domingo, 28 de abril del 2024
 
Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Alternancia y sucesión
2016-06-15 | 21:28:13
Al PRI le quedan pocas posibilidades de conservar el poder presidencial en el 2018, todo esto debido a las grandes pretensiones que fueron mal dimensionadas en lo que respecta a las reformas estructurales necesarias para el país, pero lamentablemente no se realizaron de forma gradual y se complicaron los escenarios de forma negativa con los efectos de la economía mundial.

Los conflictos y las problemáticas crecen y no hay una sensación de gobernabilidad, toda vez que las famosas reformas muy bien pensadas, pero mal aplicadas, no dieron el resultado esperado y en el corto plazo se convirtieron en un lastre para un gobierno federal que ya va en su cuarto año del mandato y pareciera ya el último año.

Al presidente Enrique Peña Nieto, le fue muy bien al principio de su mandato cuando se echaron las campanas al vuelo con las reformas estructurales, que recibieron el reconocimiento internacional y después el escenario se cayó ante los casos ya conocidos que van desde los temas de los muchos casos mal atendidos y que se acumularon deteriorando su imagen, pero más aun las reformas se cayeron como consecuencia de una falta de planeación en los temas de energía, economía y más aun con el caso de la reforma educativa.

Las reformas se hubieran hecho de forma gradual y ahora posiblemente el país estuviera aun bajo el control gubernamental del partido en el poder, pero el reflejo del malestar general se vio en las pasadas elecciones del 5 de junio en donde los ciudadanos adelantaron el voto de castigo que seguirá en el 2017 y continuará hasta en el 2018, posiblemente sin cambiar.

Ahora bien, la crisis petrolera y la crisis económica, más los problemas de seguridad en varias entidades son parte del día a día y ahora resulta que aquí se complica más la problemática que hasta la gente ya olvidó los graves efectos del gobierno panista de Felipe Calderón, que perdió la presidencia del país por los daños colaterales y la inseguridad y ahora se perfilan a tratar de recuperar la presidencia del pais en la figura de su esposa doña Margarita Zavala.

Al presidente Enrique Peña Nieto, le ha faltado contundencia en su gobierno y sus personajes de confianza han fallado en las directrices y por la falta de cambios en su administración, persiste la sensación de molestia entre la gente.

Es hora de que entre la sangre joven al gabinete y darle oportunidad a quienes están ya calentando para entrar de relevo a la cancha. No hay que olvidar que los que se han quedado en el camino han sido por los cambios necesarios y han sido funcionarios en las áreas de la PGR, SEP, Sedesol, Profeco, Conagua y en la CNS, por citar algunas dependencias más los relevos en algunas embajadas de alta relevancia.

Están en el tintero los cambios en la secretaría de gobernación y secretaria de hacienda, y otro más para darle oxigeno al gabinete con vistas a la sucesión presidencial.

El discurso del secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, muy débil, fuera de contexto y pareciera para va un año atrás en materia de gobernabilidad. Sobre todo el recriminar a los partidos políticos opositores que ya destapan a sus mejores cartas.

La postura de Osorio, es ridícula al pretender calmar la euforia por la sucesión presidencial cuando ya dan a un PRI perdido como consecuencia de la falta de apoyo al dirigente nacional priista, Manlio Fabio Beltrones, quién encontró resistencias y el fuego amigo en las entidades en donde se perdió el 5 de junio.

Aquí, si hay que decirlo y reconocerlo, el presidente Enrique Peña Nieto ha dado todo su apoyo a los miembros de su gabinete para que hagan bien su trabajo, pero muchos han fallado.

Los cánones y el manual de la política en este país, si se quiere mantener el poder presidencial como sería en el mandato de Enrique Peña Nieto, es que debería hacer un enroque en la secretaría de gobernación con el titular del CEN del PRI, aquí para posicionar definitivamente a Osorio para la sucesión presidencial y dejarle a Manlio Fabio Beltrones la tarea de la gobernabilidad, porque tiene experiencia y pudiera ser relevante para que el PRI conserve el poder.

Darle fin a los conflictos en las áreas de energía y educación para que se concilie mediante el dialogo y dejar de lado al método del garrote y fomentar el empleo en lugar de atacarlo.

Fortalecer las áreas de la seguridad pública en toda su estructura y extenderla hacia los estados en donde se han presentado problemas de coordinación.

Tener en la lista de espera a personajes como Eduardo Medina Mora y José Antonio Meade, que pueden asumir posiciones estratégicas.

Establecer acciones para que los titulares de hacienda, educación y relaciones exteriores, puedan afinar su visión para crecer y que de una vez por todas entren en el juego de la sucesión presidencial.

El gobierno de Enrique Peña Nieto, tiene aun tiempo para enmendar errores y perfilar las acciones para entrar de nuevo en la ruta ganadora de la sucesión presidencial, pero primero habrá que mandar mensajes de solución de problemas en temas de maestros, trabajadores petroleros y de seguridad en las entidades del país. Para conciliar. Al tiempo.

En otro asunto, el gobernador Javier Duarte de Ochoa se reunió este miércoles con diputados locales, con quienes discutió importantes temas en la agenda legislativa rumbo a la etapa final de la actual administración estatal.

Al interior del Salón Yanga de Casa Veracruz, el mandatario señaló que de la mano del Poder Legislativo, el Ejecutivo continuará trabajando por los legítimos intereses de la sociedad veracruzana hasta el último día de su gestión. Así las cosas.



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