2016-05-12 | 08:48:18

¿Ante quién se bajó los pantalones (para lo que se pueda ofrecer) el “Ranchero enamorado”, para pedirle perdón por haberlo llamado loco? Hágame usted favor. Ante el nazi Donald Trump. O lo que es igual, un hijo de inmigrante, ante otro. Ese fue quien nos gobernó (dice) del 2000 al 2006, y quien sigue asegurando que AMLO es un peligro para México. Ahí se lo dejamos de tarea, para que sea usted quien saque sus propias conclusiones, ante un aldeano (políticamente hablando) ser, cuya máxima ilusión fue salir en Récord Guiness, por presentarse ante el entonces Rey Juan Carlos con botas de charol. Por tipejos atarantantes como este, tenemos un país en quiebra, al que (como dé lugar) están regalando. Aunque eso sí, con todo el descaro del mundo siguen hablando de soberanía, misma que ellos diariamente pisotean, sean del partido que sean. Pero, ¿Quién es este nazi, de apellido Trump, quien debería llamarse Donald Drumpf, de no haber sido por su abuelo Friedrich Drumpf (inmigrante alemán), que repudió su origen y nombre al llegar a los EU, para convertirse en gringo? Es un peligroso mazacote albino, que está dejando al descubierto algo que ya sabíamos hasta la saciedad, el odio inculcado a millones de yankis contra nuestra raza, usos y costumbres, y de una historia que ellos carecen, pero a los que han adoctrinado como los mesías salvadores del mundo, y ¿saben qué?, por lo menos quien esto escribe no quiere ser “salvado” por una bola de asesinos que en nombre de la libertad y la democracia, han y siguen cometiendo las mayores atrocidades y perversidades contra los seres humanos. Tan solo recuerden el genocidio del sociópata Harry S. Truman, contra Hiroshima y Nagasaki, para ir valorando a estos cafres, sin olvidar su “guerrita” contra Vietnam, (iniciada en realidad por el mencionado Truman, seguida por Dwight D. Eisenhower, apostillada por el borracho y pendenciero Lyndon B. Johnson, con el final por todos conocido) país que asolaron con millones de muertos, gracias a unos dementes contra un pueblo que nos les había hecho nada, que no fuera meter (los gringuitos) su “cuchara” a favor de Francia, con su guerra contra Indochina (1946-1954), por negarse a desocupar estos territorios, ricos en recursos naturales, de los que los coterráneos de Charles de Gaulle se sentían dueños y señores. Y aquí mejor le paramos, porque la lista de invasiones de los güeritos, no tiene nombre, siempre y cuando no sea el de subyugar al pueblo equis, para propio beneficio, sin importarles el número de cadáveres que dejen en el “camino”. Si no recuerden a Muamar Gadafi y Saddam Hussein, cuyas desgracias comenzaron el día que exigieron cobrar (su) petróleo en dólares. ¿Lo quieren más claro? ¿O quieren que nos refiramos a la sociedad con la familia Bush con el entonces hombre fuerte de Panamá, Antonio Noriega, de quien dicen las malas lenguas que cayó en “desgracia” por no ponerse a mano con estos muñequitos en el negocio de las drogas? ¿Y con todos estos antecedentes ahora se extrañan que resurja este demente tipo Hitler? ¡Por favor! Un pueblo que (en su papel
moneda) dice creer en Dios, y en el anverso aplauden y practican (hasta la fecha) la pena de muerte, y que odian a los negros, y a los hispanos con una demencia mas allá de lo animalesco, nada bueno se puede esperar. Ahora en nuestro famélico México (en lo que lo han convertido estos políticos de basura), suena la voz de “alarma” por si este desequilibrado llega a la presidencia. (Algo más que posible) Y les preguntamos a estos faltos de pantalones: ¿Con cuál presidente nos “ha ido” bien? Pobres desertores de la historia y lame nalgas gringos, que ni testículos tienen para enseñarles a las nuevas generaciones (vía los libros de texto) de la asquerosa, traumante y sanguinaria invasión de que fuimos objeto por parte de estos desalmados, que para terminarla de joder, (y vergüenza nacional), subyugaron e intentaron exterminarnos, como lo demuestra el que durante seis meses ondearan su banderita de las barras y las estrellas, en Palacio Nacional. ¿Por qué no les enseñan eso a los próximos mexicanos que llevarán a cuesta todas las traiciones cometidas por ustedes y sus antecesores? Aunque eso sí, todo en nombre de la libertad de este país laico, (dominado por la Iglesia Católica) y soberano, donde no se atreven ni ir a defecar, sin pedirle permiso a los güeritos. Es por eso que al igual que las vacas, después se hacen en las patas. ¿Donald Trump? ¿Desde cuándo comentamos en estas líneas que se le debía prohibir la entrada a nuestro país? ¡Pero no! No sea que en una de esas quede, y ¡uf!, nanita nana. Que pocos pantalones y que cerrados de visión política. (Si es que alguien en este sexenio la tuviera) ¿Quién carajos es este pelafustán para mentarnos la madre y amenazarnos? ¿Un iluminado?, porque lo único que le vemos de “iluminado” son sus ojos de mapache, con perdón de estos. Su “abuelito”, no fue más que un lenón, traficante de licor y armas, que se estableció en Alaska, y quien tan solo para variar, caso (¿cómo no?) con otra teutona, al igual que la mamacita (de este desequilibrado), de nombre Mary MacLeod, oriunda de Escocia; y ya no digamos de su primera esposa Ivana, (nacida en Checoslovaquia) ejemplo de este arquetipo de la demencia senil; o la actual Melania. (exmodelo eslovena). ¿Y este tipejo es quien está en contra de los migrantes? ¿Pues saben qué?, debería ver a un buen sicólogo, (como Juan Ramón de la Fuente, quien no compuso a Nilda Patricia, -la consorte de Zedillin-, pero quien a lo mejor por lo mismo, fue premiado con la Rectoría de la UNAM), para al menos que lo deje como está. Pero se nos olvidaba, ¡el odia a los extranjeros! Quien no los odia son Don Quijote y Sancho, así que, ¿a ver que nos dicen? -Sancho: Oye mi señor, esta mazorca descolorida, ¿verdad que está “ido”? -Don Quijote: Pues sí, pero aquí tenemos quienes lo superan en las cuestiones nazis; ¿si no como te explicas que aun sigan tan criminalmente callados con el asesinato de nuestra querida Regina? Son iguales (o más) renegados que este engendro de la naturaleza. -Sancho: ¡Ah!, chingaos, chingaos, chingaos