2016-09-08 | 09:56:41

Uno podría preguntarse qué le importa a los veracruzanos lo que el presidente de la república haga o deshaga en su gabinete. Pero sí importa, y mucho. Una buena noticia sería que terminara la persecución hacendaría hasta en contra de las señoras que venden fritangas en una humilde y apolillada mesa. Otra, que Hacienda dejara de hurgar en las cuentas bancarias de todos con la excusa de evitar el dinero de dudoso origen.

Antes era Boca del Río el municipio del que nadie quería ser alcalde, pero de unos 20 años a la fecha se ha convertido en una fruta codiciada. Ahora es Medellin de Bravo el que ya empieza a ser codiciado y no se le ve como un pueblo refundido. Quizás por ello ya empiezan a asomar la cabeza los que quieren entrar en la carrera por la silla medellinense. El caso mas reciente es el de Delio Salas Pantoja, quien con su asociación Salvemos Medellín ya tiene una bandera para aparecer ante la ciudadanía y buscar la candidatura por algún partido o hasta independiente. ¿Qué tal?

Dos exdirigente estatales del PRI que están vinculados al grupo de poder que gobernó Veracruz en los últimos doce años andan buscando amarres para retornar al CDE del tricolor. Y es que tanto Jorge Carvallo Delfín como Erick Lagos Hernández desean encabezar el primer Comité Directivo Estatal que será oposición al gobierno estatal, aunque tienen en contra los estigmas del fidelismo y el duartismo, que llevan tatuados en el cuerpo. A ello se debe que su aspiración solamente ha traído el rechazo de alcaldes y diputados locales, quienes más bien se pronuncian por un rostro más fresco como sucedió a nivel nacional donde fue ungido Arturo Ochoa Reza.

Se sabe que, de 2012 a julio del 2016, el llamado SAS Metropolitano tuvo un déficit de 530 millones de pesos, por eso la decisión de los ayuntamientos de concesionar el servicio para quitarse más problemas financieros. En su arranque de operaciones el Grupo MAS lidia con el movimiento del sindicato que impidió el inicio de los nuevos administradores obligando a los municipios a extinguir el SAS, y así, no sea necesario que el Gobierno del Estado tenga que actuar con la Fuerza Pública a desalojar al Sindicato que mantiene un plantón desde hace 10 meses. Ante la imposibilidad de encontrar acuerdos viables con su líder sindical, decidieron realizarlo formalmente, entendiendo su derecho a extinguir un Organismo Metropolitano que venía generando pérdidas crecientes diarias que generaron más de 530 millones de pesos de pasivos. El Grupo MAS proyectó la inversión de unos dos mil 300 millones de pesos en los primeros 3 años, para lo cual realizaría una reingeniería administrativa para tener menos personal. ¿Será que logren la meta?