2016-06-12 | 12:14:41

Lo que fue en varios estados del país, una derrota anunciada para el PRI y en donde, se dice que el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, no metieron las manos en aras de civilidad democrática, por lo que ahora se presume, es que se culpa de la catástrofe partidista al dirigente del CEN priista, Manlio Fabio Beltrones, con la finalidad de quitarlo de la carrera presidencial.

Los expertos dan cuenta de que también es poco probable que el secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, se quede en el cargo, aunque se diga que encabeza las encuestas de las preferencias electorales por la presidencia del país en el 2018 y le son favorables, frente a propios y extraños.

Los raros acontecimientos del 5 de junio con las derrotas priistas en varias entidades federativas en las que se incluye Veracruz, Puebla, Chihuahua y Tamaulipas entre otras auguran un serio descalabro al PRI de Peña Nieto y por ende habrá sacrificios en los días por venir.

Dice, el periodista Carlos Loret de Mola, en su columna, que el propio secretario de gobernación y el propio líder priista, llegaron a los Pinos, por la noche del domingo para dar informar al presidente de los acontecimientos fallidos.

Aquí hay que dar cuenta, que Enrique Peña Nieto, es un político, político y por lo mismo es de los que se queda callado, no da el manotazo, porque sólo hay que esperar a la respuesta que seguramente se dará no tardando.

En los pasados periodos presidenciales, el cambio en la secretaría de gobierno ya en el quinto año de gobierno, forma parte de la decisión final en el “encarrilamiento” por la sucesión.

En este tiempo final, crecen José Antonio Meade, Claudia Ruiz Massieu y Aurelio Nuño. Por lo que puede dar la sorpresa la secretaria de relaciones exteriores, por situación genérica que estaría enfrentando, dicen a Margarita Zavala por el PAN.

Los analistas políticos no descartan además que el fortalecimiento del PAN, se deba más que nada a la fortaleza del PRIAN que tiene como finalidad dar el contrapeso a MORENA que en cualquier momento puede aliarse ahora la izquierda mexicana con fines de lograr la presidencia y se puede vislumbrar una unión por demás definitiva con el Movimiento Ciudadano y el PT, más los partidos del chiquitaje que comulguen en ese lado opositor.

Con estos acuerdos, el PRI y sus aliados, y el PAN en la soledad, estarían disputando una nueva elección de tercios en el 2018 por la presidencia del país, entre el PRI, PAN y MORENA.

Por lo tanto, en el estado de Veracruz, muchos siguen sin acoplarse al resultado de la elección de gobernador de hace una semana de aquel “domingo negro” en donde el PRI, pierde la hegemonía de 86 años.

Dicen los que saben, que la elección no se va anular y que sus efectos seguirán hasta agotarse las instancias normales de los acomodos por venir y en donde Miguel Angel Yunes Linares, tendrá que dar un mensaje conciliatorio a fin de lograr la unidad anhelada, que es por la que supuestamente votaron la mayoría de los veracruzanos, más que un voto de castigo en contra de Javier Duarte, a quien no pueden culpar de la derrota, porque desde el gobierno federal también deben compartirse las culpas mutuas, por los excesos con los maestros y sectores en los que se incluyen a los petroleros, y otros más, que simplemente desaparecieron en el proselitismo priista y eso es lo que hay que investigar, por el famoso voto de castigo recibido.

En el debate del joven dirigente panista Ricardo Anaya y el dirigente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, pareciera que el de “parvulitos” le ganó la partida al del posgrado en política del viejo PRI, parafraseando al profesor Carlos Hank González, cuando en los tiempos salinistas quisieron ponerle una piedra en el camino y sólo respondió, “pero si es de parvulitos”.

En la espada de la justicia, dicen los que saben que o se caen Osorio y Belttrones, o los dos se ponen de acuerdo en seguir y operar adecuadamente la sucesión presidencial para evitar que nuevamente al PRI lo saquen de los Pinos, y en ese caso ya no será el PAN, sino el Partido MORENA de Andrés Manuel López Obrador, que anda desesperado por llegar en sus vehículos de súper lujo al 2018, si su corazón se lo permite. Así las cosas.