2016-08-04 | 09:19:15

Mientras uno quiere empezar ya su administración, como si hubiera sido una designación de facto y no por "consenso popular", el otro pretende no dejarle el camino tan allanado, más bien apedreado, y haciendo ajustes que obliguen a velar por un verdadero gobierno y no por la represión.
Se trata el uno, de Miguel ángel Yunes Linares, y el otro, Javier Duarte de Ochoa que ha respondido a la filosa y obsesiva actuación del neo panista. Pero ambos sin pensar, además de hacerlo por su bienestar, personal, en un Veracruz que requiere medidas acertadas e inmediatas.
Se han trenzado en una confrontación que ha vuelto a tomar dimensiones nacionales. Ubicando esta bronca con afán protagónico y en una infructuosa lucha que a nadie beneficia, en los medios de comunicación del altiplano.
Este martes y miércoles, Javier Duarte se posicionó por ejemplo, en Televisa con López Dóriga mientras que Yunes lo hizo con Ciro Gómez Leyva. El primero denunciando o exigiendo que procedan las querellas por enriquecimiento ilícito del panista-perredista, y el segundo dando vuelo a su plan estatal de desarrollo en críticas incesantes como ha sido en casi todo el sexenio contra el aún gobernante.
Bien, todo eso, puede seguir sin ningún problema. No pasa de que la gente tiene un hartazgo generalizado y está hasta la madre como diría en su equivocada estrategia mercadológica y de discurso el candidato independiente, Juan Bueno Torio.
Lejos de que se genere una tersa transición es sabido que esto seguirá en una confrontación que no acabará hasta el 1 de Noviembre en que el gobernador electo asuma, como lo marca la Ley, el cargo constitucional. Y seguramente será por dos años más, puesto que ya Yunes Linares hizo lo propio con el senador José Francisco Yunes Zorrilla.
Pero es momento de revisar y marcar en su caso, que lejos de seguir con los guantes puestos, los actores políticos deben revisar lo que ocurre en la entidad, y que perjudica a la sociedad en todos sus niveles y en casos particulares a una ciudad completa.
El conflicto del agua que la conurbación enfrenta es una bomba de tiempo. Ya se ha visto la magnitud que alcanza la problemática con serias consecuencias y hasta peligro de un desencadenado estado de salud. La conurbación Veracruz Boca del río tiene focalizado un grave conflcto.
En tanto, es un hecho que la violencia aunque se palpa en diferentes parte del estado, se ha centralizado y esta más activa en la zona centro de la entidad. Ejecutados y secuestros diarios se viven en Córdoba Orizaba, Cuitláhuac, y límites con Puebla, principalmente en la sierra de Zongolica.
En el sur de Veracruz, el caso no es menor. La situación económica obliga a que cada semana por ejemplo se de cuenta de linchamientos con muertes de los asaltantes cuando son detenidos. El robo o atraco del "fuero comun" es cotidiano. Apenas este inicio de semana murió un pillo que fue alcanzado por la turba enardecer en el municipio de Ciudad Mendoza cuando quisieron llevarse el dinero de una casa de préstamos.
Así, se puede dar cuenta también de otros fenómenos sociales. Pero el gobierno estatal dice hacer su parte, mientras que el electo se ufana con un plan de desarrollo anticipado sin hablar de como atender estos temas que pegan directa y abruptamente a los veracruzanos.
Es hora de mirar por Veracruz, donde están las promesas de campañas y el juramento del gobierno. Los odios enconados solo perjudican al pueblo. Y se avizora que será un choque de trenes en las siguientes estaciones si no le dan la ruta adecuada ambos personajes. Por lo pronto, Miguel Angel abrió fuego contra Pepe Yunes, y entonces el cuestionamiento es que le depara a la entidad con esa mini gubernatura.
Quizá unas buenas vacaciones, si no es que ya las tomaron, podrían caerle bien a estos políticos y regresar con los ánimos más livianos.
Hay mucho que hacer, quizá el que se vaya no pueda desgastar más al gobierno federal en busca de recursos pero el que llega puede empezar a vestirse de gloria y demostrar su verdadera capacidad como gestor atendiendo las demandas de escasez y liquidez que tanto ha criticado bajando dinero o proyectos que ayuden a la ciudadanía.
Pero claro está que el odio y la soberbia del político impiden que se haga en este momento algo positivo. Donde las palmas no serían del todo favorables a su persona.
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