2016-09-07 | 18:29:33

El presidente Enrique Peña Nieto, sigue fiel a la ortodoxia de hacer política en este país, cuando desde los expertos han apostado a un golpe de timón para que no se convierta en el responsable de la próxima derrota del PRI en el 2018, en donde los que se anticipan ya adelantan y anuncian la salida inminente de los Pinos.

Peña Nieto, se obcecó en una entrevista con el periodista Carlos Marín, oficialista de cabecera que pretende ocupar el lugar de López Doriga, caído de su nicho de “vocero oficial”, sobre la definición y diferencias de realidad y percepción.

Marín y su teoría, dice que para la percepción de los mexicanos no se están haciendo bien las cosas desde el gabinete y para Peña, la realidad dice otra cosa, excelentes resultados con las cifras en la mano, le respondió, que hay aumento significativo del empleo, baja en el índice de inflación y el descenso de los índices delictivos.

Luego entonces, la pregunta de Marín fue: usted tiene un ochenta por ciento de no aceptación o de reprobación de su mandato.

En esa lucha por el manejo de términos y definiciones sobre realidad y percepción, es que se entretejen los cambios importantes ya con vistas a cerrar la ruta del cierre del sexenio y por ende la sucesión presidencial priista.

Con la salida de Luis Videgaray, de la secretaría de hacienda se deja el campo abierto al secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, a quien le quitaron a su incomodo subsecretario, Luis Enrique Miranda Nava, quien pasó a ser el titular de la secretaría de desarrollo social y José Antonio Meade Kuribreña, se fue a ocupar la secretaría de hacienda, convirtiéndose en el comodín del gabinete peñista.

Osorio, de quien se filtro desde la información palaciega, que dejaría la secretaría de gobernación, seguramente las encuestas ultimas de los aspirantes presidenciables en donde existe un empate técnico y aparece entre los tres posibles junto a Andrés Manuel López Obrador de MORENA y Margarita Zavala del PAN, pararon su remoción anunciada y muy pronosticada.

El secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, tiene dos caminos, aplicar la ley en el caso del tema del conflicto magisterial con malos resultados en Oaxaca y Chiapas o llevársela de a muertito hasta las elecciones del 2018, en donde se prepara un severo voto de castigo en contra del PRI, por los errores del presidente Peña y su permisividad a no aplicar la ley para “evitar las estridencias”.

Osorio Chong, tiene tiempo aun para crecer en las preferencias por la sucesión presidencial en el 2018, o empezar a ver en José Antonio Meade y Claudia Ruiz, en los ases bajo la manga de Peña Nieto, que pueden hacer crecer al PRI.

La remoción de Videgaray, se anunció bajo las clásicas filtraciones de prensa desde hace más de una semana y sólo se esperó el presidente al momento adecuado, luego del problema serio que causó la visita de Trump a México y que de esa reunión culparon al ahora ex secretario de hacienda y quien pasó a ocupar un alto puesto en la fría banca junto a los millones de desempleados en el país en espera de ocupación.

Por lo pronto la percepción es de que Miguel Angel Osorio Chong, sigue en la tablita, la realidad para el presidente Peña, es que esperara a ver resultados o le aplica también la tijera al ex gobernador de Hidalgo.

Y como dirían los chamacos a la salida de la escuela, la gente quiere ver sangre y el secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, ha sido cauto, frio y calculador en el uso de la fuerza pública, porque el país no esta para bollos en eso hay coincidencia con el presidente Enrique Peña Nieto, de no provocar las estridencias a cambio del confort gubernamental.

Por cierto, la telenovela de la política local veracruzana es para comentarse el fin de semana, como la canción, el tiempo sigue igual, llueve otra vez, si quieres seguir durmiendo, no hay nada que hacer. Así las cosas.