna de los penales, el quiebre de la finanzas públicas y la falta de honestidad de la mayoría de los servidores públicos.

Los titulares de la Fiscalía General del Estado y de la SSP, Luis Ángel Bravo Contreras, y Arturo Bermúdez Zurita, están reprobados por la sociedad civil y los ciudadanos de a pie. Sus actuaciones han rayado en lo grotesco, burdo, infamia, ruindad y perversidad. Y qué decir de los integrantes de los poderes Judicial y Legislativo: sumisos, cortesanos y abyectos al servicio del titular del Poder Ejecutivo.

Los agravios que han sufrido los veracruzanos, mandantes e integrantes de la red pública, les asiste la razón para mandar al patíbulo, a la hoguera a la mayoría de los servidores públicos –la nueva casta político que inventó Javier Duarte, políticos de pacotilla-, pero como estamos en pleno siglo XXI merecen como mínimo la destitución inmediata, consignación y devolución de los dineros públicos que saquearon de la secretarías de Despacho y direcciones del gobierno estatal.

Pero esto, por supuesto, no va a ocurrir por la impunidad, opacidad, falta de rendición de cuentas y amaños de los perseguidores de los delitos del orden común o federal. Hay una total displicencia y aquiescencia de la PGR, del Congreso de la Unión y del Tlatoani de Los Pinos. Por todos los daños y agravios sufridos a los mandantes, es necesario la presencia reivindicadora, solidaridad, venganza y del equilibrio de una nueva Némesis en Veracruz.

La pólvora que disparan los profetas e iluminados –siete aspirantes al sillón de palacio de gobierno- para conquistar después del 5 de junio el Hueyi Tlatoani –“La palabra huēyi [we.ji] o [we.i] significa “grande, largo, alto”. Huēyi Tlahtoāni, por lo tanto, significa “gran gobernante, gran orador”, de acuerdo con Wikipedia-, no será suficiente, por ahora, para frenar todos los vicios y prevaricaciones, abusos de poder, indolencia, pasividad y complicidades que ha cometido el régimen duartista, en nombre de los electores.

El papel del nuevo Némesis debe ser para poner fin a las perversidades y egolatrías del aún gobernador Javier Duarte; reprobar todo fin a la violencia interna y externa que se ha generado por omisión o comisión con los cárteles de la droga Jalisco Nueva Generación, que capitanea la capital del estado, según el reciente estudio de la DEA, y Los Zetas; los excesos de la casta política; y lograr el justo equilibro de la justicia, que por ahora está ausente en Veracruz.

Los profetas tienen que remar a contracorriente, por el estado disfuncional que creó el crimen organizado, sobre todo el profeta rebelde del PRI que tiene sobre sus espaldas los graves desaciertos que cometió el Tlatoani y que pesarán en las elecciones del 5 de junio, pero están limitados para resolver las simetrías del endeble tejido social del estado. Ojalá Némesis escuche a la vapuleada sociedad civil y nos otorgue la justicia retributiva, solidaria y castigue con mano firme a los depredadores del poder público.


Luto en el periodismo. Triste y lamentable noticia el fallecimiento del amigo y periodista Hipólito Cuevas Martínez, quien el jueves 7 dejo de existir en la capital del estado. Polo Cuevas, historiador, docente de la preparatoria Artículo Tercero, cofundador del periódico de análisis El correo de la noche, que por varias décadas circuló en Xalapa, se desempeñaba desde hace algunos años como director editorial del periódico NewsVer, con Orlando García Ortiz. Polo fue un hombre charlador, bohemio y alegre. Sus artículos siempre fueron suspicaces y mordaces. Descanse en paz el amigo. ¡Te vamos a extrañar, Polo!

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