2016-06-14 | 09:05:08

› Calmantes montes
Todavía no llegan y ya empiezan a dar de qué hablar. Son algunos panistas confesos o de clóset que ya se ven en la próxima administración o que creyeron que en verdad son la alternancia, a los que aún no les cae el veinte de que el próximo gobierno empieza hasta el 1 de diciembre de 2016. Ni antes ni después. Por ejemplo, María Josefina Gamboa Torales ya causó confrontación entre grupos lésbico-gays porque el domingo uno de ellos organizó una marcha y no gustó la presencia de la diputada electa. No está mal que ella apoye a una comunidad discriminada para hacer valer sus derechos; lo malo es que su presencia causó controversia. Es más, la situación jurídica de la ahora diputada local electa sigue en veremos por el atropellamiento y muerte de José Luis Burela en julio del año 2014, ya que si la sentencia se expide antes del 30 de noviembre ella estará sin fuero.
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El problema está en que varios de los férreos opositores al PRI todavía no se curan la borrachera electoral y no les cae el veinte de que ya no serán oposición sino parte del sistema de gobierno. Ahora la oposición será el PRI. El PAN y PRD serán, si no ocurre otra cosa de aquí al 30 de noviembre, el gobierno. Así que bien hará el todavía gobernador electo en aplacar los ánimos desbocados de sus pupilos y pupilas, con un manotazo o como le guste, pero ya ya ya. Otro que no se cuida de hablar donde no lo escuchen es el abogado Jorge Winckler, defensor de las causas ¿posibles o imposibles? Sus “amigos” filtran el dato de que el licenciado en Derecho ya se siente el próximo Fiscal General del Estado y se da el lujo, si así se le puede llamar, de burlarse de Luis Ángel Bravo Contreras. Winckler pregona a los cuatro vientos, así o dicen, que la Interpol le avisó primero a él que a Bravo Contreras sobre la reciente detención en España de uno de los jóvenes presuntamente implicados en la violación de una joven. Mejor que se tomen un té de tila porque en política nada está escrito. Marijose ya tiene la diputación, pero en el papel; mucha agua puede correr de aquí a noviembre. Lo mismo para el abogado, además que hasta donde se sabe, el gobernador electo no ha dicho que él vaya a ser el próximo fiscal, para lo cual primero se debe deponer a Luis Ángel Bravo.
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Al paso de los días empiezan a flotar los restos del hundimiento electoral, incluso entre presuntos ganadores. Entre panistas y perredistas no todo es felicidad, como se quiere hacer creer. Sólo algunos están sonrientes, pero no la mayoría de azules y amarillos. Al que ya le piden cuentas es al alcalde azul de Córdoba, Tomás Ríos Bernal, quien salió reprobado como operador político, aunado a su sospechosa cercanía con Juan Bueno Torio, que no cayó muy bien en el equipo de Yunes Linares. Entre los reclamos está el triunfo de MORENA en la elección de gobernador en el distrito de Córdoba y si no bastara con eso, la derrota del PAN en la de diputación local, ya que el triunfo fue para el priísta Juan Manuel del Castillo por una diferencia de apenas 15 votos.
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A todo esto ¿dónde andan los diputados electos por los distritos de Veracruz, Boca del Río y Medellín? ¿Ya se tomaron la molestia de ir a agradecer a quienes votaron por ellos y ellas? ¿Ya empezaron a acopiar las demandas ciudadanas para hacerlas escuchar en la Legislatura, o se conforman con las que recogieron en campaña. Deberían empezar a ponerse a trabajar y recordar que es de bien nacidos ser agradecidos.