2016-08-22 | 21:45:56

El gobernador Javier Duarte, no necesita que nadie lo defienda, pero también es cierto que desde el propio gabinete poco han hecho sus colaboradores para apoyarlo ya entrado en la recta final su mandato

A Duarte, no le salieron mal las cosas, simplemente se dejó llevar por el sentido común y al final, hay quienes desde la perversidad han pretendido hacerlo ver mal en su gobierno y la percepción negativa se acumuló ante el mal manejo de la comunicación social.

Los adeudos financieros acumulados de anteriores administraciones y los efectos de una transición que le obligó a cargar con el peso de los personajes recomendados para ocupar diversos cargos públicos.

Entre sus más destacados colaboradores, se encuentra el secretario de gobierno, Flavino Ríos Alvarado, un personaje muy centrado y experimentado que ejerce el cargo con responsabilidad y apego a la legalidad, pero también muchos son los funcionarios que al final siguen firmes cumpliendo con su trabajo en la entidad más politizada del país.

Ahora bien, a tiro por viaje el senador Héctor Yunes Landa, se le avienta a la yugular al gobernador Javier Duarte, y sigue aunque terminada ya la campaña política, ahora en su idea de atacar y denostar mediáticamente en otra campaña al mandatario veracruzano, con sus ofensivas declaraciones.

En estos lares, dirían en el lenguaje cristiano que Héctor Yunes, habla por sus heridas y ya se le conoce por su carácter fuerte y de encono con propios y extraños, pero ojala y pronto entre en una profunda reflexión para que se ubique en la real dimensión de su carrera política, que la puede truncar o redimensionar, acorde a un postura más propositiva, que en ocuparse en buscar culpables a una derrota anunciada.

En estos momentos, atacar mediáticamente al gobernador Duarte, ya no es un mérito, más bien se le puede decir que es una osadía, porque le han cargado a su mandato todo tipo de culpas y que no se vale cuando vienen desde el fuego amigo.

La principal falla del gobierno de Duarte, tiene que ver desde el inicio de su mandato con los errores en materia de comunicación social, que se dejaron pasar y eso ocasionó el encono en su contra con los impactos negativos , porque en comunicación se sabe que una mentira se puede repetir 25 mil veces y se vuelve verdad ante la opinión pública, que ha sido envenenada por el accionar ideológico de algunos medios informativos.

Ojala, Héctor Yunes Landa, se calme y haga una verdadera introspección y un análisis preciso de su derrota, para que se dé cuenta de sus errores y sus fallas en el mal manejo de su campaña política que lo llevaron a la derrota.

Claro que en el PRI y sus aliados, nadie buscó perder, pero los hechos son los que hablan por sí solos cuando desde muchos priistas, sabían de la negatividad de las famosas reformas estructurales del presidente Enrique Peña Nieto.

Que Héctor Yunes, sabe que puede controlar su carácter y por lo mismo se le ha convertido en su mayor problema en su carrera política..

Las traiciones y errores al interior de su equipo de trabajo, se conocen desde afuera y no las ha querido ver desde lo obvio, cuando dejó muchas responsabilidades prioritarias en manos inexpertas y que faltaron a su confianza.

Los gastos de campaña sin control estricto y por lo mismo al final, algunos de sus cuates y amigos salieron sin deudas, nuevos coches de lujo y con posibilidad hasta de vacacionar en el extranjero.

Ahora en el asunto de que Yunes Landa, se autoproclama ya con aspiraciones para el 2018, se entiende y se respeta, aunque lo mejor sería que espere a que se acerquen los acontecimientos políticos del 2017 y entonces poner la vista en volver a ser candidato a la gubernatura de Veracruz.

Aunque los expertos saben y dicen que el también senador priista José Yunes Zorrilla, está muy perfilado a ser el futuro candidato del PRI a la gubernatura y que ya casi la tiene en la bolsa

De seguir así, HYL se va a convertir en el candidato eterno al gobierno estatal, aunque según las proyecciones políticas debe esperar a ver la oportunidad cuando se le presenten de nuevo las posibilidades políticas.

Lo recomendable sería esperar, y dar un mensaje propositivo a los veracruzanos, porque su postura afecta al PRI. Lo mejor que puede hacer es quedarse calladito y hacer obra social y altruista en serio para seguir en su actividad de senador con resultados de gestión y de esa forma demostrar que esta desquitando el salario de legislador y apostar a que es un ser humano que sabe hacer de una derrota, un éxito y de que tiene un espíritu de triunfador.

Héctor puede y debe aguantar, y seguir adelante, a pesar de la derrota perdió una batalla pero no la guerra. Aunque la reflexión es que no hay peor forma de demostrar ingratitud. Así las cosas.