2016-07-13 | 09:25:39

›Agua que no has de beber...
La guerra no del agua, sino por el control del agua, ya empezó y es cruenta. El sindicato y el órgano de gobierno están más que confrontados no por la defensa del patrimonio ni por la eficiencia, ésos son cuentos chinos. La rebatiña es por el poderío económico y porque el Grupo MÁS ya exige aquello por lo que pagó y bastante caro. Y si el negocio no ha de ser para los extranjeros, entonces alguien tendrá que devolver lo que le dieron. A quien le venga el saco, que se lo ponga.

Una cosa llama la atención de los usuarios. ¿Si el SAS está así tan mal como dicen, entonces por qué no llaman a cuentas a los que lo saquearon? Ahora resulta que es deficitario y apenas en el sexenio pasado y los inicios de éste daba hasta para pagar campañas políticas. Lo curioso es que nadie habla de hacer auditorías ni nada, ignorando intencionadamente ese pasado oscuro y voraz. Conste que la omisión también es corrupción. Ver lo sucio y esconderlo en vez de denunciarlos para hacer justicia se llama complicidad. Lo bueno es que tendremos un renovado Instituto Veracruzano de Acceso a la Información Pública. Lo malo es que siempre habrá excusas para conocer la verdad.

Dicen los lengua larga que según documentos, los gastos dentro del mentado SAS aumentaron del año pasado a la fecha, coincidentemente con la llegada del Grupo MÁS. ¿A cuenta de qué? Alguien tiene que aclararlo, y al parecer no será el órgano de gobierno ni el sindicato. Mucho menos el sindicato, al que están a punto de darle palos por no alinearse.

Mal quedaron los asesores jurídicos del mandatario Javier Duarte de Ochoa con la exhibida que le puso la Procuraduría General de la República por querer adelantarse la ley federal y proponer la creación de la Fiscalía Anticorrupción y de la Sala Especializada en Corrupción. Sobre todo porque fue un error de novatos porque el gobierno de Veracruz realizó reformas en materia anticorrupción, sin esperar a la entrada en vigor de la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción y la Ley General de Responsabilidades Administrativas, lo que es contrario a la Constitución Mexicana y por eso interpusieron una acción de inconstitucionalidad. Es de principiantes saber que ninguna legislación local puede estar por encima de la Carta Magna y en ese caso solo sirvió para que los detractores de Javier Duarte de Ochoa hicieran más leña del árbol caído.

La rebatinga por lo poco que queda del PRI en Veracruz alcanzó al propio gobernador Javier Duarte y revivió al excandidato del tricolor, Héctor Yunes con declaraciones de hierros contra el mandatario, al parecer en lo que evidencia un pacto de sangre. Y mientras los primos Yunes esperan la caída de Javier Duarte de Ochoa, el senador Pepe Yunes teje firme en diversos sectores que le mantienen y refrendan su lealtad para convertirlo en el sucesor de Miguel Ángel Yunes. Los reacomodos priístas llevarán meses, la operación cicatriz exige más que curitas, pero Pepe Yunes ya está por encima del tricolor y de entrada tiene amarrada la candidatura por el Partido Verde en privado y en público el dirigente estatal ha dejado claro que el apoyo a Héctor Yunes fue por petición del senador Yunes Zorrilla, pero el compromiso terminó el 5 de junio con la aportación de 170 mil votos verdes.