2016-07-07 | 09:19:08

El asunto de la donación de Casa Veracruz a la Comisión Estatal de Derechos Humanos trae "fondo", y no precisamente porque al gobernador electo, Miguel Angel Yunes Linares, le interese mucho el edificio o porque sea un sitio en el cual vaya a querer vivir ahora que se mude a Xalapa a partir del 1 de diciembre.
El tema es que el aún mandatario Javier Duarte De Ochoa no quiere arriesgarse a sabiendas que como dijo el fundador del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, el próximo gobierno llega con sed de venganza.
Duarte sabe bien y está consiente que de dejarle así como así la Casa Veracruz, lo primero que hará su sucesor será exhibir todos los excesos de los que ya ha hablado y que tiene dentro del recinto el gobernador, al que quiere exhibir a toda costa.
Los veracruzanos podrán saber lo que Javier Duarte hizo en esa casa para habitarla y hasta la remodelación que le mandó hacer con todo lujos o no pero enlistados por Yunes Linares quien cómo se sabe, no tendría empacho alguno en exhibir hasta el baño.
Por eso la quiere entregar a una de sus aliadas cercanas como es la licenciada Namiko Matzumoto y de esa manera, ella sería la encargada hasta de desmantelar todo lo que pareciera lujo que haya en ese sitio cuando Duarte la deje de habitar este 30 de noviembre.
No obstante, a pesar de lo crispado que está el tema entre el gobernador constitucional y el electo por el caso de los nombramientos de fiscales, magistrados y la donación de Casa Veracruz de seguir con el mismo tema lo que va a pasar es que este pleito va a cansar a la ciudadanía.
Esto se nota hasta con el tema de la basificación que pretende hacer Duarte con empleados estatales y que es otro de los puntos espinosos que tiene en su "cancha" el Congreso local.
Y es que ahora ya le sacaron a Yunes Linares lo que hizo Felipe Calderón en 2012 hizo algo similar y ello ha generado que la gente que estaba en contra de esta iniciativa este virando al recordar que el ex presidente de México se comportó igual.
El tema lo enredó Miguel Angel y ahora se le puede salir de las manos, pues tampoco funcionaron los dichosos desplegados que mandó a publicar.
Por eso se está blindado en que ya se complica hacer un buen gobierno, lo que se esperaba.

MUY EN CORTO

EN SAS COMO EN LA SNTE. Se necesita tener la cara muy dura para mantener una postura como la de la lideresa del SAS, Angélica Navarrete, quien se niega al diálogo y sigue engañando a la gente con que van a perder sus trabajos y por eso deben marchar.
La verdad es que a ella no le conviene que el SAS desaparezca porque tiene a media familia cobrando en el sindicato, quienes seguramente ya no tendrían cabida en el nuevo organismo, además de las canonjías que ya han sido multicitadas.
Solo hay que ver el hecho de llegar al extremo de obligar a los trabajadores a llevar a sus esposas y a sus niños es demasiado, ya solo les falta amarrarse a los árboles del zócalo a ver si así causan llamar la atención y que les crean su teatro.
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