2016-09-03 | 20:25:52

Tres sucesos sacudieron la opinión pública en esta recién terminada semana: el adiós de Juan Gabriel, el coqueteo a Donald Trumpy el fallido IV Informe de Enrique Peña Nieto.

Uno: Juanga, el que nunca se iba a ir y se fue, y se llevó al director de TV UNAM, al director de Cultura de Mérida y al que tampoco se iba a ir, el “octogenario” PRI.

Dos:Donald Trump, convocado desde la presidencia, vía Carlos Pérez Verdía, su jefe de asesores, de quienel portal Sin Embargo menciona que“gana 203 mil pesos de sueldo y no declara”; de inmediato, Carlos Loret de Mola, en El Universal, le atribuye el chiste a Luis Videgaray. Todo esto es “peccata minuta”, lo importante es que lo invitaron sin notificara tiempo ala titular de la SRE, ni a la embajadora de Estados Unidos. El suceso levantó pólvora mediática en la prensa nacional e internacional, en las redes sociales, en los encuentros de café, en el “chismarajo clasemediero”, y con el rechazo total de legisladores progresistas, analistas políticos, académicos, intelectuales, artistas. Pero qué necesidad, dijera el Divo de Juárez.

Esa visita se calificó de absurda, inapropiada y ofensiva. Jamás un presidente de México había invitado a un candidato a la presidencia de Estados Unidos, a escasos dos meses de las elecciones, y menos,en una reñida competencia entre demócratas y republicanos. Principio básico es no intervenir, sino esperar a que el proceso culmine y acordar con quien resulte “ganador”. Eso lo sabe cualquier director de escuela en la transición del liderazgo estudiantil. “Elemental, mi querido Watson”. Y si a ello se le suman los improperios, insultos y amenazas de devolver once millones de migrantes, frenar el flujo de envío de más de 25 mil millones de dólares anuales, queenvían a sus familias pauperizadas, pero todavía con levantar un muro que impida el acceso, cada año, de más de 2 millones de trabajadores mexicanos que ingresan para coadyuvar a la economía norteamericana, por estar expulsados de México, por la falta de oportunidades, y aún más, vociferar que dicho muro debe ser financiado por el pueblo mexicano.

Tres: El nuevo formato del cuarto informe de Peña Nieto, junto a viejos comparsas de jóvenes del PRI, Verde y Panal, esos que aparecen en todos los actos, mítines, algunos parientes, sobrinos, hijos, entenados de dirigentes partidistas, legisladores o funcionarios públicos. Jóvenes seleccionados para no debatir, ni hacer preguntas inteligentes, sólo se observaron miradas ausentes, adormiladas, impotentes, seños fruncidos o miradas complacientes. Esas destinadas a no cuestionar los argumentos presidenciales, como el del no plagio, sino errores metodológicos en la tesis, que servirá de paradigma a los jóvenes universitarios. O el insistir, en twitter, que regañó a Trump por la expulsión de migrantes o levantar, léase financiar, el muro. Jóvenes que aplaudirían las desacertadas reformas estructurales, ni permitir modificar la “desreforma” cuasi-educativa. Un show para la televisión y los incondicionales articulistas de la prensa afín, -lástima Brozo, lo que te perdiste-.

“El deslucido y decepcionante crecimiento económico de México es resultado dela ausencia de un sistema político basado en transparencia, rendición de cuentas y aplicación de la ley”, determinó la calificadora Standard &Poor`s Global Ratings (Sin Embargo). El crecimiento del PIBes decepcionante, en promedio en el periodo 2011-2015 , ha sido de tan sólo 1.7 por ciento , mismo que predice el Banco de México para el 2016. Esta administración se desmorona y desbarata las oportunidades prometidas por las absurdas y desnacionalizadoras reformas estructurales.

Sin crecimiento no hay empleos, y en el IV Informe, según se jacta, se alcanza dos millones de mini empleos, vía outsourcing, de los cuatro millones requeridos cada año. La economía informal crece desmesurada al unísono del subempleo, y toda esta población está expuesta, sin piedad, al crimen organizado o a la corrupción sin freno de las organizaciones criminales formales.

La inseguridad y la violencia, arrojan ya casi 60 mil muertos en este sexenio, asegura la Revista ZETA, lo que ha ahuyentado, sin mesura, la inversión extranjera y, sobre todo, propiciando la fuga de los capitales nacionales, que ya alcanza, en este sexenio, cerca de 50 mil millones de dólares.

A todo ello se suma el saqueo de los recursos nacionales, la entrega de la riqueza minera, energética, acuífera y forestal del país. La pérdida de la soberanía.

Para colmo el Banco de México reconoció que la deuda pública alcanza ya el 35 por ciento del PIB, casi 9 billones (billones, eh?) de pesos, un tercio de ella tan sólo en este sexenio.



Y de refilón, el PRI: Después de perder la mayoría en las elecciones del 2016 y estar en el borde del abismo para lo que se avecina en el 2017. Al presentir su debacle, se juguetea con la posibilidad de candidatear al titular de la Secretaría de Salud, José Narro, lo que sería darle un “mejoral” a la transición presidencial del 2018. O será que por eso, Videgaray, pariente deMargarita de Calderón, haya influido en la visita del candidato republicano estadounidense. Acuerdo por la sobrevivencia, por eso del amasiato del PANPRI.

Según se manejó en las redes sociales, que Juan Gabriel dejó una carta en la que expresa:El PRI “nunca se irá y yo tampoco". Él ya se fue y… ahora, ¿a quién le toca ´apá?


EL CUENTO DE NUNCA ACABAR

El cambio de poderes en Veracruz se hace inalcanzable. Todos acusan y denuncian, nadie actúa. Muchos se amparan o escapan, a nadie se encarcela. Esos, los compinches, ocultan, venden, traspasan, borran o heredan, sin que alguien los frene. Meses interminables de angustia, desesperanza, temor de los que se van. Aunadas, de los que vienen, con sus expectativas de poder, coladeras lambisconas, compromisos subterráneos por sufragar, apuestas rebasadas a la suerte de la mini-gubernatura. Plegarias, rezos, rosarios interminables, golpes de pecho, tomas de ostias trasnochadas, con promesas de no robar al erario empequeñecido, ni comprar más de lo permitido por el patrón.

La contradicción del saqueo que concluye y las sospechas del que viene. Los acusados por acusadores acusados. ¡Qué chulada del enredo del pasado y el porvenir!.

HÉCTOR, SIN LLENADERA

Héctor Yunes Landa, el priista que perdió, sabiendo que iba a perder. Consciente de que no era la suya. Sabedor de la debacle del partido que lo postuló. Aun así se la jugó, con Beltrones en la banca, pero con la esperanza de que éste revivido, con su hija diputada federal y su yerno Escudero,del verde, en la presidencia del Senado, el Tribunal Electoral le entregara la minigubernatura. Pero ni así. Héctor gritó, sigue gritando que Javier Duarte “le echó la sal”, que debe dejar el puesto antes del tiempo constitucional, que se vaya ya. Y todo parece que no será así. Héctor perdió “a sabiendas” de que iba a perder. Fue necio y se trepó en la carrera electoral y no llegó. Desconoce su acuerdo con Pepe Yunes, para que éste contienda en el 2018 y busca treparse de nuevo por la gubernatura de seis años. “El hábito no hace al monje; pero, lo distingue”… pero la necedad hecha hábito, crea al bruto.








AL FIN, ENTRA LA RAZÓN

El neo priista y ex panista, diputado y actual custodio de la seguridad, José Ramón Gutiérrez de Velasco, declaraque “fue un error autorizar la privatización del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) de la zona conurbada Veracruz, Boca del Río y Medellín… yo pienso que después de lo que se ha dado en Veracruz, donde a la gente la han dejado sin agua, (y la que recibe, sinpotabilizar, está sucia e insalubre, grita la vox populi), es un error insistir en privatizar el agua con una empresa de Brasil donde lo único que sabemos es que es un fraude y donde su director principal está en la cárcel”. Así lo dijo el ex alcalde de la ciudad de Veracruz (Plumas Libres). Y el nuevo Poo ha de fruncir el ceño al ver evaporar junto con su puesto de vocero,su efímero sueño empresarial.