jueves, 09 de mayo del 2024
 
Por Jant Segovia
Columna: Las mentiras del poder
Rubén Espinosa, un año de impunidad
2016-07-28 | 09:13:43
Los asesinos aterrorizan las páginas de la historia. Ni duda cabe, leer las atrocidades a las que pueden llegar las mentes de los asesinos materiales, es un desenfreno mental por inexplicable, para los seres comunes que del diario tenemos que poner un paso adelante en nuestras vidas, si nos queremos superar. Pero, ¿qué será peor, el asesino que dispara un arma, o el autor intelectual? Y aún más. Leer sobre las atrocidades de Hitler, Stalin, Pinochet, Videla, o un Franco, (y aquí le paramos porque la lista es interminable) es algo muy diferente, a saber que hay desquiciados que andan “entre nosotros”, y nosotros, ¡sí, todos nosotros!, somos sus cómplices al no salir en masa a las calles, y voz en alto delatarlos como genocidas del estado. Eso nos convierte en simuladores de la opresión que hasta la fecha sufre nuestro pueblo. Este mismo pueblo fue del que habló Luis Donaldo Colosio en el Monumento a La Revolución, el 6 de marzo de 1994. “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada; de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían servirla” (sic) 17 días después, fue asesinado en Lomas Taurinas. Este México que él quiso enfrentar, es el mismo México que seguimos viviendo, bajo una acalambrante dictadura, que el tirano de turno intenta maquillar diariamente. Este es el México sanguinario, que avalado por los ladrones de las familias de siempre, desde hace 86 años nos han prometido, y cumplen a rajatabla, seguir refundiéndonos cada día más en la pobreza, y la lejanía de un futuro promisorio; y malhadado sea el periodista que se atreva denunciar a estos criminales, porque tan solo encontrarán la muerte. ¿Ejemplo?, Rubén Espinosa y su compañera Nadia Vera, quienes en tres días “cumplirán” el primer año de su (bien maquinado) asesinato. Ambos habían denunciado públicamente su miedo a continuar viviendo en el estado. Nadia hizo patente su miedo y terror a las “autoridades”, denunciando valientemente a estas en un video- https:/www.youtube. com/watch?=c41YFdRX064 -; y “Rubencillo”, -como cariñosamente se le llamaba en el gremio- por sentirse perseguido por los perros del poder, que descaradamente lo acosaban por su trabajo. En especial después de la foto (que firmó su sentencia de muerte) aparecida en la portada, (núm. 1946) de la revista Proceso. Pero la mano asesina de estos engendros del Averno los persiguió, y en un muy bien planeado “asesinato” en la colonia Narvarte (Mex. DF, que alejaría cualquier tipo de “malévolas sospechas”, o vínculos con “Veracruz”), encontraron una absurda y vil muerte, a la que los “acompañaron” tres mujeres como “extras”, para acarrear la atención del público, con una cortina de humo encabezada por la colombiana Mile Virginia Martin Gordillo, haciéndola sinónimo de narcotraficante, por el hecho
de haber nacido en Colombia. Así todos “contentos” y “felices”, a la vez que enviaban un macabro aviso para los que escribían “demasiado” para el gusto de los asesinos en potencia, que, con tan solo mover el “árbol”, harían caer las manzanas “podridas”; aunque después se explicó que el ejemplo era para otras partes de la sociedad. En resumen. En un país donde según el INEGI, (dependencia que dice ser autónoma, pero que muestra su servilismo al poder, al “desaparecer” de un plumazo 12 millones de pobres, mismos que no concuerdan con la medición del CONEVAL, y por lo tanto deja de ser confiable) tan solo en 2015 hubo 30 mil asesinados, (a esto agréguele un 60% más, que “olímpicamente” escamotean para quedar bien con el señor), ¿qué pueden importar el asesinato de otra activista más, o de un “vulgar” periodista? ¡Nada! Aun queda un mundo por masacrar en este gobierno del terror. Si no pregúntenle a Anabel Flores, o más recientemente a Pedro Tamayo, o bien a Regina Martínez, Gregorio Jiménez o Moisés Sánchez, entre otros, de los que según ellos, ya nadie se acuerda. ¡Ah!, se nos olvidaba. No les podrán preguntar porque ya los asesinaron. Lo cierto es que el domingo se cumplirá el primer año de este quíntuple asesinato, donde casualmente estaban dos compañeros que tuvieron que huir del estado. Pero todos siguen felices. El inútil del procurador Ríos Garza, sigue dentro de su apopléjica misión de lavarse la única neurona que le sobrevive, y tapando todo lo que le echen, y por aquí esperando el último día del próximo noviembre, para poner la mayor cantidad de tierra por en medio, hasta que la Interpol (tan atenta como siempre) los invite a un retorno con su VTP, para (quizá) instalarlos (gratuitamente) en algún hotel del gobierno, donde a buen seguro tendrán experiencias nunca soñadas, por pensar que todo quedará con una leve amonestación tipo priista, como el “humilde perdón” de “La Casa Blanca”. Pero eso sí: Este domingo lo más seguro es que veremos algún tipo de manifestación diciendo que a Rubén y a Nadia no se les olvida, y que están presentes, lo cual será falso, mientras no se exija dar con autores intelectuales, y refundirlos en la cárcel. Estos y no AMLO, señora Zavala íi son un peligro para México. Usted con la vergüenza de estar unida al “manos limpias”, ya tiene bastante. Así que cambie su disco. El que tiene ya está rayado. Pero leamos a Don Quijote y Sancho: -Sancho: Oye mi señor, es caóticamente denigrante que a un año de estos asesinatos, ambos sigan en la impunidad. -Don Quijote: ¿Cuál denigrante, mi buen Sancho? El de nuestra querida Regina Martínez sigue en los cajones del gran Fiscal Bravo Contreras, y todo el mundo contento de ser los patibularios cómplices de la verdad. -Sancho: ¡Ah!, chingaos, chingaos, chingaos.


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