viernes, 03 de mayo del 2024
 
Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Aristegui: campaña en contra de EPN
2016-08-23 | 21:45:16
La periodista Carmen Aristegui, pierde credibilidad al ensañarse con la persona de Enrique Peña Nieto, presidente del país, al revisar el contenido de su tesis profesional, aunque la histérica comunicadora, dueña de su verdad, no se da cuenta en su delirante persecución en contra de quien ostenta la figura presidencial, que hay temas más importantes que revisar el trabajo de titulación de EPN.

La famosa comunicadora, enferma de poder mediático, ha seguido con una desmedida rigurosidad la vida personal, profesional y política del presidente de México, en una clara muestra de invasión del terreno privado de Peña Nieto.

Para analizar la mentalidad de Carmen Aristegui, hay que recurrir a la tesis freudiana sobre la histeria que se observa padece la periodista obsesionada con la persona de Enrique Peña Nieto, en donde, se percibe a una mujer despiadada que ya logró un primer éxito periodística con el tema de la Casa Blanca y su equipo de periodismo de investigación, pero en el argot de la prensa se dice, cuando alguien sigue y persigue con la pluma algún caso se le dice, “trae campaña en contra del presidente”.

En aras de la libertad de expresión, del derecho a la información, de la tolerancia y de respeto a todas las garantías constitucionales, está demostrado que la famosa periodista que se sintió dueña de una empresa de radio, cuando fue despedida por hacer mal uso de los tiempos posiblemente contratados, pero que son del dominio del concesionario, y a lo que llamó después de su despedido como una medida del poder político para censurarla.

En su loco afán de persecución en contra del presidente Peña Nieto, la periodista Carmen Aristegui, faltando a su ética profesional y en aras de llevar agua a su molino, la noche del domingo presentó en su programa de CNN en México, la ahora famosa tesis de Enrique Peña Nieto con la que se titula de su licenciatura.

El lunes, Aristegui, en la entrevista en el estudio con el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Roberto de Figueiredo Caldas, pretendió sorprender y exponer su caso con el entrevistado le respondió con firmeza con una negativa, de que no podía hablar de ningún tema del propio país en donde se concede una entrevista como un principio de ética y norma de la organización.

En el caso de la tesis de Peña Nieto, le han revisado puntos y comas, y claro pretendiendo darle un sesgo de rigor de un método de investigación, los expertos que se esmeraron en analizar el contenido acusaron ignorancia, porque se trató de una tesis de licenciatura realizada en los setentas, y olvidaron que no se trataba de una tesis de doctorado, por lo que la evidencia del trabajo realizada en la Universidad Panamericana, es que se hizo un buen trabajo consultando los más expertos autores en la materia y que en las citas de menciona a los autores referidos.

Claro los “expertos” comisionados en la revisión de la tesis del entonces joven Enrique Peña Nieto, pretendieron con lupa encontrar errores, y lo acusan de plagio, cuando es lo menos que existe en la realización de ese trabajo en donde se citan obras de Miguel de la Madrid, Diego Valadés y Enrique Krauze, y en donde todo coincide con las referencias dadas por el entonces candidato presidencial en la feria del libro de Guadalajara, en donde lo arrinconaron para hacerlo dudas, bajo presión sobre la pregunta de tres de los libros que había leído.

Le situación es que la periodista Carmen Aristegui, se evidencia enferma y hasta obsesionada con el presidente Enrique Peña Nieto.

La investigación presentada el domingo en CNN, bien podrá ser un autentico caso de difamación, un caso más que puede ventilarse en los tribunales en contra de la periodista que se ha visto excedida en el ejercicio profesional.

Lo ideal sería que dirija su mirada a casos más constructivos o destructivos pero que favorezcan a proponer soluciones y alternativas a problemáticas nacionales de trascendencia colectiva y no solamente de abonar al debate político que no conduce a nada y sólo polariza aun más a la opinión pública a la que se le pretende dar información sensacionalista y poco interesante.

Por cierto, a nadie le interesa la tesis de Carmen Aristegui, que se desconoce y ni siquiera se sabe si estudió alguna carrera o posgrado, o sólo sigue en el confort de su nicho de mercado en un periodismo que poco aporta a la formación intelectual y de una opinión de mayor nivel académico, en un país que evidencia poco interés por la lectura de forma generalizada.

El uso de la tesis de licenciatura de Peña Nieto, es una clara violación de sus derechos privados porque sin su autorización se hizo uso público de un documento privado, y que esto le ocasiona un supuesto daño moral. La Universidad Panamericana en un modesto boletín, informo que no autorizó el uso público de esa tesis, que si cumplió en tiempo y forma con los protocolos académicos de titulación de licenciatura del sustentante.

Sí Carmen, sigue así, el próximo tema bien podrá ser el contenido de la basura que sale de los Pinos. Para que se revisen, etiquetas, envolturas y los contenidos propios de los desechos normales que se pueden encontrar de uso diario en cualquier lugar. El amarillismo es parte de su estilo. ¡Aguas! Así las cosas.


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